Minutos antes de los, trascendentales, anuncios económicos del Presidente Nicolás Maduro, la Cuna el Gigante Chávez dio una demostración sorprendente de coraje, optimismo, organización, unidad y militancia revolucionaria, al llenar el centro de la ciudad con miles y miles de llaneros y llaneras ratificando su apoyo al Conductor de Victorias y repudiando el, cobarde, magnicidio frustrado que los, desesperados, paramilitares de Antioquia y Miami ordenaron contra la humanidad y la paz en Venezuela - y el continente-. Digo sorprendente, no por éste humilde opinador, que en todas sus columnas ha acertado los análisis coyunturales, sino por los eternos traficantes de la politiquería imperialista, derechista y sionista que se frotan las manos cada vez que sus operadores en Cúcuta, Bogotá o Lima, sabotean nuestra economía y envenenan la mediática internacional.
Le tocó a Barinas, justo éste día de anuncios "epocales", lanzar un primer mensaje esclarecedor al mundo entero: la tierra que apoyó con recursos, nobleza y lealtad a Bolívar; la sabana donde Zamora enterró al ejército oligarca, el mismo llano que parió a Chávez, salió a las calles de la Marquesa Rebelde a demostrar el alto grado de conciencia, firmeza y combate que mantenemos las y los llaneros en defensa de la Revolución Bolivariana. De todos los barrios, urbanizaciones, instituciones, universidades, campos y empresas, llegamos hombres, mujeres, jóvenes y niños con banderas rojas, tricolores, pancartas, maracas y tambores a gritarle a los paramilitares y terroristas que nunca caeremos arrodillados ante una dictadura criminal, como la que gobierna Colombia, que jamás entregaremos esta tierra sagrada, porque Maduro somos todos, porque la Fuerza Armada Nacional Bolivariana somos todos, porque Chávez somos todas y todos.
Y cuando el, paranoico, uribismo se atragantaba de polvo las narices para delirar ante las imágenes de calles repletas de Pueblo, ciudades de toda Venezuela con banderas rojas y puños en alto; cuando en el ala 16 del Pentágono los "especialistas" apretaban sus costosos bolígrafos, perplejos por el derrumbe de sus planes magnicidas, golpistas y de terrorismo económico, apenas pasando Uribe el trago amargo y alucinógeno, se viene el Presidente Maduro con las medidas económicas que significan la "extremaunción" a las mafias de la gasolina, las casas de cambio cucuteñas y la perversa red de traficantes de divisas que tanto daño le han hecho a sectores importantes de la sociedad, empujando a muchos venezolanos hacia la cruel aventura de la explotación humana en la región andina.
Ahora los desafíos y retos son más complejos para la Revolución Bolivariana porque se posiciona como referente económico en disposición de competir con los demonios del mercado regional, sin entregar ni un milímetro su moral y hermandad Latinoamericana, lo que vuelve más "verracos" a los grupos de terror que le despejaron el camino a Duque y financian a Poleo y Bayly. Más que nunca los hijos e hijas de Bolívar debemos estar unidos, creativos y alertas, porque el pragmatismo gringo y la desesperación paramilitar reaccionarán con brutalidad, mientras nosotros seguimos transitando el complejo, exigente, auténtico y prometedor camino al humanismo, al cristianismo, al socialismo, con la misma energía que le imprime Barinas a cada gesta, a cada llamado de la Patria.
