Posada Carriles: Terrorismo Impune

Hijo de un hombre honrado, dueño de una Librería en Cienfuego, se caracterizo desde niño por su afición por las armas, las cuales usaba con violencia contra animales y para amedrentar a sus compañeros de la juventud. En 1961 (14 meses después del triunfo de la Revolución ) se asila en la embajada de Argentina, alegando ser perseguido político. De allí sale hacia Miami para integrarse a la organización terrorista Halcones Negros; conformada, casi en su mayoría, por exilados Cubanos que habían colaborado con el Dictador Fulgencio Batista. Es reclutado por Bush padre, jefe de la Cia , para ser parte de la Operación 40 ; grupo de mercenarios encargados de apoyar la Invasión de Playa Girón. En ese grupo estaban Orlando Bosh; Antonio Veciana y Félix Rodríguez Mendigutía, quienes estuvieron comprometidos en el asesinato del Presidente Kennedy, en 1963. Félix Rodríguez Mendegutía, encabezó el grupo de tarea que envía la C.I .A. a Bolivia a capturar y asesinar al Che Guevara.

Este mismo grupo (Operación 40), encabezado por Orlando Bosh; Alvin Ross y Dionisio Suárez; asesoran a Pinochet, cuando éste toma el poder y bajo el mando del agente David Phillips, conforman y dirigen la DINA , al estilo de la Digepol que habían estructurado en Venezuela, y desde allí organizan la Operación Cóndor , conjuntamente con Posada Carriles, en Venezuela, quien había establecido su propia Agencia de Investigaciones Industriales y Comerciales, desde donde se planificó la muerte de Orlando Letelier y su Secretaria Ron Moffit, en Washinton (21/09/76) y la voladura del Avión Cubano, en el mismo mes.

Posada Carriles, en su larga trayectoria de terrorista realizó varios intentos contra la vida del Ché y de Fidel. El 11 de Diciembre de 1994, junto con Guillermo Novo, dispararon una bazooka contra la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, cuando el Ché se dirigía a la Asamblea General ; en 1994 atenta contra Fidel, en ocasión de un viaje de éste a Colombia. En el año 2000, otra vez junto a Guillermo Novo, se detenido en Panamá cuando intentaba viajar a la Isla de Margarita a asesinar a Fidel Castro.

II.- Las Andanzas de Posada Carriles en Venezuela:

Luis Posada Carriles aparece en Venezuela en 1967. A la llegada de los adecos al poder, Carlos Andrés Pérez recibe entrenamiento de la C.I .A. y se convierte en lo que fue Pedro Estrada en el Gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Siendo Ministro de Relaciones Interiores de Raúl Leoni, implantó en Venezuela la figura de los desaparecidos, mucho antes de que las dictaduras de Guatemala, Chile, Uruguay y Argentina, utilizaran constantemente dicha práctica.

Cuando Rómulo Betancourt asume el Gobierno, en 1962, pone en ejecución la operación "Yunque y Martillo", con el apoyo del Presidente Kennedy. Se crean los teatros de operaciones, dirigidos por militares norteamericanos. Cuando los copeyanos llegan al poder (1er. Gobierno de Rafael Caldera), a fines de la Década de los 60, se encuentran con un aparato de seguridad hecho a la medida de la represión Adeca, y recurren a la C.I .A., para que le faciliten los veteranos agentes del terror para dirigir dicho aparato represivo. Es así como los terroristas de Operación 40 se apoderan de la Disip : Orlando Garcías Vásquez será su Director; Rafael Rivas Vásquez, Jefe de Operaciones; acompañados del Mono Ricardo Morales Navarrete y Posada Carriles, entre otros.

Inmediatamente se conectan con las dictaduras del continente y se establece una red donde se intercambian los detenidos para ser ejecutados y torturados por los cuerpos represivos de los diferentes Gobiernos.

Posada Carriles, alias Comisario Basilio, en las tétricas mazmorras de la Digepol , secuestró, torturó y asesinó a decenas de presos políticos. Fue asesor y luego jefe de operaciones de la Disip desde 1967 hasta 1974, teniendo como colaboradores al mayamero Nelsy Castro Matos, y al abogado Venezolano Joaquín Chaffardet. El Mono Navarrete era jefe de la División 54 de la Disip. A fines del 74, Posada deja la Disip para crear su propia Agencia de Investigaciones Industriales y Comerciales, la cual funcionaba en la Urbanización La Campiña, en Caracas, donde se planificó en 1976 la voladura del Avión de Cubana de Aviación y el asesinato del Canciller de Allende, Orlando Letelier, ocurridos en septiembre y Octubre de 1976.

Posada Carriles, en su autobiografía, "Los Caminos del Guerrero" escribe lo siguiente: "Desde mi posición combatí sin tregua a los enemigos de la democracia venezolana… la policía cuya fuerza principal estaba en los delatores, detenía, allanaba e interrogaba utilizando los métodos más duros de persuasión. Como dice el dicho: se estaba jugando duro y sin careta… y añadió: yo los perseguí, fuerte, muy fuerte; mucha mucha gente resultó asesinada".

La voladura del avión cubano, fue coordinada por Orlando Bosh, terrorista profesional, quien llega a Venezuela invitado por Orlando García, quien era Jefe de Seguridad de Carlos Andrés Pérez, este personaje junto a Posada Carriles y el Mono Navarrete, contratan a Freddy Lugo y Hernán Ricardo Lozano para hacer explotar en pleno vuelo la nave de Cubana de Aviación, el 6 de Octubre de 1976.

