Menos retórica y más realidades es lo que quiere el pueblo

El Gobierno y especialmente algunos dirigentes nacionales toman cualquier crítica como traición y piensan que una uniformidad monolítica, sin análisis y sin autocrítica es lo mejor para el país. Esto pareciera cierto si a nivel de los cuadros directivos y ductores de la política se mantuvieran dentro de una sana equidad y claro concepto de las soluciones a aplicar, producto de atender el clamor del pueblo que, por los resultados pareciera no ser la realidad y que sólo llegara a oídos sordos.

Es el caso que en el quehacer cotidiano, en el día a día de la inmensa mayoría de la ciudadanía, percibe la sensación de casi absoluta inoperancia en la solución de los problemas chiquitos, los de todos los días; tema sobre el cual he insistido muchas veces y no es porque yo diga algo al respecto, es que prácticamente los "opinadores" políticos de la revolución deben estar desanimados como lo estoy yo, por considerar que son voces que claman en el desierto, porque en el Gobierno a todos sus niveles: Nacional, Regional, Municipal y hasta Local, se consigue muy poca audiencia y menos soluciones al agobiante problema de los precios y muchos servicios incluyendo agua y electricidad.

Hay quienes opinamos que siendo el sistema venezolano un sistema Presidencialista casi que como última instancia de poder, el respeto por el Primer Magistrado debe ser una conducta general de la población, pero infortunadamente ese criterio, que vemos muy arraigado en el gobierno estadounidense, base de su monolítica solidez, donde la figura presidencial, aun la de un rinoceronte anaranjado como el actual, es respetado y sus disposiciones son acatadas, mientras en Venezuela se ha perdido el respeto consecuencia de repetidos incumplimientos que hacen pensar al pueblo llano que, los nuevos anuncios no son más que ofertas en papel mojado.

Tampoco creo que se puede criticar con sorna las disposiciones presidenciales, pero cuando se va diluyendo la confianza en los mandatos por falta de cumplimiento de la palabra comprometida y las nuevas resoluciones tienen carácter repetitivo con grandes visos de las mismas fallas en el cumplimiento de lo ofrecido, porque no se han resuelto los problemas colaterales que en el caso que nos ocupa son los mismos anteriores, los controles indispensables, ocurre algo como lo que me expresara un opositor a rajatablas, a quien no pude ripostar cuando refiriéndose al discurso del Presidente donde afirmó ante una audiencia muy comprometida, puño en alto: "Que los comerciantes tendrán que acatar por las buenas o por las malas los precios acordados"; y mi interlocutor me hacía hincapié en que si no fuera tan triste y dramática la falta de formalidad y cumplimiento en el cúmulo de iguales ofertas sin cumplir y ésta especialmente, las expresiones presidenciales serían risibles,

Caso similar de incumplimiento presenta el tráfico de billetes del nuevo cono monetario hacia la República de Colombia, el trasiego de cientos de miles de billetes hacia la frontera colombiana tanto en Cúcuta como en Maicao por decir los menos sigue siendo "escandaloso" y pareciera no encontrarse remedio a tan perjudicial conducta, en la cual por supuesto, están íntimamente envueltos miles de venezolanos que se encargan de recolectar el papel moneda, lo cual ahondan mediante el sistema criticado, muy amenazado de castigo, aunque está siempre presente en las transacciones comerciales de precios diferenciales para un servicio o un bien, si es cancelado por punto de venta, transferencia o si es mediante pago en efectivo, siendo muy ventajosa esta diferencia en general superior al 50% cuando el pago se efectúa en efectivo y que yo sepa, a pesar de la constante queja del público al respeto, no se han tomado correctivos que no serían otros que el castigo con detención y multa del infractor.

El Gobierno razonablemente cedió a la presión de los pensionados, que reclamaban y no sin razón que les cancelaran íntegramente su pensión en un solo pago y el Presidente ordenó que así fuera, orden que se hizo extensiva a otras operaciones bancarias, lo que puso en manos del público una cantidad importante de efectivo que, por la razón que sea, mediante arreglos no muy santos llevaron a manos de los traficantes de papel moneda, gran parte de lo cobrado por los pensionados, los vendedores ambulantes, los conductores de carros libres y por puesto, los autobuseros, y así infinidad de personas que consiguieron un ingreso adicional al "revender" su efectivo, pero ese papel moneda trasegado a Colombia se vuelve enemigo de Venezuela y de los venezolanos, razón por la cual el Gobierno está en la imperiosa obligación de encontrar solución al problema que continúa y que ya conocemos de antaño con el anterior cono monetario.

Pero la gravísima situación del papel moneda continuará mientras el Gobierno venezolano entre otras cosas no consiga de parte del Banco de la República de Colombia, la derogación de la Resolución N° 8, acompañada del cierre total de la frontera hasta nueva orden, para evitar el desangramiento de los ya escasos insumos de consumo corriente en Venezuela, a la par que el papel moneda Una resolución de este tipo no debe sorprender al actual Presidente de Colombia Iván Duque, ya que el ha amenazado con realizar el cierre fronterizo desde Colombia aunque, últimamente parece estudiar la situación a la luz de los movimientos dubitativos del Ejecutivo Nacional.

Es inaudito que las autoridades monetarias venezolanas no hayan encontrado solución a un problema que nos arruinó desde los albores del chavismo en montos casi indescriptibles y luego de 20 años de gobierno chavista, seguimos atados a una conducta diseñada por Andrés Pastrana como parte del Plan Colombia, que desde hace tempo, sabemos que es un plan contra Venezuela y no para combatir el narcotráfico, hecho demostrado porque, al contrario el narcotráfico no ha parado de crecer desde la creación del Plan, diferente a como nos lo vendieron e ingenuamente tanto Chávez como Maduro parecieron no descifrar la realidad y por consiguiente, no encontraron a la fecha como combatirlo. Debe notarse que la amenaza militar contra Venezuela surge el año 2000, al materializarse el compromiso colombiano con el poder imperial de Estados Unidos, representado por Bill Clinton y ya desde temprano con la mira en nuestras riquezas y ante el surgimiento de Hugo Chávez como Presidente incómodo y poco manejable. Debemos mencionar que con antelación de 8 años se planeó la situación de preguerra que afrontamos con Colombia mediante el establecimiento de 7 bases militares estadounidenses en territorio colombiano aledaño a Venezuela y la amenaza de intervención militar ahora tan frecuentemente anunciada desde los más altos niveles del Gobierno estadounidense.

Por último y más claro que agua de manantial, que es en la frontera colombiana donde nacen y se empoderan los principales problemas tanto comerciales con el drenaje de alimentos, medicinas enseres, repuestos, y materiales estratégicos, como financieros, por el ataque a la moneda planteado por Pastrana como parte de la guerra contra Venezuela origen de la Resolución N° 8, por la chorrera de dólares que tenemos que entregar a Colombia al canjear nuestros billetes al cambio oficial por divisas (dólares), drenaje colocado en nuestro sistema financiero como un arma de minimización del bolívar el Fuerte antes y el Soberano ahora y desde esta premisa es que, debemos afrontar la mayor parte de nuestros problemas, ubicando claramente la posición geográfica del principal origen de nuestros males, donde están y no buscando por los rincones.

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Edgar Valero Díaz

Ingeniero Agrónomo.

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