Llegó la hora de la Universidad de los Trabajadores (UBTJR)

De diciembre pasado a esta parte, el país está viviendo la fase más aguda del asedio imperialista-oligárquico sobre la revolución bolivariana. La hiperinflación inducida hace estragos en nuestra población que muere de hambre y mengua por falta de alimentos y medicinas. El gobierno de Maduro atrapado entre la falta de divisas duras para las necesarias importaciones y una gestión deficitaria, ha hecho maniobras para sostenerse en poder, venciendo la metástasis delincuencial de la Quinta Columna enquistada en su seno. Buscarle salidas a esta peligrosísima situación, manteniendo el cauce de la revolución, es la magna tarea que tiene por delante el presidente obrero.

Si tomamos en consideración que la superación de las más grave crisis afrontada por la nación en toda su existencia, pasa por enfrentar la agonía del capitalismo rentístico que nos legó el petróleo, así como también, los embates de la tentación neoliberal, negadora de la valorización de la fuerza de trabajo y de los recursos naturales, llegamos a la conclusión que la salida a la crisis, está impepinablemente unida, a la participación protagónica de la clase obrera en la alta conducción política de la revolución; puesto que se avizoran tres posibles escenarios frente a la terrible coyuntura que se nos vino encima: a)seguir en el molde del capitalismo rentístico; b)buscar la implementación de un capitalismo nacional con rostro humano y c)abrirle camino a una salida anticapitalista. Todos estos escenarios afectaran a la clase trabajadora, unos en sentido positivo y otros en sentido negativo. Por consiguiente, los asalariados de este país tienen que ofrecer los grandes lineamientos ideopoliticos para superar este berenjenal en que nos metió la burguesía parasitaria venezolana.

La clase obrera para poder enfrentar al imperialismo y al cipayaje interno, deberá tener una inmensa claridad sobre cuáles son sus intereses coyunturales y estratégicos, así como también, la ecuación de la geoeconómica política de los recursos naturales y digerir en toda su extensión la crisis estructural del capital; cuestiones que deben ir acompañadas por la necesaria teoría de la transición al socialismo, pues, la carencia de este recurso teórico, ha hecho naufragar las buenas intenciones del progresismo latinoamericano. Para alcanzar semejante cometido, la clase trabajadora criolla cuenta con un recurso académico excepcional: La Universidad de los trabajadores "Jesús Rivero" (UBTJR), creada en noviembre de 2008 por el Comandante Chávez, cuyos considerandos más sobresalientes son: 1) La unión de el estudio y el trabajo para lograr los fines esenciales del estado 2)La separación entre la educación, la investigación y el trabajo reafirma la dependencia del exterior; 3)Para consolidar el estado democrático y de derecho se reclama una solida formación integral de los trabajadores y trabajadoras para la producción de ciencia y tecnología y 4)Que los conocimientos generados y acumulados por la clase trabajadora la convierten en actor fundamental capaz de asumir la autoformación colectiva de científicos y técnicos que necesita la revolución.

Sin embargo, hasta el presente esta casa de estudios se ha mantenido en la clandestinidad sin una impronta importante en el universo de la ciencia social venezolana. Hoy cuando la lucha de clases se manifiesta en niveles jamás vistos por estos linderos, ha sonado la hora para que este aparato del estado bolivariano, asuma los objetivos para los cuales fue creada y de un paso al frente, formando los cuadros y las cuadras que la revolución necesita en estos tiempos de crisis agónica del capital planetario. Necesitamos dirigentes salidos de la clases obrera de recia estirpe mirandina, o sea, lideres cuyo perfil sea: hombres que se apasionen por absorber gran parte del conocimiento de su tiempo; que rechacen la tentación de apropiarse de los bienes materiales del estado y que estén dispuestos a morir en defensa de sus ideales y que al mismo tiempo asuman la conducción del estado, obedeciendo a los interés estratégicos de la clase trabajadora.

La UBTJR no solamente está llamada a ser el útero del nuevo liderazgo revolucionario que exige el país, sino que también puede ser un implante extraordinario que indique el camino para la restructuración de la nueva universidad que de solución de continuidad, a la universidad tradicional, ahogada por la concepción liberal de la educción superior. Utilizando la moderna tecnología educativa, la UBTJR puede implementar la educación a distancia y con pocos profesores que sean verdaderos tanques pensantes, puede diseñar una metodología de enseñanza ahorradora de gastos siderales. Si tenemos claros los contenidos que debe internalizar la clase trabajadora y con la audacia en metodología didáctica que puede desarrollar la UBTJR, la formación de cuadros/cuadras que tanto reclamó nuestro Comandante se hará una hermosa realidad. Tienen la palabra el ministro del trabajo y la clase de Venezuela.

+Sólo la clase obrera salva a los trabajadores

+Defensa a ultranza de nuestros recursos naturales

 



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Humberto Trompiz Vallés

Historiador y profesor universitario jubilado, especializado en historia petrolera de Venezuela.

 htrompizvalles@gmail.com      @trompizpetroleo

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