A Diosdado y al PSUV

Estimados camaradas, hoy me permito hacer una reflexión como revolucionario, para elevarla a ese debate tan necesario que se viene dando a todos los niveles de nuestra organización en el IV Congreso del PSUV.

Cercano a las elecciones

Cada vez que se aproxima un proceso de elecciones, unos con ganas de servir y otros ansiosos de prebendas, nos desgastamos en luchas internas y sin darnos cuenta le vamos abriendo el camino a la ultraderecha, que disfruta de estas miserias y debilidades para avanzar en su único proyecto, de retomar el poder para continuar las políticas de despilfarro y derroche del erario público que aplicaban en aquella Cuarta República, donde se beneficiaban de la Patria solo pequeños grupos de poder sin importarle un pito las necesidades del pueblo.

Tiempos de valientes
Venezuela enfrenta una de las más grandes crisis de nuestra historia democrática producto de una Guerra Económica inducida desde los más altos niveles de la política norteamericana y con la anuencia de gobiernos derechistas del mundo, pero contamos con un gobierno revolucionario que encabeza el Combatiente Presidente Nicolás Maduro que ha venido tomando medidas acertadas para ir enfrentando este ataque despiadado de quienes se creen los dueños del mundo, también hay un pueblo valiente y firme en conciencia, que ha sabido soportar este ataque con la frente en alto, pero hace falta el compromiso de las instituciones para continuar este avance necesario.

Compromiso necesario

Es necesario el compromiso de los partidos revolucionarios y su dirigencia y militancia, del Gran Polo Patriótico, de los Movimientos Sociales, de los estudiantes, de los Misioneros, del Consejo Comunal, de las Comunas, de Los Jefes de Calle de los Ministros y Ministras, del empleado público Directores en las Alcaldías, de los y las Concejales, de los directores y maestro de escuelas públicas, de las secretarias, del ascensorista, del obrero, en fin en cada uno de nosotros (funcionarios públicos) hace falta fortalecer ese compromiso como y convertirnos en servidores y servidoras públicas y entender que los cargos que ostentamos en revolución, obedecen a la voluntad del pueblo y es al pueblo a quien nos debemos; a veces da pena ajena ver a altos funcionarios de la administración publica en gobiernos municipales y nacionales anteriores que pasan por el lado del pueblo y lo que reciben es una mala mirada o en peor caso son ignorados, peso este que no llevan de gratis, ya que se debe a su mal comportamiento ante el pueblo que los eligió o la mala gestión cuando estaban al frente de dichos cargos importantes.

El servidor público

En revolución las cosas no se hacen para ser reconocidos ni recibir favores a cambio, pero que satisfacción causa cuando se anda en la calle con la familia y se acerca alguien para agradecerte por haberle dado la mano en determinado momento; a veces la solución o el aliviadero está en un simple gesto de humildad, en escucharlos, en una palmada en el hombro o en un buen consejo. Muchas veces sin saberlo somos vistos como la esperanza de quienes a diario transitan a nuestro alrededor, de quienes viven en nuestro barrio, en nuestro Municipio, en nuestro Estado o en nuestra Patria y cuando esa esperanza se convierte en un mal gesto puede traer consecuencias irreversibles para ese ciudadano común que día a día anda en busca de una solución para algún problema o necesidad en particular y que incluso puede tener propuestas viables para ser canalizadas por ante las estructuras burocráticas del estado, este ciudadano o ciudadana no debe ser visto como un pedigüeño, simplemente son personas que fueron excluidos por mucho tiempo y que hoy producto de las políticas de inclusión social implementadas por un gobierno revolucionario del Comandante Hugo Chávez y que hoy continua el presidente Nicolás Maduro, se sienten incluidos, son participes y actores esenciales del proceso revolucionario, demostremos ante ellos que no están equivocados y atendámoslos con cariño y compromiso, son ellos y ellas la esencia de nuestra revolución bolivariana.

