Las terribles decisiones de Simón Bolívar, El Libertador

Con la pérdida de la primera República en 1812, Venezuela vuelve a manos del poder español. Con el dominio y las victorias ante el ejército patriota, el general Domingo Monteverde pasa al escenario de la guerra como la figura que dirige y enseñorea la fuerza militar de la metrópolis europea. La pérdida de Puerto Cabello y las atrocidades del ejército realista, en medio de la contienda bélica, obligan al Generalísimo Francisco de Miranda a proponer un armisticio de carácter humanizante, para favorecer a los vencidos patriotas. Con esta determinación, la cual conlleva a la firma de la Capitulación de San Mateo, no solo sucumbe la primera República, sino también la unidad de las fuerzas independentistas.

Las contradicciones a raíz de ese hecho protagonizado por el polémico Miranda, desata todo tipo de señalamientos serios de traición a la patria, desfalco a la nación, rendición innecesaria. Los jóvenes insurgentes contra el poder español, centro hegemónico de la época y gran potencia militar, se rebelaron contra el dictador jefe de la Capitanía General de Venezuela.

La decisión de capitular el 25 de julio de 1812, no solo es una iniciativa del precursor Francisco de Miranda, también tuvieron participación Juan Germán Roscio, Francisco Espejo y José Sata y Bussy, autoridades del poder ejecutivo.

Simón Bolívar, Tomás Montilla, Miguel Peña (gobernador político), Manuel María de las Casas (comandante militar de la Guaira) y otros patriotas, hacen preso al general Francisco de Miranda, el 31 de julio de 1812. Bolívar inclusive propone Fusilar a Miranda por "cobarde y traidor". Olvidaba Bolívar que bajo su mando se perdió el gran arsenal del Castillo San Felipe de Puerto Cabello, hecho que en realidad produce la derrota de la primera República y conduce a la decisión forzosa de proponer el armisticio.

Miranda pensaba marcharse subrepticiamente para reiniciar, desde Cartagena, la lucha libertaria americana abordando la goleta El Saphire, acción que no se concretó y permitió desatar todos los acontecimientos desfavorables para el creador de la Bandera de Venezuela, y por supuesto, también para el territorio venezolano.

Las consecuencias no se hicieron esperar, el General Monteverde destruyó la República e impuso un gobierno sanguinario, persecuciones a muerte, crueldades en el trato a los vencidos, asesinatos escalofriantes, violentando todos los términos acordados y firmados en la Capitulación de San Mateo.

Muchos patriotas murieron asfixiados en los calabozos, otros fallecieron de hambre y sed. Los horrores de la guerra con las sádicas muertes dirigidas por Cerveriz, Antoñanzas, Zuazola, quienes asesinaban y luego cortaban las orejas de las víctimas y las enviaban en sacos como prueba del exterminio de los patriotas. Eran los galardones mostrados a sus superiores. Un panorama sombrío que obligó a El Libertador Simón Bolívar, a firmar el decreto de guerra a muerte. Cerveriz escribiría a Domingo Monteverde: "No hay más, señor, que un gobierno militar…ninguno de los que caigan en mis manos se escapará de la muerte".

Bolívar ante la terrorífica situación provocada por los realistas o defensores del rey de España, produciendo miles de muertes atroces, usó también la dureza en el trato a sus enemigos de guerra, aplicando los términos del decreto firmado el 13 de junio de 1813 "Bolívar, una vez rubricado el decreto de guerra a muerte, trató inmediatamente de suspender su ejecución y propuso a Domingo Monteverde la reconciliación".

Monteverde no admitió, por ejemplo, el canje de prisioneros propuesto por los generales patriotas. Tampoco transige en liberar al patriota Diego Jalón por el feroz Zuazola que los patriotas tenían prisionero, y liberar 400 patriotas prisioneros en Puerto Cabello por dos mil españoles. Ninguna de esas propuestas fueron aceptadas por el realista español Domingo Monteverde.

