Homosexualidad, poder y reflexión

Al abordar un tema que llevo como piedrita en el zapato desde hace algún tiempo, vino el recuerdo de la ocasión en la cual nos tocó abordar como familia, el tema de la homosexualidad en uno de los nuestros, hace casi treinta años…debo acotar lo más importante que allí sentimos lejos de la crítica, de los juicios y de la intelectualidad: allí prevaleció el amor, y aunque el tema no estaba muy claro para nosotros, se impuso el respeto, la admiración por las elevadas condiciones humanas, la excelente conducta y deseos de superación de nuestro familiar para comprenderlo, aceptarlo, tranquilizarlo y amarlo mucho más…

Esta vivencia  ha sido muy útil en lo sucesivo, agradeciendo la inexistencia de conductas homofóbicas en nuestra familia y en especial para abordar este tema, que ayudó a re- educarnos para comprender mejor algo que está ubicado en la normalidad del ser humano. Ahora, lo que necesito poner en la palestra de la discusión sana, es lo referido a los sedimentos ideológicos del colonialismo, del mercantilismo, del patriarcado, entre otros, y que llevamos como un peso en el inconsciente colectivo determinando nuestras conductas y las de aquellas personas que sienten y se perciben en un género con el cual no coincide su cuerpo.

Logré llegar a la esencia al observar por ejemplo, en la conducta de algunas de mis amigas lesbianas una especie de intento de ser más varoniles asumiendo conductas déspotas, maltratadoras, violentas e incluso discriminadoras, que cambiaban su gestualidad y su trato de manera notable, representando al macho dominador y prepotente, típico del patriarcado, del colonialismo dominador del sistema capitalista y de las sociedades que generaron desde su dominación, muy alejada por cierto del humanismo. De allí que el tema se enmarca en el contexto de lo que busca una revolución socialista, en especial en las vivencias de la Revolución Bolivariana en su joven edad de apenas 20 años y algo más.

En relación a mis amigos homosexuales, me hace ruido la representación de las mujeres divas , cuya principal motivación es lucir senos y nalgas grandes, en el devenir de una vida que se les antoja como una pasarela para lucir el tongoneo y el buen vestir, en una especie de fantasía que los desubica de la realidad que estamos confrontando. Lo más preocupante es que eso  influye directamente en sus opiniones, en la forma de criticar y en la forma de comportarse y concebir sus espacios laborales. En este caso también prevalecen los falsos valores sembrados por el capitalismo, ese que debemos combatir en todos los terrenos,  en ocasión de resaltar lo que fue el matriarcado desde los albores de la humanidad y del papel histórico de la mujer guerrera, militante, combatiente y valiente, capaz de poner la vida de sus hijos y la propia al servicio de la causa revolucionaria; en vez de imitar la gobernanza natural de la mujer gerente a todas luces, capaz de ejecutar por lo menos cinco actividades a la vez sin perder el control, todo lo cual percibieron los fundadores del sistema capitalista, imponiendo un liderazgo que aplastara esas capacidades, ocultándola y convirtiéndola en mercancía  o sometiéndola al maltrato, atemorizándola con  algunas religiones y sus mitos, minusvalizándola hasta más no poder, colocándola a sus espaldas para su servicio y generalizando el meta mensaje “ detrás de un gran hombre hay una gran mujer”...no me jodas!

Ese pésimo referente prevalece en el modelo de mujer que parece influenciar la conducta del hombre homosexual para ser femenina: craso error –sin culparlo- pero lo entendemos, es lo que prevalece en la sociedad en la cual vivimos. Ahora bien, visto el fenómeno en Venezuela en el contexto de una REVOLUCIÓN, vale la pena desarrollar una discusión sana y prestarle la debida atención y vaya que lo estamos necesitando, sobre todo cuando se trata de gerenciar un proyecto revolucionario, puntal y referencia del mundo, en la delicada fase fundacional que le compete, y habiendo asumido el gran avance de respetar las diferencias de género y la aceptación amorosa de las personas homosexuales, gracias en gran medida, a nuestro padre comandante eterno siempre presente, Hugo Chávez Frías.

De esta manera llego al epicentro de mi preocupación, dejando claro que la condición sexual no es un problema, sino: ¿Cómo están gerenciando quienes con esta condición, tienen cargos claves y de alto nivel en nuestro gobierno actual?

De acuerdo a lo planteado y por confusiones ideológicas como esas, encontramos en responsabilidades claves a nivel gerencial  la representación práctica concreta de este fenómeno, por llamarlo de alguna manera. Constituyen un modelaje para el país, actúan y toman decisiones con ese sustento ideológico en posiciones de poder que deben ser revisadas. Veo con cuidado  que se constituyan  roscas o clanes  que actúen en franca confrontación entre sí, lo cual diríamos que es humano ¿? Pero que los herman@s  homosexuales hagan grupos para confrontar el poder con sus hermanos heterosexuales, por citar sólo un ejemplo, es un fenómeno por observar- entre otros- y al cual invito en los entes gubernamentales, porque TODO LO QUE PERJUDIQUE UNA GESTIÓN DE GOBIERNO, debe ser analizado. Aclaro: lo más importante es lo político y lo ideológico, el ser humano, la convivencia sana y sobre todo, priorizar nuestro proyecto revolucionario.

Las roscas y clanes ganan adeptos sobre todo en la búsqueda de beneficios económicos y de poder con mucha facilidad, la adulancia y la codicia alimenta estas formaciones grupales que ponen en riesgo cualquier gestión, porque lo principal se convierte en secundario y lo que se proyecta al país constituye un modelaje. En síntesis, se trata de una trampa ideológica para preservarse, de un sistema en decadencia que en su caída, es más agresivo y peligroso. Como tenemos el reto de arrancar esa mala hierba del capitalismo salvaje, debemos estar alerta.

La intención de estas reflexiones es generar una polémica sana, para que se evalúen las gestiones de gobierno en todos sus ámbitos, sin que se interprete que exista alguna predisposición o asunto personal:  este es el aporte que hago, desde la perspectiva de una abuela de 66 años que nació, creció y sigue estando al servicio de la causa revolucionaria, para aportar humildemente la visión que los años me  otorgan  en esta amada patria, en el contexto de la gran patria latinoamericana y el derecho mundial a ser libres y soberanos. Prefiero el anonimato, evito en todo caso publicidad alguna, pero en esta ocasión, he firmado con mi nombre para asumir la responsabilidad de lo que quiero plantear como un aporte, jamás como una crítica tendenciosa.

Soy madre y mujer, escritora, poeta y militante feminista, contra la discriminación,la xenofobia y la homofobia, siendo los únicos títulos que me importan, enhorabuena.

La autora es: Jubilada de CORPOELEC

Karote28@yahoo.es



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