Corren días definitorios, quién lo puede dudar. El madurismo, acorralado, se oculta con la capa del chavismo, busca culpables y acelera su maquinaria de cinismo. La situación económica estalló junto al plan de recuperación, el gobierno no se da por enterado, promete aguinaldos con petro, lo que anuncia otro fracaso, otra frustración. El aire está espeso, pesado, la gente deambula triste, sin esperanzas, esperando algo que sienten va a pasar pero no atinan a definir.
Las fuerzas dentro del gobierno se preparan para una transición que presienten inevitable. El grupo dominante se aísla, las caras largas evidencian el fin cercano; no hay pasión, el agotamiento es teórico y espiritual. Las fuerzas de la derecha externa buscan posiciones cercanas a lo que suponen será el poder en el futuro. Las disputas de sus cabecillas por la candidatura presidencial recrudecen ante la posibilidad evidente de una transición.
Un amplio sector de chavismo externo al gobierno no se define, retrocedió a posiciones atenuadas. Pocos defienden ya, de verdad, verdad, al Comandante, a su pensamiento, lo más lejos que llegan es a usar su imagen, pero sin definirse, lo que les permite mayor holgura a la hora de la negociación que ya comienza. Estos andan por allí tendiendo puentes, hasta con almagro piden hablar.
Pocos dirigentes mencionan al vapuleado Plan de la Patria, al discurso de su presentación en el cne, congelaron a Chávez en el libro azul, le mutilan al Comandante diez o quince años de su evolución, de su pensamiento. No recuerdan al Socialismo, a la propiedad social, a la conciencia del deber social. Temen librarse del cepo de la democracia burguesa.
En este ambiente movedizo, José Vicente, antes Ministro de la Defensa y candidato socialista a la presidencia, alerta en sus "Confidenciales" sobre los planes del Comando Sur, leamos la noticia:
"22 oct. 2018 - El encargado del Comando Sur de Estados Unidos (EE.UU.), almirante Kurt Tidd, ha enfatizado que para derrotar al chavismo hay que intensificar la guerra psicológica y así provocar la división entre los integrantes del Gobierno de Venezuela, reveló este domingo el periodista José Vicente Rangel.
"Esta aseveración la realizó el funcionario estadounidense en el documento del Comando Sur titulado "Golpe Maestro", en el cual sostuvo que también es necesario realizar acciones militares a la par de protestas en zonas estratégicas del país.
"Las acciones militares comenzarán con protestas en los centros urbanos, especialmente en Táchira, donde el Gobierno venezolano ha logrado neutralizar numerosas mafias dedicadas al contrabando", dijo Rangel en su programa dominical José Vicente Hoy"
"Para derrotar el chavismo" dice el gringo, y así mata dos pájaros de un tiro, al chavismo y al madurismo. Al unir estas dos corrientes asimila el desastre populista, socialdemócrata, pragmático del madurismo con el socialismo del Comandante Chávez. José Vicente sabe de esto, no obstante deja pasar el strike. Además este documento, redactado en un laboratorio, que cita José Vicente, señala la necesidad de "provocar la división dentro del Chavismo". Afirmación conveniente para el gobierno, ahora cualquier crítica, cualquier disidencia dentro del gobierno será tomada como una contribución a los planes del comando sur. El madurismo pretende quedar de esta manera blindado frente a la masa tras la coraza de chavista, y a lo interno con la unidad castrante de cualquier crítica, de cualquier disidencia. Con razón el cinismo allí se desató, tiene luz verde. Con razón las caras largas de los atrapados en ese laberinto.
Falta presenciar las piruetas que darán para justificar un diálogo que se asoma inevitable, quizá se dé en sana paz o se de en Fuerte Tiuna. Por ahora la pugna se centra en quiénes asistirán al diálogo y quiénes quedan por fuera.