La desmesurada y brutal decisión de pasar por las armas a ochocientos prisioneros en la Guaira y Caracas, fue una consecuencia de la inflexible y deshonesta posición de la comandancia realista: "Bolívar, en efecto, temeroso de que los españoles y canarios presos pudieran organizar una sublevación, ordenó que fueran ejecutados. Perecieron todos, en su mayoría civiles".

Antes de ordenar ejecutar a los ochocientos hombres en la Guaira, Bolívar concedió libertad y exilio a 1200 prisioneros de guerra. Sin embargo, la avanzada del asturiano José Tomás Boves, conmovió todos los cimientos de la dignidad humana. Asesinaba y humillaba a sus víctimas, obligándolos a bailar mientras los mandaba a alancear o cortar sus cabezas. Las torturas eran bárbaras y exacerbó el odio racial a tal magnitud, que ser blanco, aun siendo español, era excusa para recibir la muerte de parte de los soldados del "ejército infernal" creado por Boves. Invadían las tierras y haciendas, se repartían los bienes de los hacendados blancos, independientemente de su origen y posición social.

Los rigores de la guerra de independencia conducen a otro hecho de gran sensibilidad, la decisión de sentenciar a muerte al General Manuel Carlos Piar por el tribunal militar o Corte Marcial que lo juzgó. Fue un fallo muy lamentable revestido de controversial significado. Piar, militar victorioso, héroe de la batalla de San Félix, victoria que permite acceder a las fuerzas republicanas al gran granero de Venezuela , Guayana en manos de los independientes se convertía en la base de sustento militar para continuar la liberación definitiva del territorio venezolano. Manuel Piar, también formó parte de las fuerzas que irrumpen desde Chacachacare para expulsar a los españoles del Oriente, era del grupo de los 45 que en 1813 empezó la recuperación del control de la República, perdida en 1812, junto a Santiago Mariño, José Francisco Bermúdez y su hermano Bernardo, Juan Bautista Bideau, Francisco Azcue, Antonio José de Sucre y otros.

Piar es acusado de sedición, deserción, y conspiración. Se le señaló como el líder de una estrategia de separación o escisión de Guayana, del resto de Venezuela para crear y fundar una República de pardos. La condena a muerte de Piar, por sus propios amigos, es, desde todo punto de vista, un punto de intensas contradicciones en la actuación de Simón Bolívar, quien tuvo la oportunidad de detener la consumación de esa sentencia. El almirante Luis Brión como presidente del tribunal militar, José Antonio Anzoátegui, compadre y amigo del reo, pidieron ejecutarlo con degradación. Carlos Soublette era el fiscal del tribunal. Dice Briceño Méndez: "…no me atrevo a decir si fue más patético el suplicio de Piar o la aflicción y pena del General Bolívar". El fusilamiento de Piar, se efectúa el 16 de octubre de 1817.

Herrera Luque en su obra "Piar, caudillo de dos colores" establece la posibilidad de la existencia de nexos familiares entre Bolívar y Piar por la vía de una de las Xeres Aristiguetas, primas de El Libertador. Era Soledad Belén Aristigueta una de las nueve musas de Caracas, quién de acuerdo al autor, se unió al príncipe de Portugal y de esa unión nace Piar. Por cierto Soledad Aristigueta, fue inspiración para hacer la escultura de una virgen de la catedral de esa ciudad. Lo que no tiene lugar a dudas, fue la severa y terrible decisión del Libertador, ya descrita. Esta medida, nunca aclarada en su totalidad, está cubierta de confusión debido a las diversas interpretaciones y falta de documentación a la hora de juzgar los acontecimientos de la guerra.

Considero importante señalar otro hecho de mucho peso en el desarrollo de la vida política de Simón Bolívar y la necesidad de mantener su autoridad, en momentos en que el proyecto de unidad suramericana está debilitándose y las relaciones internas del cuerpo militar se desintegran entre los caudillos y jefes que exigen un derecho a tener poder político y recompensa, como reclamo de su participación en la lucha de independencia.

Las contradicciones entre Bolívar y Santander, sus diferencias en el manejo del tipo de gobierno a implantar, si de carácter federalista o centralista, y las rivalidades por el mando y el liderazgo, conducen a un peligroso ambiente de tensión política interna. Se movían las definiciones y deslindes en la dirección del futuro latinoamericano. Los Santanderistas desconocían la autoridad de Bolívar, pese a ser independentistas.

