Auditórium

¡El desastre!

Aquel que instaura una dictadura y no mata a Bruto, o aquel que funda una república y no mata a los hijos de Bruto, sólo gobernará un corto tiempo.

Maquiavelo.

La gravedad de lo que ocurre en Venezuela no tiene parangón, hoy se requiere de un acuerdo nacional, o se seguirá marchando hacia la total destrucción de la economía, las empresas del estado, las libertades políticas, o en una vía expedita hacia una guerra civil. Con una revolución dispuesta a radicalizar cada día más sus acciones en contra de quienes considera sus enemigos. Hoy la patria con la diáspora muestra las heridas abiertas, y la destrucción del tejido político, social e institucional, fomentadas por militares totalitarios que hoy por una vía cuasi de facto ejercen el poder en esta etapa de la historia venezolana.

La hiperinflación que azota al país es comparable en este año 2018 únicamente con la máquina de la muerte del nazismo y el estalinismo. Hoy la recuperación de la economía no es posible en las condiciones actuales, porque la crisis económica y la escalada del hambre, acrecientan el peso del desastre económico, en todos los sectores, y que nos conduce por los caminos tortuosos del fracasado socialismo real del siglo XX.

La gravedad de esta crisis no respeta distingos políticos. Ya que su parentesco con los socialismos reales del siglo XX, y la enclenque revolución cubana, causan estragos en la población, a pesar de todas las leyes de la CRBV de 1999 que la contradicen. Este instrumento es violado por la nomenklatura que niega la alternabilidad en el ejercicio del poder.

En Venezuela, existe una plaga militar en puntos de controles en ciudades y carreteras, como si aquí hubiera un enfrentamiento con un país extranjero, una guerra civil o una contrarrevolución armada. Estas estrategias propias de la "la revolución cubana" pretenden ocultar el ataque hiperinflacionario del estalinismo contra la mayoría del pueblo venezolano que no aceptan su hegemonía de la miseria y el hambre a la cubana.

El hambre y el desabastecimiento en Venezuela producto de la hiperinflación. Impiden que el pueblo asalariado venezolano pueda comprar leche, café, azúcar, y papel higiénico para limpiarse el "culo"; con un pueblo sometido a horas de búsqueda y a largas filas para adquirirlos.

En Venezuela se toma la excusa del bloqueo para los desmanes dictatoriales del gobierno; hoy contamos con una espantosa caída de la producción petrolera.

El gobierno por la escasez de dólares ha dejado de ser un gran importador de alimentos del exterior, y ha comenzado a instrumentar un carnet de racionamiento, situación que suena muy familiar a los socialismos reales del siglo XX. Y al del sufrido pueblo de Cuba durante 60 años de miseria. La producción interna se ha ido a tierra dados los controles de precios pues la incapacidad económica del gobierno, fue trasladada a la empresa privada que aun se mantiene en pie.

Por varias razones discrepo del alto gobierno, por la forma del drama y el futuro de nuestro país con una pasión desacostumbrada, con una inquietud extrema. Y lo manifiesto en una forma sincera, descarnada, en el que digo lo que pienso, donde lo que aspiro es que se resuelva este desastre socioeconómico; no niego, afirmo. Es la palabra convertida en arma, en instrumento transformador.

Autocritico y critico, en un juicio, objetivo, severo, sin complacencias. Esto lo escribo embriagado por la fuerza de la razón, en una búsqueda irrenunciable de que la grave situación país tenga una rápida solución. Alejado de compromisos, dogmas, temores, y censuras.

La cobardía y el silencio no tienen cabida en este caos económico que vive Venezuela, he mantenido un dialogo con "sordos revolucionarios inclementes", pero terriblemente humano de mi parte, aunque le duela a muchos.

No tengo la menor duda sobre la importancia presente y futura de esta grave situación económica tenga su final en el corto plazo, en mi propuestas siempre encontrarán los venezolanos de hoy, y de mañana un análisis y una perspectiva. Sobre la situación real del país, el porqué estamos así, por qué este estado de involución social y económica. Por qué los venezolanos vivimos regidos por los instintos más primitivos, egoístas y brutales, muy alejados de los principios sociales y políticos más elevados de una democracia social.

Por qué esta ceguera de apartar a Venezuela de los caminos del progreso, y el como este gobierno nos ha empobrecido, con la destrucción de la empresa petrolera que llegó a ser una de las mejores del mundo. Por que esta confusión, y el más vil engaño. ¿Por qué tanta irresponsabilidad criminal en contra del pueblo venezolano?

Hoy la nación se encuentra sumida en una penosa hiperinflación, sin información por parte del Banco Central De Venezuela. Muchísimas cosas por resolver en un país que cada día es un deplorable desastre.

Hoy nuestro signo monetario el bolívar es un desastre total, porque ya no sabemos si es una moneda críptica, virtual, o devaluada, desde el viernes negro hasta la tambaleante corrupción del dinero efectivo hoy en día. Con esa especie de exilio forzoso donde participan, toda la juventud venezolana en la llamada diáspora, nos quedamos sin talento, debido a la limpieza socio político de su población, como sucedió en Cuba. Con una clase trabajadora, y de pensionados humillados por el gobierno con menos de un dólar mensual, lo cual sólo alcanza para un café con leche, una empanada, y un cachito.

 



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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