¡Zapatero a su zapato! Gestionar requiere de sus elementos cognitivos; en una democracia la mayoría es civil y el otro compnente es minoría aunque posea las armas que se han de utilizar para la defensa. Son diferentes en formación, la amplitud varía, el socio-ética está más del lado civil que del otro, es más plausible. Concepción ideológica-sociológica-filosófica es el mutante entre uno y otro, es desambiguación, pero ésta jamás cumple con el genoma político-social.
Toda circunstancia requiere de una medida provisoria, de un ensayo, vivimos en un mundo asocial donde prevalece la fuerza, donde la razón perdió auge, donde el despotismo trajeado de democracia se viste de paltó y de uniforme; el de paltó es "estadista" y el de uniforme, un carnicero, le hemos tenido por siglos como forma de gobiernos como asunto global; y por supuesto, existe la contraparte con razón, pero la despótica fuerza se ha impuesto.
Residuales de una política para nada civil mundial están tuétanos-intrínsecos en el ordenamiento del otro acivil, hay un régimen incambiable, hay un código-impero-patrón internacional; cambiarle amerita de unas cuantas generaciones de estudio y de reformulaciones. Un trabajador/a no es un conscripto, en el orbe civil se orienta hacia la Comuna Trabajadora, no se reciben órdenes, se ejecuta el trabajo socializado-colectivo-integral, no existe ni es praxis el orden cerrado, es abierto, muy, pero muy abierto.
El concepto del Proceso Social del Trabajo no comulga con los viejos esquemas del patronato empresarial, y la masa trabajadora si no en su totalidad aún carece del criterio de su unificación, se lo perturba el irreflexivo sindicalismo, y es acto que da ventaja al usurpador patrón, figurín anómalo, resquebrajante del encuentro democrático laboral.
Empresas del Estado de producción aún en manos de la improductividad, son causante a que se agudice más la problemática sistémica-política de la guerra económica. Los dignos ejemplos de los trabajadores deben ser réplicas a forma general, el ejemplo de La Gaviota ha de regarse como polvorín socio-obrero, ha de ser modelo de la formación del Nuevo Trabajador Sin Patrón, pero para su logro es menester tener en el Timón Empresarial Socialista gerentes como el Ministro, y entiéndase que para nada son halagos, solo son reconocimientos