En ese contexto del ir y venir, de posiciones ambivalentes, contradictorias y de conflictos entre los jefes patriotas, aparece la figura del pardo José Prudencio Padilla, que por su origen étnico era objeto de desconfianza y recelo entre las élites blancas de los criollos venezolanos y neogranadinos.

Sucedió entonces, uno de los casos más sonados e injustos en las decisiones militares y ejecutivas de El Libertador: el fusilamiento del Almirante Padilla a raíz del intento de magnicidio contra el General Bolívar, la noche del 25 de septiembre de 1828. En ese hecho participa el venezolano Pedro Carujo como uno de los autores materiales e intelectuales del golpe de Estado frustrado. Es de hacer notar que durante esa conjura, emerge la avasallante figura de Manuela Sáenz como libertadora de El Libertador, quien salva la vida de Bolívar al darle tiempo de saltar por una ventana del palacio presidencial y esconderse debajo de un puente de Bogotá hasta que es derrotada la avanzada anti Presidencial y rescatado Bolívar de la humedad y el frío.

José Prudencio Padilla se encontraba preso por órdenes de Mariano Montilla. Es liberado por los golpistas para que participe materialmente en la ejecución del acto insurreccional contra el presidente Bolívar, pero este se devuelve a su sitio de reclusión. A pesar de haberse regresado a su celda, de todas maneras, es acusado y ejecutado junto a otros nueve magnicidas, sin haber participado en la acción del Golpe de Estado contra Bolívar. Fue señalado como desestabilizador y de querer fundar un gobierno de pardos, razón que recuerda también al fusilado Piar. Padilla fue héroe de la batalla del Lago de Maracaibo, donde libera definitivamente a Venezuela el 24 de julio de 1821. Defendió Cartagena del cerco impuesto por Morillo y Morales en 1815 y logra huir junto a Bermúdez, Antonio José de Sucre y otros, entre los barcos enemigos, una vez que Morillo vence las fuerzas que defendían Cartagena.

Francisco de Paula Santander es encontrado culpable como autor intelectual del golpe de Estado y de intento de asesinato de El Libertador Simón Bolívar. Es condenado a muerte y liberado por el mismo Bolívar, exiliándolo a Europa.

¿Por qué se fusila a José Prudencio Padilla sin tener participación en el golpe contra Bolívar?

¿Por qué el autor intelectual del atentado contra el Libertador, Francisco de Paula Santander es perdonado y exiliado a Europa?

Algunos han asomado la idea de que redimir a Santander, era salvar a Colombia, pues se evitaba un enfrentamiento de gran magnitud entre hermanos de Suramérica. De todas maneras, ya era público y notorio la existencia de esos choques fratricidas de manera selectiva en el alto mando militar patriota.

Estos casos mencionados anteriormente le asignan a la carrera política y militar de Simón Bolívar y su condición humana, un banquillo en el tribunal de la historia y de la opinión pública mundial. Queda mucha agua por correr debajo del puente. Miranda, Piar, Padilla, los ochocientos prisioneros de Caracas y la Guaira, muertos a espada, sable, cuchillo y garrote, continúan siendo objeto de debate y discusión entre historiadores, investigadores sociales, políticos e interesados en estos temas. Son asuntos que aún están por dilucidarse.

Fuentes consultadas:

-EL LIBERTADOR volumen I. Augusto Mijares. 1978

-FRANCISCO DE MIRANDA, biografía sucinta. Rumazo Gonzalez. 2006, gobernación del Estado Sucre.

-BREVE HISTORIA DE VENEZUELA. Arellano Moreno. Caracas 1974.

-MANUEL PIAR, CAUDILLO DE DOS COLORES. Francisco Herrera Luque. 1987



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Orlando Balbás

Prof. en Ciencias Sociales. Magister en gerencia educativa. Jubilado del MPPE.

 orlandobalbas27@gmail.com      @orlandobalbas

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