La mala y cada vez peor actuación de "los halcones", tiene al mundo todo esguañangao (IV)

Cuando se da un acontecimiento importante, es porque ha sucedido una serie de pequeños hechos que tienen relación uno con otro, y que al final acontece aquel evento que reviste una repercusión de alguna o alta magnitud en lo local, regional, nacional, hemisférico o mundial, y todo comienza porque insensatamente alguien enciende una mecha que, dependiendo de su longitud, tarda su tiempo para que una chispa llegue al barril de pólvora y este estalle sin que nadie sepa con que intensidad y el daño que podrá causar. Es por ello y por estar el mundo actualmente muy alborotado, que se recomienda a cualquier individuo, revestido o no de autoridad, que sea prudente, que piense y analice bien las cosas que va a decir, o las acciones que va a tomar, u ordenar se ejecuten, sin dejarse llevar por los impulsos primarios de prepotencia, egoísmo, envidia y menos aún; venganza. El mundo actual está muy golpeado, por doquier usted ve desastres causados porque alguien con poder utilizó erróneamente y adrede los "Derechos Humanos" o la "Libertad de Expresión" para hacer o decir cosas imprudentes, la mayoría de las veces para molestar a otra u otras personas, sin pensar en las consecuencias personal o colectiva, que ello puede traer. Siempre digo que el mundo ha avanzado una enormidad en cuanto a lo científico y tecnológico, parece cosa hasta de magia, todo para el beneficio del ser humano; pero a su vez ha retrocedido y empeorado gravemente el hábito de ser un buen ciudadano. Uno cada vez más observa lo perverso de la humanidad, tanto, que la ruindad supera con creces cualquier ficción monstruosa actualizada. Pareciera que cada quien se levanta pensando en hacer mal a alguien, conocido o desconocido, y claro está, en ese anti natura afán sobresale la conducta infame y belicista de los gobernantes llamados, halcones, gringos, yankees, estadounidenses o simplemente; Norteamericanos. Pero bueno, mientras esperamos que la mano de Dios intervenga y opere en la mente y en los sentimientos de los desquiciados de este mundo, sigamos con nuestra narración sobre el por qué los gobernantes y busca camorra gringos son como son.

Es el 3 de marzo de 1817, a iniciativa del presidente norteamericano James Madison, 1809-1817, que el Congreso de los Estados Unidos de América aprobó una nueva ley de neutralidad, que sin querer queriendo estaba abiertamente contra la revolución Hispanoamericana, Madison muy avergonzado sostiene que se vio obligado por la presión política y amenazas de todo tipo del Ministro español Luis de Onís; por lo que había cedido. Según esta nueva ley, cualquier ciudadano que armara un buque privado que pudiese ser utilizado contra un Estado en paz con los Estados Unidos, el o los responsables directos serían castigados con 10 años de prisión y 10 mil dólares de multa, (y pa’qué más) Como si el decreto anterior fuera poco, el gobierno de los Estados Unidos se declara neutral en el conflicto entre España y la Revolución Hispanoamericana, pero sin embargo permite a sus connacionales prestar a los españoles todo el apoyo logístico necesario, haciéndose el desentendido en tomar medidas represivas contra los infractores de la neutralidad. Cuando el gobierno republicano de Venezuela dispuso por decreto del 6 de enero de 1817, el bloqueo de Guayana y Angostura, decreto que fue publicitado incluso en los Estados Unidos, los buques mercantes norteamericanos hicieron caso omiso al mismo y burlaron sistemáticamente el bloqueo. Pero resultó que ese mismo año fueron capturadas por las fuerzas marítimas de Venezuela las goletas norteamericanas Tigre y Libertad, cuando ellas traían recursos bélicos a los realistas, esta acción de la paciente Venezuela conlleva al duelo epistolar entre el Agente Diplomático de los Estados Unidos en Venezuela, Juan Bautista Irvine y el Libertador Simón Bolívar, a lo largo de un tiempo del año de 1818. Aquí algunas citas en el intercambio de cartas, éstas diferentes a las ya narradas en escrito anterior.

El 20 de agosto de 1818 escribe Bolívar a Irvine: "Si es libre el comercio de los neutros para suministrar a ambas partes los medios de hacer la guerra, ¿por qué se prohíbe en el Norte? ¿Por qué a la prohibición se añade la severidad de la pena, sin ejemplo en los anales de la República del Norte? ¿No es declararse contra los independientes negarles lo que el derecho de neutralidad les permite exigir? La prohibición no debe entenderse sino directamente contra nosotros que éramos los únicos que necesitábamos protección. Los españoles tenían cuanto necesitaban o podían proveerse en otras partes. Nosotros solo estábamos obligados a ocurrir al Norte así por ser nuestros vecinos y hermanos, como porque nos faltaban los medios y relaciones para dirigirnos a otras potencias"



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José M. Ameliach N.


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