Sant Roz y la Campaña Admirable

Mi agudo pana Sant Roz se ha puesto en plan de responder mi artículo "La victoria pírrica". Muy bien, porque mi principal intención cuando escribo estas cosas es la de forzar los debates que no hacen sino postergarse una y otra vez. Recuerdo cuando Chávez habló de las 3R (¿te acuerdas, pana? Ojalá que sí, porque muchos lo han olvidado), yo traté de impulsar un debate en PDVSA pero aquello de "revisión, rectificación y reimpulso" quedó en nada. Claro, a los sectores burocráticos no les interesa que se llegue ni al primer paso, la revisión, no vaya a ser que comiencen a aparecer por ahí las basuritas que llevan bien escondidas en la entrepierna. Todas esas justas críticas que tú asomas en la segunda parte de tu artículo llevamos años haciéndolas muchos de nosotros. Y no estoy de acuerdo en que nuestros dirigentes no tienen oídos para las críticas, sí los tienen, lo que pasa es que les entran por un oído y les salen por el otro. Por eso me parece muy bien que mi artículo se haya hecho viral y haya despertado un torbellino que me abruma: llamadas, mensajes telefónicos, correos, replicas por distintas vías. Sospecho que mi exigencia de debatir públicamente tantas cosas no son vainas mías, existe un numeroso contingente de chavistas leales y críticos que no nos vamos a seguir calando el silencio acomodaticio y oportunista (no hablo de ti, que sé que eres un arrecho).

Yo no escribo para convencer a nadie. La gente que discierna, que compare argumentos y que se haga su propia idea de las cosas. Pero eso no es posible si se trata de imponer una sola visión de la realidad y hacernos creer que estamos de pinga cuando no es verdad. Lo he dicho y lo repito: el amor del pueblo por el chavismo está en decadencia y si no nos ponemos las pilas esa bella novia se nos puede ir con otro.

Todas las contradicciones se van a profundizar, también las internas en el chavismo, eso es inevitable, pero es un tema para otro artículo que estoy preparando, porque voy a seguir siendo un carro sin frenos, como lo soy desde los 11 años cuando mandé al diablo la religión de mis padres y me afilié a la gloriosa Juventud Comunista.

Otra cosa, hermano, ya cansa un poco eso de estar usando a Bolívar como moneda corriente para justificar todo ¿Cómo se te ocurre comparar la Campaña Admirable con la campaña para las elecciones del 20 de mayo? Aquella fue una campaña guerrera de verdad, llena de grandes sacrificios de vidas, con hombres a caballo, no gozando una bola en unos autobuses cheverísimos de "Somos Venezuela". No andaban los combatientes tomándose selfies en una marcha, ni bailando al son de cancioncitas electorales. Mantengamos las proporciones, hermano. La campaña electoral pasada fue una vaina típica de la democracia liberal representativa que aun rige en Venezuela en muchos aspectos. No fue Playa Girón ni la batalla de Stalingrado, ni el 13 de abril de 2002. Creo que es muy loable el gran esfuerzo que hizo la militancia y se lo agradecemos, pero tampoco comparemos esto con la Batalla de las Queseras del Medio. Fueron unas elecciones, muy importantes sin duda, pero no más que eso.

Por otra parte ¿Quién dijo que ejercer la función crítica desconoce la lucha de nuestro pueblo contra el imperialismo? ¿No sería bueno discutir sobre el peligro del secuestro por parte de un partido político de las organizaciones populares de base? ¿Acaso no comenzó la caída de la Unión Soviética por allá por los años 30, cuando el Partido Bolchevique terminó de secuestrar a los soviets de obreros, campesinos y soldados para convertirlos en apéndices orgánicos del Estado? ¿Será que podemos debatir sobre estas cosas, será que se pueden abrir las puertas de VTV para ese tipo de debates y no solo para la propaganda repetitiva y carente de encanto e interés? ¿Será que podremos ver más allá de nuestras narices chavistas y divisar al amplio pueblo que sufre en las calles?

Ahora voy a ensayar una serie de juegos de palabras con frases de tu artículo:

Tú dices: "El chavismo hoy, señor Néstor, es la patria no un partido"

Yo digo: "La patria hoy, señor José, no es el chavismo, es el pueblo"

Tú dices: "Qué manía esa, la de ciertos camaradas, de tratar de insuflarle ánimo a la derecha (a cuenta de nuestras "autocríticas" melancólicas) para que ésta coja cancha en cada uno de nuestros triunfos y así acabar por arreglárselas para luego volvernos trizas pese a nuestras victorias"

Yo digo: Qué manía esa, la de ciertos camaradas, de tratar de estigmatizar el debate y la crítica dándole cancha al chantaje de que favorecen a la derecha

Tú dices: "Cuesta creerlo, sí, es difícil creerlo, que más de seis millones de venezolanos hayan salido a echarle bolas y darle el voto al gobierno que ha recibido más coñazos por parte de ese reducto de miserables del planeta sometidos al chantaje del maldito imperio gringo".

Yo digo: No cuesta nada creer, es fácil de saber, que los seis millones de votos duros del chavismo es la gran obra de Chávez, que dejó viva esa vanguardia social inconmovible, pero cuesta creer que alguien no se dé cuenta que esa vanguardia no crece, está estancada, y es cada vez más una minoría en medio del pueblo que no deja de crecer. Los venezolanos somos más de treinta millones.

Todo esto te lo digo con respeto, camarada, en ningún modo uso el expediente de matar al mensajero para no escuchar el mensaje, como hacen algunos ¡Un carro sin frenos, me gusta esa definición! No pienso ir al taller mecánico del partido para que me reparen.

 

 



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Néstor Francia


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