Las maniobras micropolíticas

Vistas las medidas económicas que se deshacen en forma que se deshacen en forma evidente, las resistencias sociales y orgánicas quedan convertidas en formas de burbujas aisladas cada vez más pequeñas de sobrevivencia personal, colectiva o familiar. La sociedad queda completamente desorganizada desde sí misma y se agrupan en pequeños núcleos de solidaridad cuando no de barbarismo, cuyos fines no dejan de ser los mismos: el resguardar nuestras vidas cual sea la forma. Las tendencias hacia la feudalización de la sociedad se hace cada vez más clara en cercas que nos rodean, con individuos sin historia, sin movimiento colectivo, efecto que para el psiquiatra Guatrari supone que pasamos a una era posmediática donde los aparatos distribuidos en redes interconextadas no hacen otra cosa que convertirnos en un YO estúpido que no se da cuenta de la fuerza que hizo su misma naturaleza. En definitiva su ligación entre individuo y colectivo en una tierra específica. Redes de sujetos sometidos como decía Sartre.

¿Cómo se sobrevive con un dolor y una carencia absoluta a la vez que es más

o menos la situación intervalos que nos toca vivir abre al usencia de todo? Si comparamos la situación que vivimos hace veinte años podríamos dividirnos entre la dialéctica sartreana de la sumisión y la dialéctica de la libertad. Y esto no vale solo para un campo polarizado políticamente ya que esa misma fatalidad le ha tocado vivir a chavistas y opositores. Si vemos a Venezuela como un experimento de opresión que lo es, vale igual para uno u otro campo. De otra manera fuera imposible entender a la oposición dirigida directamente por los gringos y que en veinte años han tenido no menos de tres veces el poder en sus manos. Si hacemos una comparación entre México, Brasil, Argentina, Colombia, y los movimientos orgánicos que sobreviven vemos evidentes diferencias con respecto a nuestro país. Las divisiones políticas e ideológicas corresponden a una ética de la resistencia y a líneas de lucha muy parecidas a las que vivimos en estas tierras entre los años noventa y ochenta. La guerra de clases por más sangrienta que sigue manifestándose si se quiere son los deseos que siguen explotando y que se mueven en la misma sociedad. Por el contrario la Venezuela de hoy lo que lo que hace lucir es su fragmentación interna lo que a su vez explica con que rapidez (no menos de cuatro años) pasamos de ser una sociedad donde todavía se animaban disfrutes revolucionarios a una sociedad de hambre y carencia como jamás lo vivimos.

El asunto de la fragmentación que ya hemos tratado desde el punto de vista territorial (control desde la Guardia Nacional hasta toda cantidad de bandas armadas que han tomado el control territorial) hasta la fragmentación del mismo movimiento popular creada a partir de la fundación de un partido hegemónico como el PSUV, donde si a caso sobreviven autonomías comuneras que en estos momentos comienzan manifestarse y contrastar al Estado sin la capacidad de manifestarse como una fuerza propia que no dependa de los recursos que el Estado está en disposición de dar (hoy totalmente vertido hacia los intereses de los grandes terratenientes que controlan los monopolios hiperhiflacionarios de la economía) produce la dicotomía entre las burbujas sin ninguna capacidad funcional y los movimientos orgánicos que se perdieron desde el momento en que se impuso la lógica del caudillo y el Estado corporativo-burocrático.

Entre tanto sobre una sociedad de burbujas aisladas que en ningún momento son capaces de poner su piel y su capacidad movilizadora para enfrentar tamaña de miseria que nos toca enfrentar, tienen de alguna manera como recomienda nuestra mismo psicólogo Guatari forjar su propia fuerza esquiza. ¿Qué quiere decir esto?. Que no estamos sometidos solamente a fuerzas absoluto dominante, desde la familia hasta la bestia del Estado, que de aquí en adelante una fuerza extraña –loca si la quieren llamar así- mucho más allá de las imbéciles dicotomías políticas en que nos han encerrado por más de dos décadas ha de expresarse. Y queda poco tiempo ya que el fracaso de todo el programa de la reconversión-petro, esta ya manifestándose y en pocos días regresaremos al estamento donde ricos se inflan mientras la pobreza se agudiza. Este gobierno ha intentado un programa keynesiano dándole dinero a la gente mientras el rico entiende que necesita de compradores con recursos, como última salida a su catástrofe. Eso no va a funcionar ya que no hay programa ni acuerdo de clases (de hecho las representaciones políticas de la clase obrera son los primeros estamos corruptos y explotadores de su misma clase). Queda entonces que las burbujas aisladas manifiesten su locura, su disposición a reventar lo que ha sido un juego entre desmanes internos en conjunto con conexiones mafiosas externas que ha ayuda a colapsar por completo este país…..¡que se suelte la locura!....

 



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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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