Es hora de ajustar el discurso

Hay una realidad vergonzosa que nadie puede negar, y es que a cada minuto la situación país va empeorando de manera escandalosa, los psuedointelectuales podrán argumentar lo que les venga en gana, los pseudopoliticos podrán implementar lo que les salga de los escrotos, pero la economía esta desbocada, y nadie, ni con soga y mucho menos con un pitido la podrá detener, la agudización de la crisis seguirá torciendo pescuezos. Mientras tanto, usted y yo vamos desapareciendo de manera tan sutil, que ni cuenta nos damos, no sé cuántos años tenga usted; yo soy de finales del siglo pasado, vine al mundo en los días que se conmemoraban 85 años del hundimiento de un famoso transatlántico británico, en teoría seguro me quedan más años de vida que a usted, pero eso no lo garantiza nadie, es solo teoría; el cáncer existe, los trombos son sigilosos y los infartos inesperados. En fin, nuestros días están contados, y mientras estos se van restando, usted y yo llevamos una vida de mierda (perdone lo soez, escribo sin remiendos), viviendo un desastre injustificable en todos los aspectos; no se trata solo de lo económico en sí, la calamidad arropa aristas como la ética y el pensamiento, esto se traduce en la profunda crisis moral e intelectual que está padeciendo la sociedad venezolana. No es necesario mencionar todas las carencias materiales que soportamos, y que sin duda alguna nos hacen la vida más complicada de lo que ya es por sí sola; apartemos lo tangible por un momento y repasemos un día de convivencia con nuestros pares: gente amargada, frustrada, deprimida, ausente, deprimida frustrada y ausente, incoherente, indecente, irrespetuosa, abusiva, irrespetuosa amargada y abusiva, ilusos, mediocres, ilusos frustrados y mediocres. Bueno, son muchas las mesclas posibles de conductas con las que nos topamos día a día, e incluso nos mimetizamos con ellas…

Mientras yo escribía y usted leía se nos fueron varios segundos de vida, digamos de una etapa de la vida. Supongamos que usted está en el minuto 90+, ya jugó la mayor parte del encuentro, está jubilado, quizá podría estar con sus hijos y nietos compartiendo un rato, por qué no estar preparando todo para ir a la playa, para hacer un sancocho donde algún viejo amigo. Tal vez usted está a mitad de partido, lo más probable es que fuese un trabajador (de cualquier nivel), que se siente complacido de la labor que ejerce, y por supuesto, conforme de como se le remunera; enfocado en darle una vida buena a su familia, procurando que los muchachos se eduquen bien, que todos tengan momentos de felicidad, como debería ser… Pero todo lo anterior son figuraciones mal situadas, fuera del contexto que vivimos la mayoría de los venezolanos, es poco probable que alguien en el minuto noventa tenga a todos sus hijos y nietos en el país, viajar a la playa es disparatado si tienes carro y una odisea en caso contrario, lo del sancocho ni pa’ que te digo; si eres el que está a mitad del encuentro: no estas complacido, menos conforme, enfocado ni se diga, y ni de vaina creo que estés feliz.

La vida pasa, las etapas pasan, los ciclos pasan y nosotros vamos desapareciendo junto a ellas

Muchas veces escuché que la universitaria, es la etapa más bonita de nuestra vida, repito lo escuché, porque yo no lo estoy viviendo! como muchos, desde pequeño le puse empeño a los estudios, mis viejos siempre procuraron darme una buena educación, mandarme a una buena escuela, luego hacer lo imposible enviándome al lugar más conveniente para formarme durante el bachillerato, y al final yo elegí ir a una universidad para cursar una de las carreras más humanas que existen, fue duro llegar a la mejor universidad, valla que me esforcé, como se han esforzado y nos esforzamos muchos que siendo de un pueblo, de una familia que viene del campo, pero con una visión de que los muchachos echen pa’ adelante, hacen sacrificios importantes para que sus descendientes vallan a una universidad de trayectoria, a kilómetros de sus pueblos de origen, en donde ninguno de los de su generación a asistido; con el fin principal (seria falso decir que único) de que se haga una persona útil y tengan una función dentro de la sociedad. El contexto actual es tan desalentador, el rumbo que llevamos es tan espeluznante, que a todas luces, ese esfuerzo de años está muy próximo a ser echado por tierra, porque el país ya no da para más y por ende las universidades tampoco dan para más; comprendo claramente el compromiso que los universitarios debemos tener con la academia, pero las circunstancias son tan avasallantes que arrollan todo a su paso, hasta el ímpetu se ve diezmado. La universidad puede resistir austeridad, puede resistir vilipendio, injuria, maltrato, asedio. En fin, puede resistir de todo como institución intangible, así lo ha demostrado la historia. Pero cuando las condiciones existenciales, de los que le dan vida a ésta, sufren tales agravios como los actuales, hasta el punto de impedírseles estar en comunión con ella, es allí donde nuestras casas de estudios comienzan a sepultarse.

