Paro nacional… pero en twitter

Uno de los últimos dinosaurios stalinistas de la ex - Unión Soviética, Nikita Kruschev dijo alguna vez que "los políticos son iguales en todas partes. Prometen construir un puente incluso donde no hay río". Algo semejante sucede hoy en Venezuela con la fracción opositora del gobierno actual. Han acometido infinidad de acciones (boicot, saboteo, asesinatos, guarimbas, magnicidios, bachaquerismo, contrabando de cono monetario, manipulación mediática) con el único propósito de arrancarle la cabeza al titular de Miraflores, prometiendo a sus seguidores un paraíso democrático que sólo ellos se lo creen.

Más allá de las consecuencias negativas predecibles o los efectos positivos ofrecidos con la ejecutada Reconversión Monetaria, llama la atención la última ocurrencia de esta variopinta Oposición. Realizar un Paro Nacional pero a través de twitter como si las redes sociales fueran determinantes para poner patas arriba un país que durante ciento dos años ha sido saqueado por nacionales y extranjeros, sin ningún tipo de escrúpulos.

Que las redes sociales dan…"derecho de palabra a legiones de imbéciles" (Humberto Eco) no quiere decir que sirvan como escenario salvador, milagroso, para convencer y movilizar hacia la calle a miles y miles de personas adversas al "régimen". El mismo filósofo y lingüista italiano decía que "las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas".

Esta vanguardia política de Derecha perdió autoridad moral, credibilidad, prestigio, seriedad si alguna vez la tuvieron. A punta de engaños recurrentes, discursos baratos, actitudes arrogantes y sumisión al gobierno norteamericano se fueron cocinando en su propia salsa. Subestimaron la capacidad de pensamiento, nivel de preparación académica, sentido de pertenencia y la rabia psicológicamente inmanejable de los centenares de miles de seguidores que, en algún momento, confiaron en ellos.

Toda persona opositora al gobierno de Venezuela merece explicaciones directas, franqueza en el planteamiento, serenidad al momento de convencer. El ciudadano opositor quiere tocarle la mano a sus líderes, verlos cara a cara y sentirse orgulloso del coraje que tienen cuando el combate se pone sanguinolento, desde todo punto de vista. Y, exactamente ninguna de estas características poseen los "Borges, López, Ramos Allup, Velázquez, Machado" y el resto de la manada de los presuntos líderes que huyeron o se escondieron cuando sonaron los primeros tiros.

Ahí está la calle hambrienta, de bando y bando, de liderazgos honestos, valientes, inteligentes, con argumentos sólidos y un programa de país sustentado y sustentable, porque la crisis ha puesto frente a nuestras narices la verdad de una sociedad estructuralmente podrida, donde el valor de los artículos de primera necesidad es inaccesible para la mayoría de los venezolanos y venezolanas. Es imposible cubrir con un manto de palabras eufóricas, cadenas de televisión y bonos subsidiados una economía reventada en pedazos como imposible pedir la instauración de un nuevo gobierno, con un mensaje de texto de 280 palabras tuiteras, firmado con un emoticón.

Las fronteras siguen en estado de emergencia. La corrupción saltó la barrera de la impunidad y la ineficiencia convierte a la administración pública en una madriguera de cómplices e ineptos, con las excepciones de rigor, pues, cierto es que detrás de un escritorio de prefectura, alcaldía, gobernaciones, ministerios y cuarteles no todos aplican el "cuanto hay pa’eso" ni el otro matraqueo con fusil al hombro.

Convocar un paro nacional por twitter porque la reconversión monetaria es un fiasco anunciado, es similar a creer que un cura pueda ser al mismo tiempo pederasta y ministro de Dios y el Arzobispo, la voz de un ángel. Se le rinde culto al voto como la única opción "democrática" para elegir un gobierno capaz pero, son incapaces de hablarle a la gente con franqueza, cara a cara, en su sitio de trabajo y ambiente natural. Con la dignidad por delante.

Las redes sociales sirven para revolver el excremento mental de muchos con la realidad transmitida al instante. Es un aporte de las tecnologías de la información y comunicación para difundir la mayor cantidad de mensajes a millones de receptores, habitantes de este contaminado planeta nuestro, pero no como plataforma política por excelencia para construir o reconstruir una nación, sea petrolera o no, pequeña o mediana, latinoamericano o europea.

Tal como se habla de dinero inorgánico se pudiera inferir que esta Oposición es, simple y llanamente, virtual, mediocre, floja e inorgánica.



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Elmer Niño


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