Día ciento treinta y cinco Millón y Medio de Votos Menos por el filo de la navaja

Si alguien, a quien queremos mucho, lo atacan unos malandros, y después de golpearlo, hasta con la cédula, le roban sus dos zapatos, no podemos salir a celebrar porque le dejaron la cartera, el reloj, sus pantalones, la camisa y le perdonaron la vida. Sobre todo si la víctima no tiene los medios para poder comprarse otros zapatos ni de sanar, por mucho tiempo, las heridas propinadas.

Al buen entendedor pocas palabras. Hay dos hechos que no se pueden ocultar ni subsanar por más brillante que sea el sofisma. El 20M perdimos casi millón y medio de votos con respecto a la penúltima elección presidencial y de veinte millones de electores sólo contamos con seis millones de ciudadanos que siguen, con afecto y simpatía, nuestra política electoral. No es el momento de ponerse a razonar como el Dr Pangloss, quien no sólo mantenía el optimismo frente a la tragedia sino que la justificaba. Es la hora del análisis objetivo, descarnado y científico para tomar, sin vacilaciones, el camino de la transición al socialismo que nos señaló Chávez, en el Plan de la Patria, porque de seguir así, sin definiciones económicas socialistas, continuaremos directo al despeñadero del capitalismo.

La aceptación y comprensión de los errores del gobierno para poder hacer las rectificaciones necesarias no ponen en entredicho la hazaña de seis millones de héroes y heroínas que dieron la cara, con su voto y participación, haciendo revolución en defensa de la revolución bolivariana. De esto tenemos que sentirnos orgullosos. La toma de conciencia autocrítica, por la dirigencia política, para avanzar, en el camino de la revolución, es el mejor reconocimiento a los seis millones de chavistas que perseveran en la lucha social y en la esperanza de un mundo mejor. No hacer un frío análisis autocrítico sino engolosinarnos de soberbia porque triplicamos en votos a Henry Falcón no es más ni menos que una alegría de tísico con la cual se quiere tapar que Maduro ganó las elecciones en el 2013 con 7.587,579 votos dentro de una participación del 79,68% del electorado y en el 2018 fue reelecto con 6.190.612 votos con una participación del 48%. O sea se perdieron 1.396.967 votos y se redujo la participación electoral en 31,68 puntos cuando el imperialismo y las clases dominantes estrangulan económicamente a las mayorías populares y el Comando Sur amenaza con invadirnos. Es preocupante que sólo un poco más de la cuarta parte del electorado haya percibido que el gobierno de Nicolás Maduro es el defensor número uno del pueblo contra los desmanes de la guerra económica y la injerencia extranjera.

No hay motivo para festejar sino para luchar más, con las rectificaciones que haya que hacer, hasta lograr el suficiente respaldo ciudadano a la obra por cumplir del gobierno, la cual fue pincelada por Maduro en sus promesas electorales. El centro ideológico del debate hay que ponerlo en precisar si la idea principal del Plan de la Patria, la transición al socialismo, presentada en las elecciones de 2012, que fue aprobada con 8.191,132 votos, ha avanzado o retrocedido en el seno de las masas teniendo en cuenta que el Plan de la Patria, actualizado por Maduro en el 2018 fue aprobado, el 20M, con dos millones de votos menos con respecto a la votación presidencial obtenida por Chávez en el 2012. ¿Dónde está el Socialismo? Es la gran pregunta de Chávez que debemos hacernos todos los días.



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Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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