La Guaratara

Lógica formal contra la ilógica guerra

La lógica formal, disciplina filosófica, extraordinariamente desarrollada en China, India y Grecia, también es empleada, sabiamente, por el Pueblo venezolano que todos los días se encuentra, cara a cara, con las aberraciones de una guerra económica empeñada en imponerse para destruir la moral de una sociedad, signada por la historia, como referencia ética de todo un continente, cultivado de humanismo por Bolívar, Robinson, Chávez y más.

Es lógico que la oligarquía colombiana, sempiterna explotadora del pueblo, engordada por el narco paramilitarismo y copiosa extractora de mercancía y divisas venezolanas, usaría su parapeto legal para robarle a Venezuela los alimentos que importa, a pesar del bloqueo criminal de Estados Unidos. Con el robo de los alimentos Claps, Juan Manuel Santos se "corona" como el máximo bachaquero; un "muerto de hambre", como irónicamente lo han tachado, demostrando lo ilógico de comerciar con un gobierno "mafioso".

Es lógico que Europa y Trump desconozcan la democracia venezolana porque en Europa aún existe la monarquía; se casan príncipes y algunas doncellas se convierten en Duquesas de la noche a la mañana. En Estados Unidos aplica la misma deducción: a Trump, como a Bush, no lo eligen los votantes directos, sino colegiaturas que pueden tardar meses en dar un veredicto electoral. Es lógico que, a Venezuela, ni a ningún país del mundo le importe un pepino lo que opinen regímenes monárquicos e imperiales.

Es lógico que, si el Gobierno Bolivariano aumenta los montos de las tarjetas de crédito, el Pueblo aproveche esa oportunidad, como en cualquier parte del mundo, pero es ilógico que los mercados municipales y tiendas de Barinas y Venezuela se nieguen a recibir pagos con tarjetas de crédito o imponerle un 100% de intereses sobre los intereses. En ese caso, es lógico que a tales "comerciantes" del Mercado La Carolina se les revoque el registro de comercio y decomisen los puntos de venta.

Es ilógico que la harina y el arroz se vendan a millón y medio de bolívares, sólo porque la red mafiosa capitalista sigue manejando el 70% de la distribución de alimentos. Sería lógico desarrollar una tecnología que invierta la pirámide y, en lugar de enviar la mayor cantidad de productos a las tienditas y rutas usureras, sea abastecida, primordialmente, la red popular de consumo comunero, cooperativo y los mayoristas honestos: hoteles, restaurantes y otros.

Es lógico que, mientras se confíe la venta de cachos, baterías y lubricantes, a las mafias de siempre, el transporte hogareño y público colapse. Por lo tanto, sería lógico venderle a cada dueño de vehículo sus insumos en Petros.

Es ilógico que la carne cueste 3 millones en Barinas y 200 mil en Apure, en ese caso sería lógico transitar proteínas con guías comunales, sin obstáculo alguno en las alcabalas, como es lógico sincerar el precio de la gasolina al costo internacional, para diversificar el mercado petrolero y desarrollar la ciencia y tecnología necesarias para dejar de importar neumáticos.



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Joaquín Román Rondón Santiago

Profesor universitario

 unellezjoaquin@gmail.com      @LaGuaratara

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