Guerra que aún no se gana: la del constituido autocratismo contra un pueblo constituyente

Demos comienzo de exposición caracterizando en cuál sistema es qué estamos revolucionando; sin duda, que se escogió el derrotero más escabroso, el de hacer vida política con lo adverso a creencias de llegar a cambiarle, si no en lo total, por lo menos en buena parte, nos dio por sumar, cuantificar sin cualidad, lo que hizo cargar el bote de mucha diversidad, de lo impropio que contagia lo propio. A solemnes riesgos han sido probados los niveles democráticos, dígase, como para demostrar al orbe la plenitud dimensional del contentivo cognitivo de cómo es qué se dignifica el sentido de la democracia, pero más con menos demo, quizás parezca contradictorio, mas, profundizándonos en un análisis, la conclusión examina, da como diagnóstico de que navegamos en una cracia con debilidad de demo dando lucha de clase, cual hostiga para que ceda en la pela.

Hasta ahora lo constituido preserva su raíz de selectivo, infiere desde misma presidencia con toda su cadena de mando; enumeremos: Ministros, partido, gobernadores, alcaldes, complexión de seguridad, estamento militar, etcétera. Todo permanece intacto, salvo algunas menudencias estructurales y estrategia reservaría inundada por aguas estancadas en el viejo adepto estilo del poder.

Chávez agotó toda táctica posible e imposible en aras del comprendido de la materia, pero, digamos que no fue infructuosa, mas, no llegó a feliz término, nunca alcanzó nivel político ni asentamiento, no adecentó; la popular Comuna quedó relegada, poder constituido, que debió abrir espacios, cerró filas y dejó desguarnecida la transmisión de poderes que debió tener principio en alcaldías y en su legislativo, las apetencias superaron la sensatez y en 19 años cumplidos de ascenso al poder, se fustiga la transferencia de competencias al originario, se manipula con jugadas de aparente entrega de competencia a las cuales no abdica el poder constituido e insiste en conservar bajo su desgastado tutelaje. Bombos y platillos en cada contienda, sigue la fiesta mientras el pueblo espera con suma paciencia se dé lo que reza en Constitución: Poder Absoluto, porque sólo con él se gana La Guerra Económica y cuanto ardid ose desafiar su poder, no olvidar que revoluciones las hacen los pueblo poniéndose en riesgo mortal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 540 veces.



Omar Ignacio Pinto


Visite el perfil de Omar Ignacio Pinto para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Omar Ignacio Pinto

Omar Ignacio Pinto

Más artículos de este autor