Las migraciones han acompañado al hombre desde los albores de la humanidad, y así se explica que habiendo tenido origen el Homo Sapiens con todos sus ancestros en las planicies del Sur de África, hayan terminado poblando todos los continentes, migrando en principio hacia el Norte, Asia Menor y de ahí a Europa, Asia, pasando el estrecho de Bering llegaron a América y desde Asia, poblaron todos los territorios que se encuentran al Sur, alcanzando las islas como Sumatra y Borneo hasta llegar a Australia y Nueva Zelanda.
Las migraciones casi siempre fueron compulsadas por accidentes meteorológicos asociados al clima, heladas, inundaciones o sequías y éstas últimas, parecen haber sido la causa no sólo de las migraciones, sino de prácticamente el aniquilamiento de los Mayas, que inexplicablemente abandonaron preciosas ciudades bien planificadas y hermosamente desarrolladas
También han sido causa de migraciones acontecimientos ligados al comportamiento humano, como consecuencia de guerras, persecuciones religiosas, y pretensiones expansionistas de sociedades más avanzadas, y militarmente más poderosas, que tanto internacionalmente como al interior de los países, causan oleadas de desplazados en busca de una vida mejor; En la actualidad las migraciones internacionales las encontramos en los refugiados de los países azotados por las guerras desarrolladas en el Norte de África y Asia Menor, que por cierto hoy mueren por miles en el Mediterráneo tratando de llegar a Europa y las otras migraciones por conflictos internos como en el caso de Colombia, que es el país con mayor número de migrantes en el mundo, consecuencia de 50 años de conflictos bélicos, que aunados a una vida rural plagada de escaseces con una miseria rampante, crea los desplazados y a toda vista obliga el éxodo de sus lugares de origen para tratar de alcanzar un futuro mejor.
Venezuela ha sido objeto de una avalancha migratoria de los países hispanos que se encuentran al Sur, tanto ecuatorianos como peruanos pero especialmente colombianos que, sobrepasan los 5.500.000, distribuidos en todo nuestro territorio y a quienes hemos recibido sin ningún tipo de discriminación, los hemos acogido con nuestra característica hospitalidad y los proveemos de todas las facilidades que brinda nuestro país sin distingo, tanto en lo educativo, como asistencial y les proveemos de trabajos y en muchos casos vivienda, que se pudiera pensar que fueran exclusivamente para los nacionales.
Ahora bien las ideas anteriormente expresadas dan clara muestra de que nuestro país a pesar de la crisis actual, podría ser el Shangri-la del Nuevo Mundo , el Horizonte Perdido de James Hilton pero en Sur América, la aspiración de la felicidad para todos los humanos, pero especialmente para aquellos, que no han podido a la fecha disfrutar ni tan solo de una vida medianamente vivible con esperanzas y tranquilidad sobre lo que deparará el futuro y aunque a diferencia de los Estados Unidos siempre estamos dispuestos a recibir migrantes, en nuestro caso latinoamericano, debemos pensar con tiempo en que es necesario preparar una reglamentación para la recepción de inmigrantes, ya que el exceso de facilidades que damos a quienes llegan, puede impulsar a los que huyen de la pobreza y las dificultades que sufren en muchos países, a poner sus ojos en Venezuela, donde posiblemente hasta llegarían a producir una crisis interna, sobretodo en las críticas circunstancias actuales, con limitación para adquisición de bienes como alimentos, medicinas y ciertos servicios deficitarios como electricidad, acueductos y en determinados prestaciones asistenciales, donde la capacidad hospitalaria está llegando a niveles de saturación y resultaría muy triste que tuviéramos que regresar a pacientes colocados en colchonetas en los pasillos y que parte de los migrantes afectados de la salud se convirtieran en focos de propagación de enfermedades, por no poderlos aislar debidamente, o niños en las escuelas sin pupitres para sentarse a escribir, porque el número de inscriptos supere la capacidad de los institutos educativos.
A lo anteriormente mencionado debo agregar, que ya en otra oportunidad el gobierno estadounidense sugirió a Venezuela que, recibiera migrantes haitianos porque ese inmenso país de más de 9.800.000 km cuadrados tenia dificultad para albergarlos y la política antiinmigración que adelanta el Gobierno de Donald Trump, que por lo que se ve aunque con otra visión de los Demócratas, es una política de Estado, ya que hay que recordar que el célebre muro en la frontera con México, no es invención de el actual gobierno de USA, sino que viene de años y administraciones atrás y que al aumentar las barreras antiinmigración, los migrantes latinos, podrán su vista y esperanzas en el país que ofrezca las mejores condiciones para establecerse y progresar y sin lugar a dudas este es Venezuela máxime cuando las propias autoridades lo pregonan.
Loa migrantes venezolanos hacia otros países especialmente hacia el Sur, en general son migrantes que en razón de las dificultades que atraviesa el País, parten en busca de nuevos y promisores horizontes, parte de ellos por razones de tipo político, pero en general con un buen bagaje cultural, muchos profesionales en Medicina e Ingeniería, y al llegar a los países de acogida son recibidos con beneplácito, porque pueden cubrir las carencias de estos profesionales y en general sólo una parte los migrantes necesitan de servicios sociales y eventualmente se pueden convertir en carga en su nuevo país.
Debo manifestar que veo con preocupación que altas autoridades del Gobierno publiciten a los 4 vientos las bondades de venirse a vivir a Venezuela, de todas las facilidades que se dan y de la celeridad, prácticamente sin requisitos conque se les proveería de documentos de residencia y hasta de nacionalidad Con la supresión del contrabando de combustibles hacia Colombia y el indispensable control de la extracción de alimentos y medicinas, ojalá me equivoque, pero creo que tendremos una oleada que será casi incontenible de ciudadanos colombianos, movidos por la necesidad donde no dejarían de colarse delincuentes o narcotraficantes y hasta una quinta columna de paramilitares colocados por el gobierno neogranadino como apoyo a las amenazas bélicas contra Venezuela.
