Carlos Del Vecchio: ¡Ep¡

(¡Ep¡ ) era un especie de estribillo que Carlos Del Vecchio solía utilizar –entre amigos- sobre algún acontecimiento, grande o pequeño, que le llamara la atención, por ejemplo: una bella mujer que se aproximaba, un error de alguien al pronunciar mal alguna palabra; una cita sobre una persona despreciada o halagada, entonces, Carlos, acuñaba su característico (¡Ep¡), sin aludir en absoluto directamente al origen o causante de su expresión y sin interrumpir la plática.

Se nos está yendo en su trascendencia, en esa trashumancia del revolucionario insigne, este camarada ejemplo de solidaridad y bondad (¡Ep¡). Toda una vida dedicada a las luchas sociales que muchas veces comprometieron su vida, como dirigente activo del Partido Comunista al frente de tareas revolucionarias de alta responsabilidad y peligrosidad.

Era mi amigo y camarada. Nunca dejó de decirme, camarada. En mis pasos por Caracas, al llegar a la Librería Historia preguntaba por Carlos. Jonás Castellanos, otro "Viejo Lobo", a decir del recordado poeta Ramón Palomares, me daba noticias: Ya pasó o no ha pasado; entonces, se producía el mensaje: Dile que estoy aquí. Luego cuando retornaba de cumplir mis compromisos, al entrar a la librería Luis, el hermano de Jonás, me daba razón: Por aquí estuvo Carlos Del Vecchio, dijo que vuelve (a tal o cual hora), que lo esperes.

Una de sus últimas estaciones por la mañana era la Librería Historia, él caminaba temprano la mañana desde su casa ubicada por los lados del Panteón Nacional hasta su oficina en la Avenida Universidad, en las proximidades al Capitolio en el centro de Caracas; solía pasar primero por la Casa Martí y aunque no entrara, miraba desde la puerta y eso era suficiente; después iba cubriendo su ruta, bajaba por el boulevard, cruzaba entre la Plaza Bolívar y la Catedral hasta llegar a la librería; Jonás, con sus lentes a media nariz entre libros levantaba la cabeza y le decía: Don Carlos. Eso era suficiente para transmitirle el afecto y cariño que se le profesaba.

Podría surgir algún comentario, pero con mirarse era suficiente.

Si la cita era al mediodía, Carlos y yo hablábamos un poco, yo le comentaba algo relacionado con el trabajo y sobre lo que estaba escribiendo. A eso de la una, Jonás. Todo esto sin previo acuerdo. Se levantaba y se unía a nosotros. Nadie decía nada, pero, sin previa elección, íbamos derecho a un restaurante cercano por los alrededores de la Casa Natal del Libertador, y disfrutábamos de un frugal almuerzo. Allí sí se hablaba de todo y Carlos, asentía o disentía, con su clásico (¡Ep¡)…

La última vez que repetimos estos inolvidables encuentros, coincidía con la presencia de otro personaje del mundo libreril, la historiadora Rosa Fernández, Carlos le regaló su libro "Táctica Política y otros documentos" elaborado en coautoría con Jaime Richar. Una interesante edición del Fondo Editorial Ipasme.

En este libro estos veteranos de la sociohistoria cotidiana (¡Ep¡) me atrevería a decir, que universal, asumen – a manera de fluido diálogo- el golpe de Estado al valiente presidente Salvador Allende y su trágico desenlace, como marco para la comprensión de "los diversos mensajes que se presentaron en el tiempo histórico del Chile de la Unidad Popular y la evolución de un acto violento como lo fue el vil asesinato del presidente Allende…".

Carlos inserta una entrevista al general Elio Antonio García Barrios, "víctima no contabilizada de la Cuarta República"; y una carta manuscrita del Comandante Hugo Chávez al General García Barrios cuando se encontraba recluido en el hospital militar, de fecha 19 de junio de 1993, la cual titula: en el día oscurecido de su viaje a la eternidad y subraya: "El destino quiso que convergiesen nuestros caminos en tiempos de tormenta".

En uno de sus párrafos el Comandante Chávez le dice al General García Barrios: "Su ejemplo se queda con nosotros, y nos acompañará en todos los días y las noches de la lucha larga por venir".

Carlos Del Vecchio se va con muchos años a cuesta, con su jovialidad inquebrantable y un humor que le permitió sonreír a la vida. Hasta siempre camarada. (¡Ep¡).



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Nelson A. Rodríguez A.

Periodista y diplomático. Autor de ensayos, cuentos y poesía.

 nelsonrodrigueza@gmail.com

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