Cuando el pueblo da una crítica

Hay que saber oír la voz del pueblo, las criticas debemos tomarlas como una gran oportunidad para corregir, son una herramienta importante que sirve de contraloría a una gestión y a nuestros actos, si las apartamos a un lado y nos enfrentamos a quien nos hace las críticas, quizás estaríamos perdiendo la oportunidad de mejorar, la mejor critica viene del pueblo llano, depende de nosotros si las tomamos o no, en política no es el mejor cuadro el que aplaude todo cuanto decimos y esconde los errores, el mejor aliado es aquel que orienta, aquel que es capaz de decir verdades aunque duelan, pero esperando que sirvan para enmendar o mejorar alguna acción, aquel capaz de aportar ideas sin ningún interés más que el beneficio de las mayorías.

El debate de las ideas.

Esto solo se logra internalizando que en la política los altos cargos o cargos burocráticos, son para dar respuesta a las necesidades colectivas, y esto solo se logra con el debate y el dialogo permanente, comunicándonos de manera continua en un debate sincero, aportando en positivo desde nuestras trincheras, formándonos cada día y retroalimentando nuestra conciencia en el debate de las ideas y el sincero intercambio de saberes para decir con orgullo que estamos haciendo patria, que vamos hacia la construcción de "La patria Socialista".

El PSUV y paridos aliados "Generadores de políticas"

Entendiendo que los partidos revolucionarios deben ser generadores de políticas y que estas deben ir en beneficio de las mayorías, es hora que dichas políticas se construyan en colectivo, con el aporte de la militancia, donde nuestros gobernantes reciban el mandato de los partidos para la aplicación de planes y proyectos generados desde el seno de las bases del partido expresada en nuestra militancia, frentes sociales, colectivos de trabajo, movimientos culturales, organizaciones deportivas, Concejos Comunales, Clap y distintos movimientos en combinación directa con la dirección de cada partido.

El partido debe ser el ente articulador Pueblo- gobierno, debe ser en el seno del partido en clara conexión con las estructuras sociales y el poder popular donde se generen políticas que permitan apalancar la gestión de gobierno sin mezquindades, pero eso si con mucho tino, para que estas políticas estén acorde con las verdaderas necesidades, son muchos los saberes que se encuentran en el barrio, pero se hace necesario saber escucharlo para convertirlos en un cúmulo de ideas que redunden en beneficio colectivo.

La lealtad a nuestros principios

Nuestros actuales dirigentes, Alcaldes de la revolución, Gobernadores de Izquierda, Diputados, Concejales, Ministros, Ministras, tienen una gran tarea de lealtad con el pueblo y con la militancia revolucionaria, y es lograr concretar de forma definitiva una estructura acorde con los grandes cambios que se vienen generando en nuestra revolución, teniendo como punto de partida la Constitución y "El Libro Rojo" en el caso del PSUV, entendiendo que no basta solo ser el partido más grande de Latinoamérica en cantidad de militantes, sino hace falta ser también el más grande en calidad revolucionaria, compromiso y conciencia de Patria.

Creemos en esto y para eso definimos como camino el Socialismo, estamos ansiosos que se cubran nuestras expectativas, las expectativas de un pueblo que despertó en conciencia y está claramente convencido que la vida es mejor solo en revolución pero urge de líderes capaces, de una dirigencia dispuesta a intercambiar saberes para crecer junto al pueblo, formándonos en el debate de las ideas sin mezquindades y convertirnos realmente en "Millones una sola voz, un pueblo libre en revolución" como bien lo expresa el himno del PSUV.

Esta nueva realidad nos exige prepararnos cada vez más para poder atender a las expectativas de un pueblo digno que está hambriento de solidaridad, honestidad, justicia social, reivindicaciones, y sobre todo lealtad y camaradería en este avance hacia la patria socialista.

Unidad revolucionaria

Es hora de entender que debemos marchar unidos y tomar medidas urgentes inmersos en nuestros hogares y nuestros sectores populares que eviten a toda costa que se diluyan los esfuerzos hechos hasta ahora para fortalecer este bonito proceso, hoy nos encaminamos hacia un nuevo proceso de elecciones a Concejales y debemos ir de la mano como cuando vamos a una celebración familiar, nuestro voto debe ser con mucha conciencia, esa que nos permita generar los cambios o ajustes necesarios eligiendo a los y las mejores, y así luego de los resultados obtenidos, ir todos en bloque junto al pueblo a defender cada logro, cada política implementada por nuestro líder Nicolás Maduro y continuar el reimpulso necesario que nos lleve a vencer las dificultades en este momento coyuntural.

 



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Edgar Carmona


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