Entre la oportunidad y la condición

Siempre se diferencia; hay un abismal entre la igualdad de oportunidades y la igualdad de condiciones, la oportunidad se centra en la competitividad, agrede, disgrega, causa ruptura, disloca el hábito social y displace al debido grado humano, enajena la naturaleza del pensar. La condición coagenta estabilidad, sosiega, fraterniza, la equipara, mejora la sucesión social. La oportunidad es juego de azar en un casino con ruleta arreglada, el haragán es de la casa. La condición es ese piso o asiento que basamenta lo socialización y propicia la seguridad generalizada; dígase, nunca deja de ser colectiva, no coadyuva en el uso de lo individual, lo inconstitunializa dándole contexto de poco adecuado e inconexo político.

Dos polos en constante circuito en un mundo del flagelo polarizante, uno acentuado en la materialización de la riqueza a toda costa, in-distributiva, desequilibrada, parcializada, sin términos prudenciales, desproporcionada del mero irracional, en franca desvalorización y la mistificación ambiental, en degrade conducente hacia la sima de una in-sociedad con promiscuidad ética-socio-filosófica-económica, apológica del desastre y en cuya incuba la voraz e inutilitaria sistematización de la guerra como medio de dominio-exterminio del contrario pensante-ideológico. Desde donde emana la imperialidad que acude a querer perpetuarse como sistema oligopólico del pensamiento, como mordaz entube "social" que distorsiona toda capacidad a la usual convivencia racional, desasosiega el conjunto humano, irriga al torrente crúor de una sistémica ira-violencia que propensa hacía el final de los días. El otro surge del equilibrado razonamiento humano; siglos de confinación de los derechos universales le han puesto en la siempre senda de la siempre lucha y del combate ideario, el uno, se ha apropiado del valor que le da un efímero poder instantáneo, este otro, posee un valor que bien califica de indestructible y aunque se aprecie de muy débil, no le es, tiene la particularidad de masificar, de ser preponderante factor solucionante, conforma al pueblo. Porque, mella la factibilidad del pronunciado colapso, se ha compuesto del roce unitario de paz, de vivencia cotidiana, ha magnificado la condición en la medida del posible socializante para reconvertir la disconformita de los avalores.

Entre la oportunidad y la condición: la oportunidad es el hecho de existir que oprime y la condición es cohesión de existencia que entrevé aptitud vs lo actitudinal, es el vivac de la ley, luego va la norma que equilibra la redundante condición. La violación no exime, es producto de las diferencias en donde se pronuncia la constitucionalidad de una sociedad dado que en sí misma coapta a la condición, mas, eludirla cuestiona y aludirla contrapone lo ególatra. La humanidad no vence todavía el infra conflicto de ser un ser agrupante, no acomoda la organización, es un raro comportamiento inorgánico conductual que afecta su evolución social. No ha podido erradicar la incomprensibilidad, le arrastra a la sucesión de la crisis y del caos en que se envuelve con disparidad étnica; una razón de incapacidad de convivencia con influyentes dogma-políticos-religiosos que imperan por encima la lógica.



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Omar Ignacio Pinto


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