Imperialismo, independencia, soberanía y caudillismo ( II )

La Soberanía es el poder político supremo que corresponde a un Estado Independiente, sin ninguna interferencia de fuentes o poderes externos. En base a ella se designa la Autoridad Suprema que posee el poder último e inapelable sobre algún sistema de gobierno.

La palabra soberanía proviene de la voz latina "super omnia", que significa "sobre todo" o "poder supremo".

El concepto de soberanía no fue considerado ampliamente ni por griegos ni por romanos en la época de su más sobresaliente influencia histórica. La idea de soberanía se forja y cobra mayor importancia a partir de la Edad media.

Según la clásica definición de Jean Bodin en 1.576, «soberanía es el poder absoluto y perpetuo de una República»; y soberano es quien tiene el poder de decisión, de dar las leyes sin recibirlas de otro, es decir, aquel que no está sujeto a leyes escritas, sino a la ley divina o natural.

Posteriormente el concepto evolucionó y se aceptó ampliamente la definición de soberanía de Carl Schmitt que dice:

«si hay una persona o institución, en un sistema político determinado, capaz de provocar una suspensión total de la ley y luego utilizar fuerza extra-legal para normalizar la situación, entonces esa persona o institución es la soberana en ese cuerpo político.»

Según Thomas Hobbes, la ley civil y la ley natural no son especies diferentes, sino partes distintas de la ley; de ellas, una parte es escrita, y se llama civil; la otra no escrita, y se denomina natural.

En 1762, Jean Jaques Rousseauretomó la idea de soberanía pero con un cambio sustancial. El soberano es ahora la colectividad o pueblo, y ésta da origen al poder, enajenando sus derechos a favor de la autoridad. Cada ciudadano es soberano y súbdito al mismo tiempo, ya que contribuye tanto a crear la autoridad y a formar parte de ella, en cuanto que mediante su propia voluntad dio origen a ésta, y por otro lado es súbdito de esa misma autoridad, en cuanto que se obliga a obedecerla.

Frente a estas ideas, el abate Sieyes postuló que la soberanía radica en la nación y no en el pueblo, queriendo con ello expresar que la autoridad no obrara solamente tomando en cuenta el sentimiento mayoritario coyuntural de un pueblo, que podía ser objeto de influencias o pasiones desarticuladoras, sino que además tuviera en cuenta el legado histórico y cultural de esa nación y los valores y principios bajo los cuales se había fundado. Además, el concepto de nación contemplaría a todos los habitantes de un territorio, sin exclusiones ni discriminaciones. Sieyés indica que los parlamentarios son representantes y no mandatarios, ya que estos gozan de autonomía propia una vez han sido electos y ejercerán sus cargos mediando una cuota de responsabilidad y objetividad al momento de legislar; en cambio los mandatarios deben realizar lo que su mandante le indica, en este caso el pueblo.

Así, de Rousseau nace el concepto de "soberanía popular", mientras que del abate Sieyes nace el de "Soberania Nacional". Ambos conceptos se dan indistintamente en las constituciones modernas, aunque después de la Segunda Guerra Mundial ha retomado con fuerza el concepto de soberanía popular que se mira como más cercano al pueblo, el cual se supone que actualmente tiene un grado de cultura cívica y moderación mucho más alto que en el tiempo de la Toma de la Bastilla en 1789.

También la palabra soberanía se conceptualiza como el derecho que tiene una institución política de ejercer su poder.

Tradicionalmente se ha considerado que son tres los elementos de la soberanía: territorio, pueblo y poder.

En el derecho internacional, la soberanía es un concepto clave, referido al derecho que tiene un estado para ejercer sus poderes.

Usualmente el concepto de soberanía se refiere al Estado. En las monarquías absolutas, el Estado se identifica con el rey («El Estado soy yo», dijo Luis XIV). De ahí que el monarca sea llamado soberano, denominación que aún perdura.

El término Soberanía Popular («la soberanía reside en el pueblo») se consolidó durante la Revolución Francesa y se estableció frente a la tesis de la Soberanía Nacional.

