Victoria de Erika Farías será lección contra divisionismo, indisciplina y traición. Siempre he sido abnegado militante de la unidad revolucionaria, con esa ilusión permanezco en las bases del PSUV desde 2010, luego de haber militado 15 años en el PCV y la JCV, ocupando diversos cargos como dirigente nacional, regional y traductor oficial de congresos comunistas en inglés, portugués e italiano.
Ver video en YouTube: entrevista al dirigente marxista más antiguo de Venezuela - https://youtu.be/l3IupQFgpQQ
De aquellos años (1995-2010) tengo vivo en mi memoria felices momentos compartiendo con gente de todas partes del mundo pero también recuerdo con lástima a varios "dirigentes" lambucios (y sin credenciales de capacidad) que se peleaban groseramente al estilo de muchachos en piñata a la hora de repartirse un cargo o viajes gratis al exterior patrocinados por el gobierno nacional o algún partido extranjero.
Siempre me abstuve de participar en aquellas bajezas de la piñata menchevique y de ahí me nace hasta hoy la decisión de permanecer como un revolucionario de a pie voluntariamente negado a postularme a cargos o prebendas.
Convencido estoy que desde la calle y desde la escritura ayudo más a la Revolución Bolivariana y prefiero dejarle a otros la batalla desgastante de lidiar con muchos adultos que se dicen revolucionarios pero que actúan como niños peleando por una piñata.
Hablando desde la altura moral que me da mi poco común desprendimiento, veo que otra vez en elecciones para alcaldes, se ha desatado una piñata electoral donde mini partidos que se dicen "revolucionarios" vuelven a lanzar candidaturas paralelas que traicionan al PSUV, vale decir, la única organización política capaz de ganar por si misma la todas las elecciones.
Seamos sinceros, los mini partidos no ganan ninguna elección sin alianza con el PSUV pero pueden hacer perder en ciertas localidades donde la derecha tiene importante fuerza electoral. En la práctica los mini partidos del GPP le hacen el juego a la MUD. ¿Así o más claro?
Por esto advierto que todo divisionista es un contrarrevolucionario.
Ciertamente la conducta de estos mini partidos electoreros cae en el chantaje y el oportunismo en contra de la estratégica unidad revolucionaria y del generoso PSUV que les ha regalado alcaldes, diputados y hasta ministros durante años.
La única opción de la Patria en la Alcaldía de Caracas es Erika Farías como abanderada del PSUV y de la unión de los revolucionarios. Otras candidaturas paralelas sólo estimulan la pérdida del voto chavista y facilitan directamente un triunfo de la candidatura burguesa y pro imperialista.
Lo aquí expuesto se extiende a todas las candidaturas municipales a nivel nacional.
Es tiempo de abandonar egicentrismos enfermizos, ambiciones personales y grupales inspiradas en una megalomanía trasnochada y pequeño burguesa; es hora de avanzar con grandeza ética a la consolidación de un partido único de los revolucionarios que garantice victorias de masas, no de de ególatras sin pueblo.
El único partido con fuerza social para hacer esto es el PSUV, todos los demás son insolentes cascarones vacíos sin conexión con el pueblo y la historia los aplastará.
