(Para los ex compañeros chavistas, de lucha y de trabajo)

Volvamos a rescatar a Chávez, pero de los burócratas que se dicen revolucionarios

Qué desgracia tener sindicalistas "patronales" dentro de los ministerios maduristas, pero peor tener sindicalistas pacatos incapaces, que justifican siempre las razones de sus jefes (directores, gerentes presidente), y estos las del gobierno, para no cumplir con los trabajadores y con la sociedad. ¿Cuáles son esas razones? La guerra económica, el bloqueo económico, la falta de divisas, y la ineficiencia y falta de ética de los otros; nunca hablan de sus culpas, de la incapacidad ingénita que llevan consigo. Cuando hablan de la corrupción hablan de la corrupción del otro, de la ineficiencia del otro, de la ineficiencia del otro, de la falta de ética del otro; ¡están psicológicamente imposibilitados a reconocer sus errores! La pregunta es ¿Por qué estos burócratas con carnet y privilegios están ahí cobrando un sueldo? Algunos inmorales tienen el descaro de decir que porque ellos son y serán revolucionarios y siempre estarán donde los ponga la revolución, con sus abdomen abultados, con su cerebro lleno de grasa que les impide pensar.

La pregunta es esa ¿Por qué están ahí? Nosotros sabemos por qué, por privilegios de jefes, porque hasta ahí llegan algunas prebendas y la verdadera complicidad, discrecionalidad para administrar dinero, dólares baratos, cuentas con sus firmas, lo poco que quede por ahí, ¡caída y mesa limpia!, antes de que se hunda el barco o se estrelle el autobús.

El último recurso discursivo es culpar a sus empleados y subordinados de sus incapacidades: ¡Inmorales! No es posible que un director, un gerente de PDVSA o el presidente de una Fundación del Estado alegue falta de planificación a sus cuadros gerenciales cuando él es quien tiene que planificar y pensar, ¡Para eso fue el elegido, para dirigir, para pensar, para resolver! ¡La revolución también se ocupa de eso!, por si algunos no lo saben Y la gente a su cargo, asustada de perder su empleo en esta super crisis, se inmola con sus culpas, a causa de semejantes crápulas, autocalificados de revolucionarios.

Para estos tontos con corbatas o guayaberas rojas, decir que son revolucionarios les otorga el derecho a no hacer ni pensar nada, a cobrar un sueldo, viáticos, tener choferes y guarda espaldas, dólares, disponer de muchas cosas a su antojo, como si la sociedad le debiera el hecho de haber sido un militante mediocre y oscuro. Vinieron a cobrarle a la sociedad sus "sacrificios" en especies y dinero, sin piedad, con sangre fría, escupiendo su desprecio y resentimiento para todos lados.

Por eso decimos otra vez ¡Que nuestros sindicatos den un paso más allá de las reivindicaciones laborales, que se conviertan en soldados para el cambio radical, en escuelas para la formación de una sociedad distinta, en laboratorios socialistas! Prepararnos para la conquista de nuestra verdadera libertad, pero como clase social empoderada, por encima de la mediocridad de estos directores, gerentes y presidentes burócratas, que se dicen revolucionarios, pero son traidores a Chávez y a su legado. La única reivindicación valida es tomar el poder de nuevo, el control de nuestra economía, de nuestra sociedad y unirnos, defender lo que es nuestro por derecho, por haber sido explotados y manipulados históricamente. Salir de nuevo a la calla a rescatar a Chávez secuestrado por la burocracia madurista en complicidad con los capitalistas ladrones y parásitos disfrazados de honestos patriotas.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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