El mundo científico y también el político se empieza a interesar por el gran humedal Matusagaratí en Darién, Panamá. Hace unos meses, científicos de la Universidad de Bellaterra, Barcelona, escuchaban interesados informaciones que les dí a raíz de mis varias visitas al humedal. La mayor página de seguimiento de conflictos ambientales (ajatlas.org) se ha hecho eco del tema.
Ahora la periodista y ambientalista Ligia Arreaga, exiliada de Panamá por amenazas a su vida, nos informa de su intervención en un Parlamento de Europa y el gran interés mostrado por los diputados de la Comisión que se ha encargado del caso.
El humedal Matusagaratí y las prácticas fraudulentas para apoderarse de él y desaguarlo son contrarias a las leyes internacionales sobre el medio ambiente, por lo que choca con la mentalidad europea que el Gobierno no haya salvaguardado el interés público.
Gracias a luchas de ambientalistas como Arreaga, dentro y fuera de Panamá, quizás aún se pueda salvar una de las joyas de biodiversidad mundial. Esperamos que el Gobierno de Panamá sienta la presión nacional e internacional para decidirse a actuar y poner fin a su destrucción.
Alfons Bech
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