¡Ahora sí entiendo por qué….! ( II )

Como lo hemos afirmado varias veces, la grave crisis que padece actualmente Venezuela no es casual: la miseria el hambre, el desabastecimiento, el desgobierno, el desorden, la corrupción, el nepotismo, etc. no son fruto de nuestra mala suerte o de alguna maldición o guerra económica generada por soldados invisibles. Nuestra inmensa crisis es fruto de la acumulación de errores e imprevisiones causada por la falta de planificación, la irresponsabilidad, el egoísmo y la indolencia de nuestra clase dirigente y de todos los gobiernos que hemos tenido desde hace más de cien años.

Ciertamente, durante el gobierno del Comandante Chávez hubo un intento de cambio económico y social en el país, aunque rodeado de miles de inconvenientes, ocasionados en un primer momento por quienes fueron desplazados del poder en Venezuela, los cuales fueron pulverizados y reducidos como fuerza política de oposición, a un pequeño grupo, que terminó huyendo de Venezuela. Pero muy pronto ese grupo fue reorganizado, dirigido y apoyado por el capital económico transnacional bajo la coordinación soterrada del gobierno de los Estados Unidos, y se refugiaron en países como Estados Unidos, España, Costa Rica, Colombia, etc. Mediante campañas mediáticas muy bien organizadas, fácilmente lograron convencer, a la denominada Clase Media venezolana, de que su enemigo principal era Chávez. Fue así como ese pequeño grupo opositor, poco a poco fue adquiriendo la fuerza suficiente para confundir a las mayorías que apoyaban a Chávez, pero que no tenían aun la formación política suficiente para enfrentar la enorme embestida opositora.

De esta manera, todos los ataques internos y externos fueron concentrados y orientados para derrocar el gobierno dirigido por el presidente más respetuoso de la Constitución, de la democracia y de la libertad de expresión que ha tenido Venezuela en los últimos años, pero a su vez el más radical defensor de los intereses del pueblo venezolano. Desafortunadamente, Chávez no contó con el respaldo de sus más cercanos colaboradores, quienes eran simples aduladores que muy pronto se percataron que para estar bien con Chávez sólo bastaba con repetir siempre:

¡Sí, mi Comandante!

Eso les garantizaba afianzarse en sus cargos de gobierno. Ninguno de ellos ayudó a afrontar la embestida opositora. Algunos más bien formaban parte de ella y son los que hoy en día detentan el poder que Chávez mismo, ingenuamente nos solicitó que eligiéramos.

Como vemos, una sola persona, por más inteligente, sabia, astuta y bien intencionada que sea, no puede enfrentar una tarea tan colosal como es dirigir un país. Se requiere un gobierno conformado por un equipo muy competente y muy bien estructurado, con unos objetivos muy claros, pero además es imprescindible un Poder Popular, unido, organizado y consciente.

Debemos asumir colectivamente nuestras responsabilidades y obligaciones participando activamente en la toma de decisiones o en el seguimiento de las mismas y dejar de creer que la culpa de todos nuestros males y padecimientos la tienen exclusivamente el malvado imperio y la burguesía apátrida. Reconozcamos que su arrogancia ha sido fortalecida y estimulada por la sumisión, el entreguismo y la falta de dignidad de nuestros dirigentes, pero también por nuestra indiferencia, tolerancia y ausencia de control a nuestros gobernantes.

No olvidemos que si el imperio es fuerte es debido a que casi todos los gobiernos del mundo, son entreguistas y se han sometido voluntariamente a sus caprichos.

La terrible situación por la que estamos pasando no podrá mejorar bajo la autoridad caprichosa de un solo hombre o mujer.

Es por estas razones que estamos convencidos que para la recuperación de Venezuela es indispensable la conformación de un Gobierno Colectivo y Responsable, integrado por personas de reconocida calidad ética, intelectual, técnica y moral, donde además, los criterios científicos y tecnológicos estén por encima de dogmas y doctrinas religiosas o militares. Pero también, el Poder Popular unido, organizado y consciente debe asumir su responsabilidad de controlar al gobierno permanentemente.

Como es obvio, la conformación de tal tipo de gobierno implicaría una Reforma de la CRBV, pero recordemos, que el Pueblo Soberano es Supraconstitucional, y por consiguiente puede, cuando a bien tenga, convocar la realización de un Referendo para tal fin. El pueblo venezolano ha adquirido una gran madurez política y previamente, con un adecuado debate de altura, muy seguramente estaría dispuesto a defender este nuevo modelo de Gobierno Colectivo y Responsable.

Es a su vez indispensable que este Gobierno Colectivo y Responsable, cuente con el respaldo y el control, de un Poder Popular unido, organizado y consciente, capaz de enfrentar los enormes poderes económicos internacionales, dispuestos a someter a todos los gobiernos débiles del mundo.

Pero la absurda crisis que estamos padeciendo se debe, también en parte, a la actitud de un pueblo ingenuo, confundido, crédulo y tolerante que acepta que nuestro destino es sacrificarnos para que los dirigentes políticos puedan cumplir las promesas que nos hacen en las campañas electorales. A la falta de organización y consciencia de los diferentes gremios, a la indiferencia de nuestros intelectuales y universidades, a las organizaciones de trabajadores y estudiantes de Venezuela, que deben saber, que no es conveniente soportar un régimen de gobierno presidencialista y autoritario como el actual, bajo la autoridad caprichosa de una sola persona, que además se cree el Amo y Protector absoluto de todo el pueblo, mientras sus adláteres y beneficiarios enchufados, lo aplauden y defienden, hasta que finalmente el sistema lo sustituye por otro similar, repitiéndose el ciclo perverso de manera indefinida.

