El Plan

Citando al Che, aseveramos que la planificación es la primera etapa en la lucha del hombre por adquirir pleno dominio sobre las cosas, que la idea de la planificación es un estado de espíritu condicionado por la posesión de los medios de producción y la conciencia de la posibilidad de dirigir las cosas, de quitarle al hombre su condición de cosa económica. En este sentido, la planificación se concibe como un acto de realización de la especie humana, que en el campo de la lucha por construir un nuevo orden social, se transforma en la superación de la dominación del dinero y de la mercancía para erradicar la anarquía de la producción capitalista.

De manera que, la planificación socialista, la planificación del proletariado, que persigue el derrocamiento del sistema de dominación capitalista, debe contener una estrategia de poder, una audaz articulación de políticas, tareas y acciones que construyan la hegemonía de la clase obrera para la toma del poder que detenta la burguesía. No es el poder que se presume existe detrás de la burocracia del estado burgués, no es el poder que se presume existe al ser gobierno dentro del estado burgués. No. Citando a Lenin: tener el gobierno no es tener el poder. Es el poder sobre la organización de la sociedad, el poder que da a la burguesía la propiedad privada de los medios de producción, el acceso a los recursos naturales de la humanidad, el fetichismo del dinero y la mercancía. Debe ser una estrategia de poder que nos permita edificar e instaurar el Estado Socialista, el uso de la fuerza y la violencia del Estado contra los privilegios de la minoría explotadora, instaurar la dictadura del proletariado.

En la perfecta compresión del carácter trascendental de esta lucha, el comandante Chávez nos convoca a la concreción de 5 objetivos de carácter histórico, no realizables en un periodo presidencial, imposibles de decretar como agotados sin la confrontación violenta contra el imperialismo, sin ajustar cuentas con la clase dominante. La Independencia, el Socialismo, el Internacionalismo y la Vida, son elementos rectores de tan robusta estrategia. Aquí, en el Plan de la Patria original de Chávez, se entretejen objetivos nacionales, con objetivos estratégicos y generales, sistematizando un programa de emancipación y de consolidación del Estado Socialista, visión ésta que debe prevalecer en nuestra planificación revolucionaria, sin tapujos y sin contrabandos ideológicos.

Sin embargo, la planificación en Socialismo no es estática, no se momifica como las promulgadas leyes del positivismo. Es en cambio dinámica, de permanente revisión, evaluación, rectificación y reimpulso, sin otro fin que lograr la conquista del poder por el proletariado. Sólo en este contexto se puede entender la demanda de someter a crisis el Plan, de hacer el balance que nos permita evaluar ejecución y ajustar la táctica adecuada a condiciones objetivas y subjetivas concretas, sin plantearnos "nuevas" elaboraciones que nos desvíen de la lucha central, de la única lucha de la sociedad de clases: la instauración de la dictadura del proletariado.

En materia petrolera, la brecha de la ejecución con lo planificado es significativa. El rezago con lo exigido dentro del Plan de la Patria es de difícil aceptación, pero resulta imperativo enfrentar y superar un robusto proceso de revisión y evaluación para someter nuevas propuestas dentro de los 5 objetivos históricos. Una revisión con todos los sectores de la revolución, con todas las fuerzas políticas y sus actores, del conocimiento público con rigurosidad orgánica y científica. No hacerlo sería subordinar nuestra estrategia central a los riesgos de la improvisación, sería someter la posibilidad de emancipación de nuestros pueblos al peligroso espontaneismo pequeñoburgués, mediocre e incapaz de comprender la evolución política e ideológica de nuestra lucha de clases. Riesgo histórico éste que no podemos correr.

¡Patria Socialista!

¡Venceremos!

La construcción vital e impostergable de una Estrategia de Poder constituye el corazón, el núcleo de verdad, el nervio central, el carozo y el leitmotiv del pensamiento político marxista. No hay marxismo sin estrategia de poder. Todo es ilusión menos el poder. LENIN

12/01/2017

Por el Frente de Trabajadoras y Trabajadores Socialistas de Pdvsa Intevep (FTSI)

FTTSI@yahoo.com



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