Antiimperialismo, venezolanidad y patria

En estos días de máscaras reales e imaginadas, sin serpentinas y papelillos, añoranzas y simulaciones, los "vejetes", volvimos a reunirnos a tomar café, y uno de ellos cuyo rostro enflaquecido, cuyas marcadas líneas de expresión parecieran más bien relieves de una talla prehispánica , preguntó ¿Porqué los apátridas?. Todos nos vimos las caras, y otro comentó__!Caramba, Caramba!, el camarada con esa pregunta nos invita a meternos en un camino por demás controversial---el mayor de la partida agregó---Hay dos opciones, una, que acudamos a la simpleza adjetival, descalificante y generalizadora O, le damos un tratamiento político-ideológico al asunto; y, para ello, recomiendo que apelemos a un viejo método que se dice utilizaba Sócrates: la Mayéutica, entonces a interrogar e interrogarnos, y abrirle los portones a ese mundo de experiencias y conocimientos que cargamos con nosotros.

La Conquista y Colonización americana, fue en lo fundamental la obra del Estado más organizado y poderoso de la Tierra, establecido desde finales del siglo XV hasta comienzos del XIX, desde la dinastía de los Trastámara, hasta los Borbones; ello adquirió concreción universal con la asunción del heredero de la casa de los Habsburgo Carlos V, al poder de El Sacro Imperio Románico Germánico, que reunía la experiencia guerrera española de siglos de lucha contra los moros en la península ibérica, en el mediterráneo y contra indígenas de las islas Canarias; además con acceso a las tecnologías más avanzadas de la época en la navegación, y de los instrumentos bélicos y, algo crucial, que añadir, el cemento ideológico social fundamentado en el factor religioso cristiano. La unidad de estos elementos les permitió darle continuidad centenaria a las sucesiones dinásticas y transitar un largo periodo de dominio imperial consolidado en Lepanto (1571) hasta el desastre de Trafalgar (1805).

¡Entonces! Además de las emociones y la adjetivación, tenemos que darle oportunidad a la visión histórica, a la dinámica de los procesos sociales, y este enfoque será de mayor pertinencia para los efectos de lograr aterrizajes menos aparatosos y traumáticos en la comprensión de nuestras realidades contemporáneas.

Entonces podemos ver que, los habitantes originarios americanos de guayuco y flechas, combatieron al poderoso imperio "donde nunca se ponía el sol", cuyos soldados protegidos con yelmos, armados de arcabuces, acompañados de caballos y perros incendiaban Shabonos, y empalaban a sus habitantes, mientras otros soldados, los de Cristo, limpiaban de pecados y salvaban las almas de los depredadores, y cuya práctica espiritual la extendieron con letal éxito a los pobladores sobrevivientes. Otros en la Metrópolis, los lingüistas, organizaban el habla dándole coherencia para imponer las grandes líneas de la comunicación y dominación cultural.

En estas luchas cruentas y desiguales antiimperialistas, y en la vida cotidiana, empezó a construirse la venezolanidad, las circunstancias humanas imponen nuevas situaciones: el europeo va al lecho con la india, o con la esclava negra, y el indio con la mulata, y el negro con la india, y así… en ese gigantesco orgasmo étnico se fue dando ese ser magnifico que es el venezolano. "nosotros somos un pequeño género humano poseemos un mundo aparte(…)no somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles"(1) En las primeras décadas del siglo XIX en los campos de batalla, con nuestro Bolívar al frente orientado por las Luces de su maestro Rodríguez, se fue asomando una nueva dimensión política y humana, dándole cuerpo político, Independencia y Soberanía al territorio de la antigua Capitanía General de Venezuela he allí la Nación, he allí la PATRIA...

