La Columna del Guerrillero

Hay miedo y desconfianza en la población

La confrontación política que estamos viviendo, tiene su origen en el alzamiento del 4 de febrero del 92 encabezado por el Comandante Hugo Chávez, quien tuvo la osadía de atreverse a desafiar la ira del poder omnipotente que ostentaba la burguesía.

Evento que marcó el inicio del desplome del dominio político que tenían los partidos de la derecha, lo que le permitía disfrutar palaciegamente de los privilegios de la Presidencia de la República.

Miraflores era la casa del bonche semanal de los grupos de poder, donde sus anfitrionas eran las amantes de los presidentes de turno, célebremente llamadas las barraganas.

Ese desequilibrio emocional, que causó en la mente de los poderosos y que se consumó en el 99 con la llegada a Miraflores de Hugo Chávez, lo trastornó de tal manera, que no hay un día de paz en la cabeza de esos grupos, que por tantos años se acostumbraron a poner y quitar presidentes.

Desencanto que se transformó en odio y arrechera contra todo lo que le huela a Chávez, por eso se han ensañado contra Nicolás Maduro, por considerarlo el continuador de ese maleficio que les cayó encima , toda vez que después de asesinar al Comandante Chávez, ellos creían que tenían el mandado hecho, para deshacerse del chavismo.

Pero para fatalidad del imperio, los peones que han puesto al frente de esta batalla, han resultado unos bates quebrao,cuya situación los pone en desespero y apelan a la última carta que le queda, promover acciones de violencia entre venezolanos para crear las condiciones para una INTERVENCION MILITAR, para lo cual encontraran apoyo en grupos violentos que por no tener nada que le duela en este país, con mucho gusto le harían el servicio, para que los invasores se apoderen de nuestro recursos petroleros y naturales, en pago por los millones de dólares recibidos por esa parranda de anti patrias que andan por el mundo, buscando la intervención de fuerzas extranjeras en nuestro territorio, ya que ellos son incapaces de derrotar a este gobierno por sus propios medios.

El dilema que se presenta es que si este conflicto de intereses políticos, tiene un desenlace violento como lo quieren los sectores de la derecha, se abrirían mas las brechas de la discordia, pero si la solución es pacifica, se abriría un respiro para la población, inclusive para ese sector que sin ser parte de los bandos en disputa, sufre las consecuencias de una guerra, donde ninguno de sus actores resultaría ganador. ¿Cual es entonces la fórmula para reconciliar al país en torno a una propuesta que nos devuelva la tranquilidad a todos los venezolanos?

Que ponga a reflexionar a todo el pueblo venezolano, acerca de lo inconveniente que es para el país, seguir echándole más leña al fuego, a conciencia de que nos están induciendo a una pelea de perros entre venezolanos con el fin de que nos destruyamos entre nosotros mismos, para luego justificar la necesidad de una intervención extranjera. En consecuencia en que favorece al país, que el mayor tiempo sus actores políticos vivan en un eterno conflicto politiquero

Eso quiere decir que a este ritmo, VENEZUELA PUEDE SER OBJETO DE UNA INTERVENCION POR FUERZAS EXTRANJERAS, con los resultados que todos conocemos : RUINA Y DESOLACION. Y con tres bloques de la población padeciendo de todas las calamidades.

Tanto chavistas, opositores e independientes, terminarán viéndose las caras después del desastre que hicieron de su patria, producto de las ambiciones de poder.

Aquí no se trata de ser pesimista, alarmista ni agorero, se trata de una realidad objetiva, nos están acechando, cercando y agudizando el conflicto interno provocando mayores escasez y encarecimiento desproporcionados de los alimentos, usando como referencia el dólar genocida. Acción con la cual han logrado distorsionar todo el sistema económico, ocasionando trastornos graves en el presupuesto familiar, llegando a niveles desesperantes, en la que la población peligrosamente siente que el gobierno ha dejado que cada quien haga lo que le da la gana, observándose rasgos de anarquía y caotización .

En la población se observa miedo en los tres bandos, ni los chavistas confían en la oposición, ni la oposición cree en los chavistas y los independientes les tienen miedo a los dos...

Tengo la percepción, que en el país los que quieren paz y prosperidad, que es la mayoría, verían con buenos ojos la aparición de nuevos voceros al frente de una mesa de diálogo, que al menos no vengan con tanto rencor de unos contra otros, además de la incorporación de gente que no esté participando de la diatriba partidista, que actué en representación de ese 40% de venezolanos que les tiene miedo al discurso de los bandos en pugna.

Si el asunto es destruir una parte para que la otra parte reine, NO VEO QUE SENTIDO TIENE DIALOGAR, por lo tanto se impone un acuerdo de gobernabilidad, sin que haya que arriar banderas de principios ideológicos, al contrario lo que está planteado es disciplinar y darle altura al debate político, para que la gente deje de desconfiar y tener miedo en los que fungen de líderes o voceros de los grupos políticos.

No hay que olvidar que no todo el mundo milita en los partidos y franquicias políticas que hay en el país. De allí que los que se han adueñado mediáticamente de esas vocerías, deberían actuar con mesura, no haciéndose porta voz de la gente que no cree en sus discursos. El asunto es recuperar la confianza de la gente en el discurso de los líderes

Eso de que la paz del país, ALGO TAN SERIO E IMPORTANTE PARA LA POBLACION VENEZOLANA, pase por la posición política o personal de un BORGES O RAMOS ALLUP es un absurdo, igual criterio debe privar en el gobierno para seleccionar a sus voceros, no atribuyéndose la vocería de todo un pueblo, sabiendo que hay millones que lo adversan, desconfían y tienen miedo de su discurso, como igual ocurre con la oposición que sabe que hay millones que no creen, ni confían y le tienen miedo a su discurso y actuaciones y que ambos deben valorar, que también hay millones que no comparten, desconfían y tienen miedo de los dos.

Así que mi propuesta es que los actores políticos tanto del gobierno como de la oposición, no menosprecien la opinión y participación de ese importante sector de la población, a quienes los quieren ignorar, como si este país fuera de ellos dos nada más.

Aplicando el sentido nacionalista y partiendo de la realidad objetiva sobre la situación política que vive el país, que a la vez genera la situación económica por la que está pasando el grueso de la población, de cuyas causas son responsables los bandos en disputa, el resultado debería ser un ACUERDO NACIONAL, que permita transitar el camino democrático, sin ánimo de destruirse ninguna de las partes en conflicto, para que la otra parte de la población, que no cree en ellos, pero que también tiene mucho que aportar al desarrollo del país, comience a tener confianza en ellos, y que al final cada uno ponga su proyecto político al examen de la población. Y QUE GANE QUIEN LO HAYA HECHO MEJOR A FAVOR DEL PUEBLO.

Un tratamiento así a la situación que estamos viviendo, sería la mejor demostración de que hay espíritu de rectificación en el comportamiento y revisión de los errores cometidos, que disminuya la tensión política entre nosotros para no darle razones a quienes nos quieren invadir por culpa de nuestros propios errores. . En todo caso "El que esté libre de pecados que lance la primera piedra"



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Hernán Urbina

Guerrillero Ayer. Combatiente Siempre.

 orgmbr200@gmail.com

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