El capitalismo crea a sus propios verdugos

Los clásicos pronosticaron el fin del capitalismo, mucha tinta se dedicó a explicar lo inevitable de su caída y la sucesión por el Sistema Socialista. La clase obrera fue bautizada "sepulturera" del sistema decadente. La historia, siempre terca, se niega a seguir el guión preparado para ella, rechaza el mecanicismo, el etapismo; nos sorprende con su capacidad de creación, con sus volteretas. Los dogmatismos estallan en sus manos.

Ahora se presenta un fenómeno, que ojalá dé tiempo de estudiarlo. Veamos.

El Che nos habló de un proceso embrutecedor de los pueblos, sólo asomó el concepto, no ahondó en el asunto. El proceso embrutecedor, que podríamos también llamar manipulación de las conciencias, surge como esencial en la permanencia del capitalismo, trasciende a una clase y cubre a toda la sociedad, impidiendo a la gente percibir el sistema capitalista como el causante de todos los males, pero sobre todo como el sistema que amenaza con la extinción a la vida en el planeta.

La situación más que de alarma es de asombro: el capitalismo va triunfando, fortaleciéndose en toda la tierra: trump, macri, temer, maduro, Europa toda, Rusia… y simultáneamente el deterioro ambiental es terrible: huracanes como nunca visto, contaminación que arropa a países, China es el ejemplo, océanos víctimas del plástico, bosques arrasados, mega incendios sorprendentes.

Los embrutecidos no consiguen relacionar el desastre climático con el capitalismo. Frente a la tragedia, quedan paralizados o buscan culpables secundarios donde descargar el miedo. Una dramática ilustración de la confusión, del engaño, es hoy España. Allá la población aterrorizada por un verdadero infierno, un mega incendio la emprende contra… contra unas leyes, al capitalismo nadie lo toca, sigue su camino de destrucción. El capitalismo necesita para su dominación la despolitización de las grandes masas, su embrutecimiento, y ese misma despolitización le impide percibir el verdadero enemigo, se pierden combatiendo molinos de viento.

Lo anterior es el comportamiento de todo el planeta. Aquí, entre nosotros, llegó el capitalismo y la gran masa cayó en el foso embrutecedor, la situación de existencia es precaria y el gobierno, que cambió el Socialismo salvador por el capitalismo que nos condena, obtiene mayoría. La costra política abusa de la credulidad de la masa y el capitalismo permanece incólume.

El Libertador lo previó cuando dijo "un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción". Hoy podríamos decir: la Humanidad ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción.

Parece que hemos llegado al punto de no retorno, el desastre ambiental es una realidad, eso hace imprescindible al Socialismo. Sólo una humanidad, un hombre en sociedad, viviendo como hermanos, podrá hacer frente a las calamidades. El hombre del capitalismo, egoísta, sólo puede agredirse en medio de las dificultades, tratar de resolver la calamidad de forma individual. Ya se ven las más perversas conductas en los pueblos que comienzan a sufrir los desastres, el saqueo, el pillaje, la falta de solidaridad, todas respuestas de la masa sin líderes, sin organización, sin valores éticos amorosos.

El Socialismo no es ya un mero requerimiento político que podemos escoger o no, ahora el Socialismo es un asunto de vida o muerte. O Socialismo o la vida se extingue. Hoy es más verdadera que nunca la consigna Socialismo o Muerte.

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Toby Valderrama Antonio Aponte

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