A propósito de ello, el Historiador Salcedo Bastardo recoge esta definición de Simón Bolívar: "Primero el suelo nativo que nada: él ha formado con sus elementos nuestro ser; nuestra vida no es otra cosa que la esencia de nuestro propio país; allí se encuentran los testigos de nuestro nacimiento, los creadores de nuestra existencia y los que nos han dado alma por la educación; los sepulcros de nuestros padres yacen allí y nos reclaman seguridad y reposo; todo nos recuerda un deber, todo nos excita sentimientos tiernos y memorias deliciosas; allí fue el teatro de nuestra inocencia, de nuestros primeros amores, de nuestras primeras sensaciones y de cuanto nos ha formado (…)el hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadano, y se respeta el carácter sagrado de la humanidad: la nuestra es la madre de todos los hombres libres y justos, sin distinción de origen y condición(…) la Patria es América"(2)

Los venezolanos que vivimos en estos tiempos de grandes dificultades internas y una abierta amenaza imperial contra nuestra soberanía, tenemos abundante historia de esfuerzos y sacrificios en la construcción de nuestra identidad; esto nos obliga a sopesar la situación con afinado criterio, evitando la alharaca patriotera, con discursos inflamados e inútiles ofertas de inmolación. Afortunadamente tenemos a quien acudir, y es precisamente a Nuestro Libertador, de quién tenemos mucho que aprender, además del extraordinario pensamiento político libertario de los grandes hombres de Nuestra América y del mundo.

Sin embargo este tema va más allá del articulo de un opinador O las conversaciones de un grupo de "vejetes"; pues datos y concepciones a desarrollar sobre la Patria y los apátridas hay muchos, y no está limitado a la acción de algunos venezolanos señalados mediáticamente de viajar con frecuencia al imperio y a Europa en la solicitud de intervenciones políticas y al parecer también militares en nuestro país.

La cuestión es que las malas prácticas gubernamentales y las debilidades en las convicciones republicanas y patrióticas son más abarcantes y de vieja data, solo que las ambiciones codicia, corrupción, nepotismo, incapacidades, pusilanimidades, trampas, y villanías, perpetradas por gobernantes en toda la IV República (1830-1998) en comparsa con depredadores privados nacionales y foráneos, resultan inaceptables, por razones obvias, en un proceso de Cambio Social Bolivariano.

Decíamos, que la conexión de nuestros pueblos americanos con Europa fue de luchas antiimperialistas (aunque no lo supiéramos) Otros imperios durante siglos, como el de Gran Bretaña y el Holandés dejaron honda huella en nuestro Caribe que aun nos perturban. Mientras tanto la gran Albión, había puesto su huevo en tierras americanas, donde se incubó el otro gran imperio, que desde hace rato viene haciendo lo que le da la gana en el planeta,

Por ello la revisión crítica debe hacerse aunque estemos en dificultades, ya que no lo hicimos en otros tiempos seguramente por no pararle a aquello de las "Vacas flacas y Gordas" o porque estar "Buchones" nos dificultó la reflexión sobre el futuro, de todas maneras cualquiera sea la razón, es un tema que permanece y resalta en la agenda.

Lo cierto es que hay razones históricas para que nuestro pueblo sea antiimperialista, y patriota, sí, este sentimiento ha declinado, obliga al liderazgo y al pueblo todo, a ir a las causas; y seguro habrá que desnudar a la sociedad para urgentemente corregir entuertos o correr el riesgo de la disolución republicana. Nos preguntamos ¿Es que acaso el Sistema Social, Educativo, Familiar, Gubernamental y Político, donde se forjan las bases de la identificación con la Patria, no ha sido atendido suficientemente con el mejor criterio que reclaman los nuevos tiempos? ¿Está en duda el ejercicio político-económico del proceso revolucionario? ¿Bastará explicar lo acontecido y lo que nos acontece por la agresión imperial a la que estamos sometidos?

Venezuela dispone de un gran legado histórico intelectual; Maestros como Simón Rodríguez, Andrés Bello, Luis Beltrán Prieto,… y muchísimos intelectuales que tenemos en nuestro haber patrimonial pensante. Y también ha tenido un hombre que abrió una ventana de oportunidades para la transformación nacional, ¡Ojalá! Que ese esfuerzo y sacrificio intelectual y humano del comandante Chávez, no sea malversado.

LA REVOLUCION ES CULTURAL

  1. Bolívar Carta de Jamaica

(2). Salcedo Bastardo/Visión y Revisión de Bolívar/págs., 98,99/Monte Ávila Editores, caracas, 1981.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1297 veces.



Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

Visite el perfil de Rafael Castro para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: