Para ese ser extraordinario y único llamado mujer

Son muchas las cosas que hoy ocurren en el ámbito social, cultural, legal desde las acciones políticas que se desarrollan en el mundo en cuanto al papel de la mujer como baluarte en la transformación de las sociedades en su máximo esplendor, a pesar de los obstáculos que se encuentran en muchos puntos de esta descripción que hacemos por la necesidad que me surge desde lo más profundo del alma, como hombre que admira y siente que es tocar este tema que en lo particular porque en muchos lugares lamentablemente se sigue viendo a la mujer como un mal necesario, un objeto con un solo fin, sin mirar más allá de los cambios trascendentales que desde la lucha y la reivindicación de su lugar en la historia, está globalización que absorbe valores y principios fundamentales que siguen denigrando su participación por prejuicios religiosos, políticos y el racismo que sigue dando de qué hablar en la desigualdad que vive la mujer.

Hoy son muchos los temas que siguen siendo categorizados de una forma burda, donde se coloca en segundo lugar, como por ejemplo a esas mujeres campesinas que siguen siendo explotadas en el campo por terratenientes, empresas trasnacionales que utilizan a la mujer como mano de obra barata en países como México, las que son utilizadas como mulas del narcotráfico, o el desprecio a la mujer indígena que siguen siendo el centro dela sabiduría en la mayoría de las etnias, sobre todo en nuestro continente, como por ejemplo los Mapuches y nuestros pueblos indígenas en Colombia, Perú, la utilización de la mujer como carne de cañón en conflictos bélicos donde son utilizadas como bombas humanas, donde se utilizan como objeto sexual, tráfico de órganos, prostitución con niñas y adolescentes entre otras atrocidades.

Pero no solo de esa manera se mancilla la imagen de la mujer hoy, además de los terribles homicidios en muchos hogares del mundo , el maltrato psicológico que se vive en lugares de trabajo, en el transporte público, en instituciones públicas y privadas, en los medios de comunicación, pero también vemos como en la llamada "farándula y medio artístico" se viene desarrollando una serie de eventos de ese tipo, donde se pueden sacar algunas interrogantes en cuanto a los 5 minutos de fama o una realidad palpable que se puede vivir y la credibilidad de los hechos que hoy son muchos.

Sin embargo no podemos olvidar lo que ocurre hoy con la mujer en el Medio oriente, esa que sigue siendo presa de la esclavitud mental, machista y moral, en un mundo que sigue decadente, donde rompen la dignidad, y los llamados DDHH que son pisoteados por regímenes y organismos obsoletos que se niegan a cambiar esa forma abstracta de valorar y escuchar las millones de voces que piden ser escuchadas para hacer valer su participación en un mundo pluricultural que avanza, con los matices distintos, que requieren hoy de nuestra atención, donde debemos aceptar que en pleno siglo XXI aun vemos a la mujer como un ser inferior que tiene determinada función en la sociedad consumista, llena de muchos perjuicios, donde no se valora la verdadera esencia humana que hoy representa la mujer, esa que trabaja, estudia, que es madre y padre a la vez, esa que se traza una meta como pilar fundamental de una comunidad, barrio, favela, villa, o tribu, esa que hoy defiende los derechos de un parto humanizado, la que lucha para tener como ley la despenalización del aborto, la que lucha por la diversidad sexual, de pensamiento, la que defiende la trata de personas, la que investiga la ciencia, la que hace deportes que siempre fueron practicados por hombres, esa que es diputada, concejal, alcaldesa, esa que está en la iglesia dando lo mejor por los pobres, o la que hoy alza la voz por los derechos laborales en sindicatos, esa que es maestra, esa que da todo por su dignidad, por su belleza espiritual, esa que deja todo por dar una sonrisa, esa que amo como esposa, compañera, amiga, hermana, camarada, señorita, esa abuela hermosa, esa que sigue con ímpetu los sueños de vivir en un mundo mejor.

Hoy son muchos e importantes los logros que se han consolidado en el papel de la mujer como eje fundamental de la transformación del mundo, sin embargo sigue habiendo muchas desigualdades que aún siguen empañando el avance real de una sociedad machista, racista, y también ese que hoy es feminista que muchas veces juega de extremismo, por eso las organizaciones mundiales deben romper los paradigmas y trabajar desde la objetividad y la comprensión de la participación vital de la mujer en todos los ámbitos, ya es hora de que se empiece a nivelar todo, dentro de la diversidad de pensamiento, religiones, acciones gubernamentales, la política, lo cultural, lo humano, y entendamos que no somos completos en nada de lo que llamamos vida sin la belleza y la fuerza de la mujer dentro y fuera del centro del universo mismo, como el punto de partida y ese punto de llegada que por el egoísmo, la rabia, la ambición y la locura de quienes aún no aceptan el concepto real del significado mujer.

También recordar a esas miles de mujeres que han perdido la vida en Afganistán, Libia, Siria, Turquía, a esas miles que perdieron la vida huyendo de una guerra de potencias mundiales que solo el poder, el petróleo, el gas es más importante que preservarla vida misma.

Para ellas hoy con humildad y respeto, estas humildes reflexiones desde mi corazón bolivariano, revolucionario lleno de admiración y amor, porque debemos entender que la vida jamás será completa si no entendemos que la mujer es la columna vertebral de todo.



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John Duarte Zambrano


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