Los académicos apasionados muy pocas veces tienen tiempo para el derroche, muchos son veganos, e incluso se sienten cómodos con la mesura económica, sobre todo los amantes de las letras y las artes, pero una cosa es vivir con recato y sobriedad, y otra muy distinta es vivir en la miseria! A principios de mes vi un libro del que muchas veces me han hablado, de un conocido autor argentino, costaba más de 5 salarios mínimos (nada en contraste con los que cuestan los de mi carrera) sin embargo era económico en comparación a su costo real, pero con que se sienta la cucaracha…

En la misma semana del encuentro con el libro, pase a saludar a un gran amigo, profesor de música, un personaje brillante; luego de los saludos y las interrogaciones clásicas, me pregunto si traía conmigo un lápiz, con evidente pena me comento que estaba terminando de armar algo con la flauta transversa pero se dio cuenta que no tenía ni "un tuquito" para escribir.

Vamos a ponernos serios, estamos perdiendo el tiempo, es el momento de asumir la verdad y hacerle frente. El modelo que se está ejecutando nos está desgraciando la vida, respeto los motivos ideológicos de quienes por convicción apoyan a esta dirigencia, los verdaderos comunistas y socialistas, esos que se han leído más veces a marx y Engels de lo que han rezado un padre nuestro o un ave maria, me cae bien la gente con ideales, los que creen y viven en, por y para lo que profesan. A pesar de no compartir su visión la tolero, yo no me considero ni de derecha ni de izquierda, para alguien que nació a finales de los 90 esa dialéctica resulta anacrónica, yo creo en la libertad, la justicia social, la equidad y el trabajo duro (aunque estoy seguro que si hubiese nacido en el segundo trienio del siglo XX fuese comunista hasta las gónadas).

En este punto figurarse que estamos o vamos al socialismo es un auto engaño, aquí lo que se está implementando es un hibrido político, ruin, cruel y siniestro. Jugar con la ciudadanía, hacer un experimento social, para ver si apunta de austeridad se logra transformar a una población, es horroroso e inviable. Nada ni nadie puede justificar el sufrimiento humano.

Pretender colocar en igualdad de condiciones a los PENDEJOS es aupar el suicidio colectivo. Es absurdo creer que todos llegaremos a estar en igualdad de condiciones cuando la naturaleza misma nos dota de virtudes individuales, las cuales nos diferencian a unos de otros a tal punto que nos deja en desventaja a los menos favorecidos por la providencia, y tenemos descubrir y alimentar nuevas cualidades dentro de nosotros. Entonces luchar por la igualdad de condiciones es intentar derrotar a la naturaleza, lo que además de imposibles es estúpido. Pero la realidad es que aquí, usando argumentos fútiles, lejos de buscar una igualdad de condiciones en la sociedad, han propiciado el nacimiento de un nuevo linaje de corruptos, que cuales vampiros sedientos desangran a los ciudadanos o como ellos nos llaman al "pueblo". Causas gracia ver como esta gente habla de luchas contra la oligarquía, luchas contra la burguesía… hay 2 posibilidades: no conocen los conceptos de oligarquía y burguesía (y luchan contra ellos mismos) o nos creen muy estúpidos. Hablan de derrotar a la burguesía con puño en alto, pero con un rolex en la muñeca, se hacen autofotos con el "pueblo" (desteto eso selfie) desde sus Iphone; revisan notas, twittean en defensa de la igualdad, de la justicia, desde sendas portátiles y tabletas de la compañía de la manzana, de esas que los mortales solo hemos visto en fotos, ah! y por supuesto en los programas televisivos de muchos.

No dejemos que esto se termine de ir al carajo

Es necesario crear un nuevo estado, un estado de ciudadanos, donde verdaderamente estén representados y dignificados todos los sectores, y no seguir bajo las sombras de esta oligarquía descarada que controla y manipula al "pueblo". Necesitamos estar representados en el estado por gente, que defiendan al país con rudeza, de cualquier agresión extranjera; por individuos que cuales felinos, sepan cuando atacar y plantarse ante quienes vienen a robarnos lo nuestro. Hay que quitar del medio a esos que en discurso solo insultan a quienes no les dan bendiciones y al final no ejecutan nada, además se bajan los pantalones y le entregan nuestros recursos a las potencias que los lisonjean.

Como diría Benedetti en su poema "las palabras"

// si está entregando el país

y habla de soberanía

quién va a dudar que usted es

soberana porquería

no me gaste las palabras

no cambie el significado

mire que lo que yo quiero

lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras

no les quite su sabor

y límpiese bien la boca

si dice revolución//

Hay que ajustar el discurso hacia el rescate de las cosas importantes: las justicia, la universidad, la familia, las oportunidades, el trabajo, todo esto resumido en una palabra que muchos dicen, pero pocos sienten PATRIA.

El termino libertad esta infra valorado.

gnantonio2010@gmail.com









 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1683 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter