Bachiller Almugre: ¿Quién quemó la biblioteca de Babilonia?

Una Ciber-Crónica Transdisciplinaria donde El Tal Cucho Berbín escudriña La Didáctica de La Historia Universal en nuestro Bachillerato a la par que pretende jurungar en Las Entretelas de La Totora, Sesera, Molleja o Cacumen de El Bachiller "Almugre".

Mañana soleada. Suena un timbre estridente. Salón de clases. Entra El Catedrático de Historia Universal del Liceo Aristóbulo "Fúmate-Tu-Lumpia" Istúriz. Trae polvo del camino y trae la espuma del río. Mentira: lo que trae es un flux-cito originalmente negro oscuro funeraria, hoy agrisado, desleído, casi descolorido. Deshilachado, macilento atuendo, que conoció, seguramente, mejores tiempos de lavandería. Hoy prohibitiva y por la estratósfera económica. Es el profesor Eurípides Aristófanes Gutiérrez, de origen maracucho, obviamente. Es flaco, hirsuto y enjuto este docente Eurípides Aristófanes. Cienes hundidas, mofletes chupados y pelambre ligeramente desgreñada. Se desplazó por el pasillo y dejó, tras de sí, un leve tufillo, pestilencia o hedentina de "Violín Stradivarius". Con toda certeza: sus sobacos hace tiempo no tienen un roce higienizante y fragante con el "Mum Bolita" de quince melones. Parece una copia al carbón del retrato aquel de los bodegueros, donde aparecen el gordiflón feliz que vendió al contado y el flaco con cara de desesperanza y pelazón de bolas que vendió a crédito. Él se asemeja mucho a este último. Pero Eurípides no le para bolas al mundo "porque el mundo no le para bolas a él".

Sin preámbulos, lanza su primera pregunta didáctica "rompe-hielo". –"A ver, a ver, Bachilleres": … Silencio sepulcral en el salón. A ver, a ver, muchachones: ¿Quién Quemó La Biblioteca de Babilonia? Nadie osa meter la pata con una burrada por respuesta. Se engarruñan para esconderse -¡inútilmente!- en sus pupitres. Se saben ignaros y en la "inopia histórica", Profesor Omar. Como quiera que nadie abre la cavidad bucal, El Profesor Eurípides Aristófanes apunta con su dedo larguirucho y huesudo al Bachiller Almugre. –"Usted, Bachiller Almugre, dígalo en alta, clara y audible voz: ¿Quién Quemó La Biblioteca de Babilonia, jah?"; Unas ráfagas incontrolables de terror y culpabilidad se apoderan de la humanidad de El Bachiller Almugre que tiembla y transpira sudor a mares. Le dan súbitas ganas de mear. No arranca a correr a casa de mami dando alaridos, porque será el hazme reír de todo el liceo, mientras asista a clases. "Lo agarrarán para sopita". Y a duras penas atina a decir, entrecortado, nerviosillo y vacilante: -"¡Yo no fuí, profe!¡Créame, que yo no fui! ¡Se lo juuuro!"; "¡Carajo! … -se dice El profesor Eurípides para sus adentros-; ahora sí que se juntó la güate con la pomada; la Ignorancia Histórica, carcome, roe, socava, hace presa y consume las pobres mentes de estos párvulos incautos; pero El Más Tapado de toditos-todos es, sin duda alguna, El Bachiller Almugre". Y reflexiona más: "estoy tentado de pensar que Mister Tapara, el profesor que güachapea el inglés, -según El Colega Gaspar Marcano de Maturín-, le dio clases y le contagió su brutalidad químicamente pura. A ese ADECO profesor Tapara deberíamos expulsarlo ipso facto de este plantel, antes de que haga más daño cognitivo a esas tiernas mentecillas en formación".

