¿Qué gana la Oposición de no participar en las elecciones municipales?

Muy a pesar del reiterado argumento que esgrime y repite la Derecha Venezolana, sobre el retroceso de la descentralización con la llegada de la Revolución Bolivariana, la realidad es totalmente opuesta, ha habido el más grande y vertiginoso crecimiento de los estados, los municipios y las comunas en toda la historia de Venezuela y muy probablemente de América Latina.

La acción de gobierno de la Revolución Bolivariana, ha ido de lo macro a lo micro, incluso me atrevería a decir a lo nano, no vamos aquí a llover sobre mojado sobre las políticas en lo general, sin embargo, la lucha por llevar a cada ciudadano de la República Bolivariana de Venezuela las mieles y beneficios de un sistema social, de derecho y de justicia, ha sido la llama que ha mantenido el fuego revolucionario en los corazones de la mayoría del Pueblo Venezolano.

La municipalización de la educación superior, es un botón en toda una mercería de muestras de la descentralización de la función de gobierno, hace apenas una docena de años, estudiar por ejemplo en Yaracuy o en el "interior" del País, todas las carreras que ofrecen las universidades autónomas, era simplemente una ucronía digna de un orate, o un delirio descabellado del más liberal de los pensadores.

Se ha llevado a todos los municipios del País las políticas nacionales, el alcalde ha sido un factor de promoción o retroceso de ese Estado-Nación dibujado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Aunado a lo anterior, el tema de la crisis del modelo rentista petrolero junto con la agresión económica y diplomática del Imperio, las ganancias exorbitantes de inescrupulosos e indignos compatriotas y no tan compatriotas, ha dado como resultado la adopción de los cupones de alimento (CLAP) como medida de emergencia para paliar la crisis generada, prevención tomada en otras latitudes por Franklin Delano Roosevelt cuando el "New Deal" y que aún persiste en la actualidad en los Estados Unidos de América, es decir millones de norteamericanos comen gracias al CLAP yanqui.

Por ende, lamentablemente, el CLAP funciona donde el alcalde colabora con las políticas nacionales, muchos opositores que hablan de la boca hacia fuera de no querer la vilipendiada bolsa de alimentos, desean en lo profundo de su corazón (y de su alacena) tener acceso al beneficio, porque así son los escuálidos, queman un banco del estado y al día siguiente están en la cola con su carpeta para solicitar un crédito para sufragar su ficticio modo de vida, queman un yutón y al día siguiente esperan el Metrobus porque no tienen para comprar un caucho, queman un hospital y al día siguiente llevan a su abuelita al CDI porque no tienen los 200 millones de Lilian Tintori para la clínica, entre otras muchas e infinitas contradicciones.

Por lo tanto el tema de ser opositor, es un tema de conciencia de clases, por cuanto existen venezolanos que no creen en la igualdad y en la Revolución ni que se les aparezca Chávez con Cristo resucitado, sin embargo, el tema de ser escuálido es un tema de desinformación e ignorancia inoculada o congénita, sumado en gran medida a estar en una situación de aislamiento de las políticas nacionales, producto de vivir en un municipio donde la función de gobierno nacional es torpedeada por el alcalde.

Es por ello, lo que se está jugando la Oposición con no ir a las elecciones municipales, no es más que hacer irreversible la Revolución Bolivariana al dejar todos los espacios para el despliegue de las políticas públicas en su esplendor durante el año 2018, año electoral que avecina un aumento del precio del barril de petróleo y el consumo mundial de hidrocarburos, no podrán con todas las tácticas de guerra psicológicas, económicas, diplomáticas y militares cambiar la voluntad expresada el 30 de julio y el 15 de octubre de 2017.

La balanza política la inclinó el estadista Nicolás Maduro a su favor como lo hace un científico a voluntad en la soledad de un laboratorio, el triunfo en su reelección lo asegurará con la victoria en el 100% de los municipios en diciembre de 2017, boicotear una situación absolutamente adversa en apenas 5 meses, lo pone en el areópago de los estrategas democráticos de la historia humana, mientras sus fracasadas contrapartes del lado del basurero de la historia, del resto, la Oposición no ganará nada, perderá hasta los calzoncillos y los dólares que le mandan desde Miami.



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Jesús Millán


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