Sobre la violencia y nuestras diferencias en torno a la muerte

Dicen que al final de la segunda guerra mundial Hitler insistió en que los soldados alemanes debían permanecer en sus trincheras si rendirse, aún a sabiendas de que les esperaba una muerte segura. Igual quedó para la historia una criminal frase suya cuando se enteró de que las tropas alemanas fueron desplazadas de la capital francesa (¿Cayó Paris? ¿Arde Paris? En alusión a que sus órdenes eran las de quemar todo lo que no se pudiese conquistar o retener, cualquier semejanza con incendios de Mercales y camiones de víveres NO es mera coincidencia). En aquellos momentos aciagos, dentro de la psicopatía que todo fascista lleva por dentro, se empujó a jóvenes, muchos casi niños, a enrolarse en el ejército nazi, para mantener la pesadilla de la supremacía aria; mientras el Füerer permanecía en su bunker, para al final suicidarse cobardemente sin dar la cara.

En el chavismo tenemos un aprecio muy grande por el valor de la juventud, nos preocupa su formación, tanto académica como en valores. Jamás se nos ocurriría poner al frente de una confrontación violenta a unos muchachos, ni los usaríamos como carne de cañón y menos que menos los impulsaríamos a colocar guayas asesinas ni a rebajarse escatológicamente en el empleo de frascos llenos de excrementos como forma de lucha, ni reivindicaríamos que sacaran ataúdes de cementerios para colocarlos como macabros obstáculos en la vía.

La historia de los revolucionarios y revolucionarias está llena de episodios de luchas encarnizadas en todo el mundo, pero no conozco en este país ni en ningún otro en donde los dirigentes hayan usado a la juventud para estar al frente. Nosotros no fuimos formados en esa felonía trágica, nos duelen todas las muertes, absolutamente todas y no dejo de sentir un padecimiento profundo por los decesos cuando tecleo estas palabras.

Basta ya de lanzar jóvenes a una protesta cuyos líderes se esconden detrás de cámaras y redes sociales. Nosotros nunca rociaríamos a nadie con gasolina en una movilización, ni le lanzaríamos una molotov a un chofer de camión, mucho menos expondríamos a unos muchachos a manipular morteros.

El presidente Chávez el 4 de febrero de 1992, llamó al "Por Ahora" para no seguir exponiendo los soldados a un derramamiento de sangre ante la irreversibilidad de la derrota, el presidente Nicolás Maduro ha establecido el uso exclusivo de agua y de gas lacrimógeno para contener la violencia opositora. Si algún efectivo ha abusado con la utilización de armas letales los mismos son procesados debidamente.

Son formas distintas de actuar de la dirigencia; la opositora de manera cobarde sigue activando las protestas a pesar de que ya saben que están derrotados, que no alcanzaron su objetivo de derrocar la revolución, pero aún así, siguen alentando y financiando la violencia. No hay un solo llamado a desistir en su método letal de empujar sus movilizaciones sobre el Centro de Caracas, no hay un solo llamado a desistir de las barricadas, ni se condena las guayas asesinas. Un dirigente revolucionario no haría eso jamás, así como no dejaría que en las puntas de las marchas estuvieran jóvenes que no saben con suficiente conocimiento de causa por qué están ahí, ni lo que están haciendo.

Es realmente condenable que ya han lanzado sus anuncios de protestas para el mes de Julio, lo cual hay que leerlo como más violencia, más incendios, más saqueos y más barricadas. Ante la merma en la convocatoria de sus movilizaciones apelan a una escalada en la violencia, como si políticamente fuesen equiparables la legitimidad en una acción masiva de calle con el terrorismo de impedir el libre tránsito, el martillo como peaje en las barricadas, el incendio de camiones o de establecimientos.

Igual manifestamos que no nos vamos a dejar derrocar, que no vamos a renunciar a seguir dirigiendo este país. No quisieron participar en la Asamblea Nacional Constituyente, en realidad nos importa muy poco, ya fueron igual de irresponsables en el 2005 cuando boicotearon las elecciones del parlamento nacional. A diferencia de entonces están anunciando además de la abstención, el saboteo de la consulta popular, de antemano les decimos que las elecciones se realizaran y no podrán evitar la instalación de la ANC.

Algunos ya dicen que tampoco van a participar de las elecciones a gobernadores, tampoco nos importa porque en donde son gobernadores lo que han hecho es generar violencia y no están pendientes de los problemas de sus electores. Lo que si nos importa y nos preocupa es que sigan mandando jóvenes a asumir el frente, cuando la dirigencia de derecha y ultraderecha anda escondida, entre viajes que en nada les resultan y sin arriesgarse más allá de un tweet, del Instagram o del Facebook.



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José Ramón Rivero

Viceministro para el Sistema Integrado de Inspección Laboral y de la Seguridad Social. Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo

 mejansen.sppp@gmail.com      @joseramonrivero

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