En 1988, Orlando Bosh es liberado en Venezuela gracias a las gestiones del embajador Otto Reich. Preso luego en Estados Unidos, es liberado, por indulto en el 2001, por su Jefe Georgew Bush, Por su parte, Posada Carriles escapa al poco tiempo de la cárcel en Venezuela, en 1985, gracias a la complicidad, bien remunerada de sus guardias, reapareciendo poco después en San Salvador desde donde dirigió las acciones de la contrarrevolución Nicaragüense y la operación Irán-Contra. Luego dirige una serie de atentados contra sitios turísticos de Cuba, donde muere un turista Italiano.

III.- El Asesinato de Rafael Bottini Marín

El 2 de Junio de 1972, durante el Gobierno de Rafael Caldera, Posada Carriles asesinó a mi hermano Rafael en el Paraíso, Caracas, junto a su compañero de lucha Ramón Antonio Alvarez. Ellos habían sido detenidos unos días antes fueron torturados y sedados los ubicaron frente a la residencia del Industrial Domínguez (el rey de la hojalata) quien había sido secuestrado por un comando de la F. A .L. N.. Allí los acribillaron vilmente, simulando un enfrentamiento. Posteriormente se dirigen a la población de la Victoria , donde estaba el resto de sus compañeros y en una acción de comando, con helicóptero y todo, masacran a los siete hombres que allí se encontraban, fusilándolos una vez reunidos y llevándose a los sótanos de la Disip en Maracay a las mujeres y niños sobrevivientes gracia a la acción de la comunidad allí presente, que evitaron que fuesen también ajusticiados. Tanto las mujeres como los niños (dos mujeres y dos niños) fueron torturados físicamente las mujeres y sicológicamente los niños a quienes les ofrecían comidas si decían donde estaban los amigos de sus padres. Brenda, la mujer de Alvarez, quien tenia ocho meses de embarazo, recibió una patada en el vientre de parte de un esbirro, siguiendo las instrucciones del Inspector Basilio (Posada Carriles) quien al enterarse que Brenda estaba en estado ordenó se le golpeara para "acabar con esa semilla antes de que nazca". Con el niño muerto en su vientre, y torturada permanentemente, permaneció doce días incomunicada hasta que gracias a la intervención de José Vicente Rangel, para entonces Diputado en el Congreso, se logró su traslado, esposada, hasta la maternidad Concepción Palacios, donde una intervención quirúrgica le salvo la vida. Hoy los dos niños que se salvaron, Rosalva Alvarez García, Abogada, y Edmundo Hernández, al igual que nosotros, los familiares de Rafael, continuamos nuestra lucha pidiendo castigo para los infames asesinos que nos quitaron nuestros seres queridos.

La represión continúo durante los siguientes gobiernos Adecos–Copeyanos y en el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, en el año 1977, cae vilmente asesinado por los esbirros de la P.J .T., bajo las órdenes de Remberto Uzcategui y Lepage, Ministro de Relaciones Interiores, mi otro hermano, Federico Bottini Marín.

IV.- La Impunidad Continua Presente en la Justicia Venezolana

Hasta el presente, a pesar de conocerse todos los atropellos a la dignidad humana cometidos por los cuerpos represivos de la llamada "democracia representativa", lo cual implico la desaparición, tortura y asesinatos de más de 4.000 personas en esos cuarenta años de democracia adeco-copeyana; los autores de estos hechos no han sido castigado por la justicia venezolana. Por el contrario, muchos de los que acompañaron a Posada Carriles lograron infiltrarse en los organismos de seguridad del actual gobierno, donde permanecen cometiendo atropellos y desestabilizando el Gobierno Nacional. El ejemplo más palpable lo tuvimos en ocasión del golpe del 11 de abril de 2002, cuando la Disip y la P.T .J. fueron utilizados por los golpistas para reprimir al pueblo, asesinar y detener a personeros del gobierno. Henry López Cisco, esbirro discípulo de Posada Carriles, y autor de la Masacre del Amparo, Cantaura y asesino confeso de cientos de venezolanos, se desplazan impunemente por todo el país y era asesor de la actual Disip y luego del Gobernador del Estado Zulia, Manuel Rosales. El socio de Posada, y Director de la P.T .J.. José Gabriel Lugo Lugo, tiene una Agencia de Inteligencia en Miami y frecuentemente viaja a Venezuela; su hijo tiene en Caracas su propia Agencia de Seguridad, en la Urbanización La Campiña, donde antes estaba la de Posada Carriles. Esbirros como Erasto Fernández, Director de la Digepol ; Octavio Lepage, Ministro asesino de Carlos Andrés Pérez; Evelio Mijares, uno de los asesino de mi hermano y condecorado por Lepage por este hecho; Remberto Uzcategui, Director de la P.T .J. cuando asesinan a mi hermano Federico y hombre de confianza de Rafael Caldera, frecuentemente se les ve en público, sin haber recibido castigo por sus crímenes.

Hasta ahora, a pesar de todas las diligencias que hemos hecho ante la Fiscalía y el Ministerio de la Defensa , no hemos podido obtener los expedientes donde se registra el asesinato de mis dos hermanos. Los consideraron secreto de Estado y nunca permitieron que José Vicente Rangel, y nuestros abogados tuvieran acceso a ellos. Mientras que en Argentina y Uruguay se ha castigado a los esbirros que cometieron asesinatos y torturas, en Venezuela siguen libres y continúan en sus actividades desestabilizadoras.

 

 

 

 

 



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