Me puyo los dedos y aguanto callado

Estaban allí, esperando en silencio. Ya los había olvidado, pero la necesidad me hizo recordarlos. Me costaron caro, los page con la tarjeta de crédito en Orinoquia Mall. Por encima perfectos, usados pero no deteriorados y la suela despegada. Creo que eso sucede por resequedad de la pega, lo cierto que no es la primera vez que pasa con zapatos que se suponen de marca internacional.

Los cien millones que ahora valen y la necesidad de un par de zapatos más, debido a que el carro está parado y debo camino demasiado, me hizo buscar aguja e hilo y sentarme a coserlos. Quedaron como nuevos. Hasta les fabrique unas plantillas acolchadas con un poquito de relleno que le saque a la vieja almohada donde duerme Blondy, mi cariñosa perrita.

Entre puntada y puntada vi el noticiero del canal 8 con la reseña de la gira de Nicolás por Turquía, luego vi Dossier, en donde Walter mostró como se desmorona el proceso de paz en Colombia y un video donde un cura colombiano le dice todas las verdades habidas a Álvaro Uribe, sabiéndose el cura que tal video viral es su sentencia a muerte; y también escuche el audio donde un "paraco" amenaza de muerte a una maestra, conminándola a irse de un pueblo de la "hermana República". "Aquí asesinamos a quien nos da la gana" le grito el paraco a la maestra…¡Guaooo!...Los videos de Diosdado con María Corina de protagonista son funciones de matiné frente a la XXX Caliches.

Me pinche los dedos varias veces, total no estaba cociendo la suelas de mis zapatos con las agujas apropiadas sino con unas muy pequeñas, por lo que debía empujarlas para atravesar el cuero sujetándolas con un alicate. Pero bueno, no importa, tengo la tendencia a disfrutar del trabajo manual.

Luego vi el programa "a un Click", donde la hija de la Chiche Manaure se destaca con unos editoriales de investigación muy bien hechos e interesantes, esta vez desnudo al doble agente, hoy presidente de Ecuador y como logró, sin recurrir a guarimbas ni reality shows a traicionar la revolución ciudadana de Rafael Correa.

Ya terminando mis renovados zapatos vi la hojilla. Definitivamente Mario tiene razón, así no guste o tenga sus detractores por decirle, todo gañote, "Hijo de la gran Puta" a un hijo de puta que pidió matar al niño que representó a Chávez en el micro teatro que se escenificó en la Avenida Los Próceres este cinco de julio pasado.

Termine los zapatos y me senté frente a esta PC, medio entre usted que me lee y yo. Abrí mi correo y me percate de la gracia que le hizo a mi pana Alfredo mi comentario sobre su último artículo, pues solo hice referencia al uso del punto y aparte.

Él escribió sobre nuestro precario salario y cuestionaba al gobierno por lo insuficiente que es un aumento de mi salario, que debe ser el mismo para él, de poco más de 2 millones en el mes de abril a casi 40 millones para el mes de julio, con una promesa de duplicarlo para el mes próximo.

A mí no me resuelva nada este aumento, hoy fui a comprar café, un vicio que disfruto tanto como el sexo, y me estrelle con un precio de 7 millones por 250 gramos.

Entre la necesidad de coser mis zapatos viejos, caminar tres o cuatro kilómetros diarios y montarme en BTR sin quejarme cuando las portentosas puertas de estos extraordinarios exponentes de la tecnología china me compactan contra mis compatriotas dos veces al día, no dejo de sentir esa tentación de Getsemaní. Tentación que el maligno provocó en un hombre nacido en Nazaret, que por motivos de fe, pagaba penitencia de hambre y sed en ese desierto.

El asunto no está en el precario salario, pues si el aumento es a razón de 16 millones por mes, entonces no sería digno de un profesor universitario, y menos uno que se ufane de profesar ingeniería decir que el problema es la rata de ascenso del salario sino la desmesurada, loca y coño e su madre subida de los precios.

No quiero caer en el diagnóstico. Las causas las sabemos todos. Pero si quiero caer en las culpas de quienes me hacen puyarme los dedos con las agujas, compartir un metro cubico de aires con 10 personas y resignarme a beber te de moringa sin azúcar en lugar de mi aromático café negro.

Aquí, en este país sucede algo similar con aquella familia que tiene un hijo mala conducta. El padre pelea con la mujer y se va para la calle, los hermanos no le hablan y hasta lo niegan con las amistades, la madre llora, madre es madre. El presupuesto familiar se hace insuficiente para sacar de problemas al hijo mala conducta y llega el momento en que cada quien busca la manera de irse para el carajo…

Este niño malcriado organiza marchas que luego las convierte en masacres para dar un golpe de Estado, no reconoce las elecciones y no presenta ni una sola prueba de fraude, llama a pagar la arrechera contra una cacerola y luego no es capaz de rectificar o aclarar que esa arrechera no era salir a destrozar las calles, quemar los autobuses o matar a quien no deje manifestar "pacíficamente".

Este niño malcriado sale a mentirle a los vecinos. Calumnia a su propia madre diciendo que no le da comida y se la pasa dándole purgantes; mal pone a su padre con falsos testimonios y acusándolo de borracho, destroza la reputación de la hermana, diciendo que es una puta, y pone en peligro a su hermanito menor cuando inventa el cuento que el carajito vende perico dentro de la casa. Lo peor de todo es que tantas mentiras son para victimizarse, para dar lastima, y así martillar a los vecinos para satisfacer sus vicios.

De verdad, y lo digo con sinceridad, no tengo vocación de mártir. Estoy aguantado cosiendo mis zapatos, dejando de tomar café, comiendo, lentejas canadienses tres veces al día y compartiendo mis flatulencias con las de mi amado pueblo en los BTR porque es la estrategia que ha elegido la patria y la revolución para luchar contra las toxicas amistades de algunos vecinos que han dañado a mi hermano. No quiero ni pensar que la estrategia falle. Pues tendría que tirar coñazos dentro y fuera de la casa. 2:30 am, me voy a dormir.

manuelgragirena1@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1923 veces.



Manuel Gragirena

Profesor Universitario. Ingeniero Electricista. Especialista en Telecomunicaciones. Diploma de Estudios Avanzados en Educación. Ex Sidorista

 manuelgragirena1@gmail.com

Visite el perfil de Manuel Gragirena para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Manuel Gragirena

Manuel Gragirena

Más artículos de este autor