Hoy culmina un gran paso al fascismo

Las elecciones burguesas son al sistema capitalista lo que el vino para los individuos. En "in vino veritas" sentenciaban los romanos: en el vino está la verdad. En las elecciones está la verdad de las agrupaciones políticas. En la forma como participen se evidencia su alma, su condición.

Este gobierno, el madurismo, ha mostrado en estas elecciones de gobernadores con claridad de luna llena cuál es su carácter, ha revelado su condición mercenaria y represiva, precursora del fascismo. La cúpula, de manera grosera como ninguno en la historia, muestra su manera de conseguir votos a todas luces ilegal, siempre inmoral.

El organismo electoral funge, con descaro, como un colgajo, una excrecencia del gobierno; sus trácalas, sus zancadillas, indignan, entristece verlas justificando lo inverosímil, hipotecando su reputación en una causa innoble. Allí ya habría causa para negar la limpieza de las elecciones, pero no es eso lo más importante, sólo serviría para calificar de pequeños hampones electorales al gobierno. ¿Dónde está lo importante? Lo que califica la condición política del madurismo es su desempeño en la campaña. Veamos.

El gobierno basa su campaña en la extorsión. Al principio, embaucaron a los humildes pendejos con el carnet, dijeron que era una forma de organización, que cada carnet vendría con un celular; ahora usan el carnet como chantaje: sin carnet no tienes derecho a ninguna ayuda social, no existes, no eres venezolano. Ya no son como los viejos adecos que regalaban láminas de zinc, ahora tecnificaron la infamia, el aprovecharse de la miseria.

En las mesas electorales instalarán puntos de chequeo, de certificación del carnet, lo que además de ser ilegal es un acto de vasallaje, de sometimiento, se cambia la voluntad del votante, su criterio sobre el destino de la nación, por una dádiva futura, el humano se degrada a la mendicidad, de esta manera se instala el valor ético de que todo, hasta el amor a la Patria, se puede cambiar, se puede transar. Lo anterior es sólo una muestra, el chantaje tiene mil formas: si no eligen a alguien del gobierno no habrá ayuda del gobierno central, si no eligen a uno de la costra se acaban las bolsas de comida.

Es un proceso embrutecedor, envilecedor, de la población, se acostumbra a que todo puede ser cambiado, no habrá límites morales, la norma es conseguir algo a costa de lo que sea, lo importante es hoy, tener un poco más, no importa, no se ve el precio, se puede vender la Patria por un plato de lentejas. La visión es corta, no pasa de una bolsa de comida, de una mezquina ayuda, no se vuela alto, la Patria es una limosna.

Los líderes que antes fueron chavistas aparecen ahora como verdugos de las ideas del Comandante, son oficiales de esa degradación, la impulsan, ellos son verdugos que amenazan.

Al final del día de hoy, a la noche, cuando den los resultados cualquiera que ellos sean, los número no importan, recuerden que los dos bandos, las dos pandillas son lo mismo; hoy, al final del día, tendremos un país más mercenario, una dirigencia con la ética de un ratero, de un malandrín. Y una masa con una base psicológica propicia al fascismo, para aceptar cualquier crueldad siempre y cuando le den algo, una masa cuyo sistema de decisión, de conducta, sea la compensación material.



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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