Día cuarenta y tres: Maduro por el filo de la navaja 2018

Se siente un reclamo silencioso, íntimo y callado en los chavistas de a pie que apoyan a Maduro. No se necesita contar con un instrumento de investigación científica para auscultar esa realidad. Basta con hablar entre gente afín el mismo lenguaje de repudio a la derecha opositora, de condena al capitalismo salvaje, de reprobación a la conspiración antinacional e imperialista contra Venezuela para que empiece a fluir la inconformidad de los chavistas por la complacencia con el enemigo de clase que no tiene ningún tipo de contemplaciones al inducir la inflación y el desabastecimiento, solicitar sanciones económicas y hasta pedir la invasión armada a nuestro país.

En voz baja la muchedumbre chavista que defiende nuestra soberanía nacional, respalda la legalidad democrática y aplaude las políticas de protección social del gobierno, también murmura y comenta sobre la necesidad de tomar medidas fuertes, radicales y contundentes contra los enemigos de la patria, de los desamparados y del gobierno bolivariano. Tal vez no exista en la masa que respalda a Nicolás Maduro propuestas de rectificación y de enmiendas bien estructuradas para darle un vuelco a la crisis del capitalismo pero hay suficiente intuición popular para saber que no se está haciendo todo lo suficiente para enfrentar con éxito las agresiones de la derecha.

Hay por otra parte propuestas serias de chavistas estudiosos de la situación económica y política que no son tomadas en cuenta las cuales podrían ayudar mucho a mejorar la situación. Algunas de esas propuestas son cada vez más atractivas para las masas chavistas: nacionalización de la banca, control absoluto de las importaciones por el Estado, intervención por el Estado de los medios de producción y distribución, cierre de la frontera con Colombia, cesación de la asignación de dólares baratos a la burguesía parásita, rompimiento de relaciones diplomáticas con los países que nos agreden, convenio con Rusia para la instalación, por lo menos, de seis bases militares en nuestro país y desmantelar la red de corrupción en toda la administración pública como se está haciendo en PDVSA y en la Faja Petrolera del Orinoco. Yo agregaría que la Asamblea Nacional Constituyente tiene que saldar una vieja deuda legislativa con el profesorado universitario y es la aprobación de la Ley de Educación Universitaria (LEU).

En la masa electoral chavista que le dará el triunfo imperdible a Maduro subyace la idea de pedirle a su candidato más fuerza, en los hechos, para enfrentar al capitalismo.



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Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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