Y, "como alma que lleva el diablo", (Martin Valiente, dixit), corre despavorido El Profe Eurípides a La Dirección de El Plantel. –"Señor Director Miguel "Pomponio" Rivero: acabo de preguntar en mi clase de Historia Universal, MI CLASE DE HISTORIA UNIVERSAL, -¿Me oyó bien, Miguel "Pomponio" Rivero, ah?- … Quien Quemó La Biblioteca de Babilonia y El Bachiller Almugre me contesta que él no fue; … -"¡Párelo ahí, Mi Profe Eurípides, no se me sulfure; ya pasaron los Tiempos Dorados de Nosotros Los Maestros Palmeta, cuando uno le arrecostaba diez zambombazos ¡bien arrecostados! por la cabeza o por el lomo a éstos granujas y decían la verdad; a ese Tal Almugre ¿Así se llama? …no hay forma de hacerle confesar la verdad-verdadera, o que zapeé a los compañeritos de su clase; a menos que le consigamos los fósforos y el querosén en el bulto escolar; … ¡así que olvídese!", riposta El Director Miguel "Pomponio" Rivero. Y agrega: "por ahí hay, en una cuenta bancaria, una platica sobrante de La Sociedad de Padres y Representantes". Si le vamos retirando real, de a poquito, piano-piano, hechos los cochinos meando, como quien no quiere la vaina, nadie-nadie se va a dar cuanta. Y usted, bajo de cuerda, puede ir comprando Los Libros de La Fulana Biblioteca de Babilonia esa que chamuscaron los alumnos y que tanto le preocupan a usted. Profe: delego en usted tan delicada tarea. ¡Adelante, a luchar, miliciano!

El Profe Eurípides deja al Director Miguel "Pomponio" Rivero con la palabra en la boca y corre jadeante al estacionamiento a buscar su destartalado y minúsculo Volkswagen, que, según los colegas profes burlones, "pasa aceite con todo y pote". Arranca en una densa nube de humo, polucionando el aire y fumigando y espantando a mosquitos y alimañas mil. Que las dos cosas, al unísono, hace su espantajo de cacharro. ¡Brrrrummm… pack-pack … brrrrrummm! Lleva entre ceja y ceja comunicarles a los padres de El Bachiller Almugre lo bruto, menso, cernícalo, babieca, caído de la mata, cogido a lazo y muy lerdo que está el muchacho. "A lo mejor todavía se puede hacer algo, Virgencita de Viboral; si ese muchacho sigue así de pandorga, para en adeco, segurito; por la medida chiquita". Muy indeciso, sin embargo: ignora como los padres de Almugre tomarán la cosa de lo extremadamente mongólico que está su hijo. Por ello se detiene, justo en un kiosquito de chucherías frente a La Quintica "Los Almugre". Le pide un "güayoyo" y un tostadito cachito grasiento al propietario del ventorrillo. Y le echa el cuento al quiosquero. No omite detalle alguno, pues el quiosquero, ha dicho que los conoce a fondo a todos-todos Los Almugre. De las rubieras y maluquezas que hacen, de lo extremadamente pícaros que son. "De hasta la patica que cojean y de que son mala pagas". Cuando termina el relato, el quiosquero se sume en un denso, profundo y prolongado silencio. Al cabo del cual, brilla en la parapara de sus ojos una chispita de sabiduría. Le pone la mano en el hombro al Profe Eurípides Aristófanes, y de modo paternal le aconseja: -"Mire, profe: no vaya para esa casa, no pierda su tiempo con esos bichos malucos. Porque toditos ellos, hacen las vainas y después "SE DESNIEGAN".

Así es Almagro, El Secretario Payaso Triste de la OEA. Hace las vainas, amenaza a Venezuela con "Invasión Amistosa" -y bombitas … ¿Porque qué INVASIÓN IMPERIAL que se respete no trae sus misiles y sus bombitas?; hace las vainas, habla bolserías, dragonea, y después, con el rabo entre las piernas, con su cara muy lavada, Almagro SE DESNIEGA. Porque le faltan cojones y hombría. Y porque, seguramente, sus amos gringos, a los que sirve como perro servil, lo han mandado a que SE DESNIEGUE. Porque él, -¡pobre diablo!-, es un patético cachifo tarifado. Y, como diría La Vieja Pancha Tumuza, QEPD: "ÉL NO SE GOBIERNA".

¡NOS VEMOS, CIBERLECTORES: A MENOS QUE SE ME AFLOJE LA OBLEA Y ME "DESNIEGUE"!



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Cruz Berbín Salazar


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