En el caso venezolano, el gobierno de Hugo Chávez, promovió una política en defensa de la soberanía de los pueblos, respeto, paz, solidaridad y colaboración entre los gobiernos del mundo. Siempre resonó su voz digna y fuerte, respetada en el ámbito mundial, defendiendo una política internacional dentro de un nuevo concepto de un mundo multipolar que nadie había planteado anteriormente, para establecer un diálogo, en el marco de la diplomacia de paz con los otros pueblos del mundo que respondía a una visión geopolítica de la Revolución Bolivariana.

Durante el gobierno del Comandante Chávez, Venezuela tenía su política, su fuerza, su estrategia y visión geopolítica, basadas en el nuevo Proyecto Bolivariano fundado, dirigido y encaminado hacia el objetivo de afianzar y fortalecer la democracia, la independencia y la soberanía del país dentro del modelo socialista. Una visión geopolítica reconocida y respetada por muchos gobiernos y pueblos del mundo. Pero desafortunadamente, eso que llaman el madurismo, abusando del nombre de Chávez y haciéndose pasar por socialista y revolucionario, la ha ido destruyendo paulatinamente, al promover y permitir que empresas transnacionales desterradas de Venezuela por la Revolución Bolivariana hayan regresado con más fuerza de la que tenían antes de iniciarse el proceso revolucionario. Actualmente el madurismo está entregando nuestra independencia y soberanía a los capitales chinos, rusos, turcos y norteamericanos. Claro está que para que esa entrega sea realmente posible, el madurismo requiere imponer una nueva constitución nacional que sustituya la actual CRBV.

Por tal razón, pretenden sustituir o reformar secretamente la CRBV, haciendo uso de la "ilegitima e ilegal asamblea nacional constituyente" que han impuesto caprichosamente, abusando del poder otorgado por el pueblo y contra su voluntad, para luego aprobarla por medio de un REFERENDO MANIPULADO, pero ignoran que el pueblo venezolano ha madurado políticamente gracias a las enseñanzas de Chávez y difícilmente caerá en esa trampa. Para asegurarnos de ello es preciso que tomemos el control de los medios públicos de comunicación e información, que pertenecen al pueblo y no al gobierno.

Nuestra historia petrolera está signada por la expoliación y el saqueo impuesto al pueblo venezolano con la complicidad de gobiernos entreguistas.

Sin embargo, también se ha escuchado la voz de patriotas, nacionalistas y revolucionarios, en contra del entreguismo, la colonización y la neo colonización sobre nuestros recursos, como la de Gumersindo Torres, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Alí Rodríguez Araque y Hugo Chávez Frías.

La última batalla, enfrentada por los venezolanos en pro de nuestra soberanía fue la que logró la derrota de la Apertura Petrolera de 1996, que incluyó un golpe de Estado apoyado por el gobierno de USA, un cruento sabotaje petrolero, ocasionado por la legítima reversión política y legal de los Convenios Operativos y las Asociaciones Estratégicas que intentaban privatizar el petróleo venezolano.

Fue una monumental batalla dirigida magistralmente por el comandante Chávez, que duró más de 5 años y que culminó con la nacionalización de la industria petrolera venezolana el 1ero de mayo del 2007, y la implementación de la política de Plena Soberanía Petrolera, que proporcionó al país más de 600 mil millones de dólares en apenas 10 años. Estos son algunos de los logros cosechados por haber derrotado a la Shell, la Conoco-Phillips, y la Exxon Mobil, entre otras transnacionales que se habían repartido el país con la Apertura Petrolera de 1996. Pero lo más importante de todo es la "Recuperación de la Soberanía" sobre el manejo de nuestros recursos.

Por todo lo expresado anteriormente, el Bravo Pueblo Venezolano está en la obligación de defender, hoy más que nunca su Soberanía, pues de no luchar por ella, se expone a perderla definitivamente y con ella a ser eternamente pobre y esclavo del capitalismo mundial.

10 /10/ 2018

 



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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