¿Dígame usted, presidente, de qué manera le puede ayudar un muerto de hanbre?

Esta es la pregunta que le deja José Sant Roz en su último artículo en Aporrea al presidente autobusero que tenemos los venezolanos. Lo que venía ya llegó. Debo confesar que considero es el mejor artículo que he leído de ese autor de los miles que ha escrito. José se dejó de pendejadas y de estilos periodísticos y rompió con el "establishment revolucionario", el cual maneja el "revolucionometro", con el cual miden a los que se atreven a emitir opiniones personales o tienen criterios propios para criticar las políticas del régimen. Como decimos en criollo, José se dejó de "guebonadas" y se lanzó por la calle del medio sin miedo, cual Quijote con su lanza en ristre, para liberar doncellas prisioneras.

Para José: "Lo que venía ya llegó…" No hay esperanza de algo nuevo que pueda venir y si para él y para mí también, no existe la posibilidad de cambiar lo que queríamos cambiar, entonces sencillamente nos jodimos y solamente nos queda ir a llorar al Valle. Es triste llegar a esta conclusión después de 18 años de duro batallar por esta revolución, a la cual le hemos dedicado nuestra vida. "No queda más remedio que referirse a lo que más sabemos: de uno mismo. He ayudado a esta revolución, pese a que me han tratado a los coñazos, pero es que yo tengo, querido presidente camarada, criterio propio, y sigo a toda vela sin pararle a los escollos. Uno a todo no puede decirle amén".

Tanto José como yó concluimos que es imposible darle el apoyo que ahora nos solicita, cuando nos estamos muriendo de hambre y tropa sin alimento no tiene fuerzas para combatir. Nos pidió Constituyente y se la dimos, después nos pidió Gobernaciones y Alcaldías y también se la dimos y por ultimo nos sentimos chantajeados cuando exigió 10 millones de votos para poder hacer algo por nosotros los adultos mayores. Pasado ya un mes de las elecciones presidenciales del 20 de Mayo y viendo que nada nuevo ha llegado y más bien se han intensificado las acciones inhumanas contra nosotros, coincido con Sant Roz en que lo "Lo que venía ya llegó…".

Si algún sector de la población ha sido afectado por esta guerra económica hemos sido los adultos mayores. Todos los sectores económicos (banqueros, panaderos, autobuseros, farmacéuticos) han dado su grano de arena para hacernos la vida imposible y en consecuencia hemos perdido todos los privilegios que nos legó Chávez, Podemos afirmar ahora y con dolor que estamos en peores condiciones que cuando en la IV República nos planeaban los guardias nacionales y nos bañaban con agua del rio Guaire bajo el gobierno municipal del vampiro Ledezma. Ya nadie mira o trata con respeto a los ancianos y ancianas que deambulan por estas calles tratando de sobrevivir ante la miseria que nos rodea y asfixia.

Perder las esperanzas es lo peor que nos puede estar pasando, pues mientras hay esperanzas hay vida y esta se hace más llevadera; así que señor presidente no nos siga "protegiendo", nosotros lo que necesitamos de usted es que nos DEFIENDA de los enemigos que violan nuestros derechos humanos. Si no va hacer nada por nosotros, no nos siga usando y pidiéndonos que lo apoyemos, cuando usted bien sabe que quien necesita apoyo somos nosotros, pues el nuestro siempre lo ha obtenido.

Usted parece, señor presidente, que no está bien informado sobre la pirámide poblacional y no sabe cuál es el sector que más le ha apoyado en los últimos procesos electorales. Estamos de acuerdo que usted para gobernar necesita de la fuerza y pujanza de los jóvenes, pero no se le olvide que la experiencia de los viejos también es necesaria.

 



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Juan Veroes


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