Los daños causados por la clase dirigente de Venezuela, son de tal magnitud, que es imposible que con un régimen presidencialista como el que existe actualmente en nuestro país puedan ser reparados o disminuidos. El Poder del Estado está concentrado en una sola persona, otorgándole al Presidente demasiada autoridad, lo cual ha impedido que el Estado sea administrado eficientemente en beneficio de la mayoría de la población, al tiempo que ha florecido, en los diferentes niveles administrativos, la corrupción, el nepotismo, el amiguismo y el compadrazgo, entorpeciendo de paso la capacidad de gestión, pues la administración del estado está en manos de oportunistas, corruptos, torpes e incapaces, causantes de la quiebra económica del país, de la ruina nacional y del empobrecimiento de la mayoría de la población venezolana. Debido a ellos ha ocurrido la quiebra, de empresas como PDVSA, MINERVEN, SIDOR y miles de otras más pequeñas, pero vitales para la economía venezolana. Mientras tanto el presidente no sale de la mera retorica y de las promesas: "seremos un país potencia"; "el mundo se sorprenderá con nuestro modelo económico"; "Los CLAP serán la envidia de los otros países"; "el carnet de la patria es único en el mundo"; "Venezuela es el país que entrega más viviendas en todo el mundo", etc.

¡Ya basta de de tanto embuste!

Necesitamos un gobierno que prometa menos y haga más, pero esto solamente será posible con un Gobierno Colectivo y Responsable junto con un Poder Popular unido, organizado y consciente.

¡Tenemos que arrancar nuevamente desde un comienzo!

Como hemos dicho, Venezuela ha quedado tan destrozada, que no cuenta actualmente con capacidad, literalmente hablando, para producir de manera independiente ni siquiera un jabón de tocador, pues los más elementales bienes de consumo o de producción son fabricados por empresas transnacionales, siendo nuestra independencia y soberanía industrial, alimentaria y tecnológica, prácticamente inexistente. Vivimos momentos definitorios para nuestro futuro. Por tal razón, debemos impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas para superar el rentismo y orientarnos definitivamente hacia la construcción de una nueva sociedad, basada en la lógica del trabajo, esto es hacia el verdadero socialismo.

El Proyecto Agrícola Nacional, además de desarrollar la Agroindustria y la Agricoindustria, dinamizará totalmente, en un mediano plazo, el resto de la economía venezolana, generando millones de empleos bien remunerados, al mismo tiempo que mejorará la calidad de vida del pueblo venezolano, aumentará la capacitación laboral, (sin la tal chamba juvenil) y en consecuencia, el empleo para muchos jóvenes venezolanos que hoy están abandonando el país en busca de trabajo y mejores condiciones de vida.

Nuevamente invito a visitar, conocer, discutir y divulgar UNA PROPUESTA AGRICOLA NACIONAL, que de someterse a un debate público, podría generar muchas ideas adicionales, que nos permitirían diseñar ese hermoso Proyecto Agrícola Nacional, con miles de Unidades de Producción, viviendas, centros de salud, centros educativos, deportivos, clubes sociales, centros de acopio y de venta alimentos a precios sin competencia, verdaderamente socialistas, sin comerciantes, sin intermediarios, sin especuladores, sin claps, sin carnet de la patria, sin corrupción, en el cual, tanto el gobierno, con todas sus instituciones, PDVSA, FANB, CVG, PDVSA Agrícola, INCES, las Misiones, las universidades, escuelas técnicas, liceos, los trabajadores, la juventud y el pueblo en general, se vean involucrados, beneficiados y además, sean partícipes de de la construcción de una nueva Venezuela para los tiempos por venir:

http://propuestaagricolanacional.blogspot.com/

Me consta que existen otras propuestas similares de venezolanos interesados en tener un país mejor. Juntos podremos mejorarlas. En el país existen muchísimas personas convencidas, capaces y dispuestas a formar parte de un proyecto agrícola moderno y ecológico como el que estamos comentando. Deseosas de colaborar con la modernización y tecnificación del sector rural venezolano. Desde el pueblo pueden surgir los mejores planteamientos para generar políticas y así ir transformando nuestro modelo de producción para dejar en segundo plano el modelo rentista.

No hay duda de que el Socialismo es la única vía para cambiar el rumbo, pero debemos tener claro que el Poder Popular es la única vía que nos conduce al Socialismo y el Socialismo es la única solución a los problemas de la sociedad. En consecuencia, solo el pueblo organizado y consciente puede encontrar el camino correcto y realizar el Golpe de Timón que anhelaba Chávez.

El pueblo organizado debe contar con el poder para tomar todas las decisiones concernientes a la producción y distribución de todos los productos agrícolas e industriales, sobre la base de las necesidades colectivas, rechazando el lucro individual como la meta principal. Se deben satisfacer ante todo las necesidades reales (no inducidas) de la población.

No podemos seguir siendo cómplices de esta miseria, escasez, desabastecimiento, etc., a que nos tienen sometidos las cúpulas de dirigentes políticos, económicos, religiosos y militares, siendo un país con tantas riquezas, que en realidad, como alguien acertadamente dijo: "Somos pobres sentados sobre piedras de oro".

Atentamente;

. 18 /06 / 2018



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1726 veces.



Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

Visite el perfil de Gilberto Hernández Ortíz para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: