Somos comuneros, no banqueros ni bachaqueros

Estamos fantaciando un mundo, de gente con alegrías efimeras conformista; donde hay comuneros que se resisten: los manipuladores en su confusión, han llegado a extremo de negar las derrotas y convertirla en triunfo con cualquier excusa; incluso se vanaglorian con elecciones vergonzantes, para hacer creer a su conformismo, que todo va bien; cuando las proyecciónes muestran, que la derrota se está haciendo una costumbre y el sentido de triunfo, con excepciónes se convierte en esperanza.
Voy a poner dos ejemplos para gráficar.


Empezare con el deportivo; en este caso el recien suramericano, donde obtuvimos un tercer lujar en el medallero y no es que el lugar obtenido esté mal; sino que para hacer la fiesta que se hace, no es lo más loable.
No son culpables los atletas, para eso se compite: La debilidad está a los dirigentes deportivo y politicos que se quieren aprovechar de los embajadores (atletas) y lo hacen de manera incorrecta, truncando el estímulo; porque en la psiquis colectiva, nos vamos acostumbrando a que solo es competir, cuando deberiamos poner ( no los atletas) mayor empeño por logros que harían resaltar la bandera revolucionaria.
En este caso, Colombia tiene más habitantes que Venezuela y vale el tercer lugar en proporción: lo que no se entiende es que casi nos doble en el medallero: cuando se supone que nuestro sistema de gobierno, por entendimiento humano, presta más atención a está rama política de la revolución (allá es privada).

 

Deberíamos preguntarnos a que se debe ese fenómeno, en vez de estar haciendo fiesta para vernos ante el mundo como ganadores y que se preguntan ¿Qué es lo que pasa en Venezuela? Recuerdo que una de las banderas de Cuba en el periodo de construcción era la cantidad de medallas en cada competencia: solo superada en el continente por Estados Unidos, pero en comparación, Cuba era superior por las cantidad de habitantes de cada nación.


Lo mismo sucede con los "triunfos políticos" Celebramos mentiras que a la semana ya no son lo que euforicamente le dijimos al pueblo a través de los medios: las convertimos en duda al primer escrutinio; cuando hacemos la comprobación, son derrotas; porque vamos a las contienda con una cantidad de artimañas y la competencia la hacemos endogenamente.
Pero cuantificamos triunfo; cuado en revolución deberíamos cualificar victorias.


Es probable que en lo inmediato esos "triunfos" hagan efecto; pero a la larga; en los tiempos que necesitan los PUEBLOS para consolidar sus logros; son errores a coregir, para no llenar la historia de falsos positivos; que se nos vengan encima cargados de derrotas verdaderas y en un momento determinado detengan lo que tanto ha costado construir en el tiempo.


Estamos a dias de la estafa deportiva más grande del planeta y nuestra LUCHA se detendra durante un mes: la guerra tomara un matiz de paz aparente; pero que sepan los que utilizan las bambalinas para apaciguar, que PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.



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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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