La gran derrota

La gran derrota de la oposición y de todas sus fuerzas del mal es el signo de los tiempos en esta hora crucial. La revolución está triunfando y en medio de estas borrascas de truenos y relámpagos no se ha perdido la gobernabilidad ni la legitimidad. Se mantiene el control del gobierno, del Estado y del poder. De verdad, tiene que ser así y debemos seguir defendiendo este proyecto político revolucionario y chavista porque lo que está en juego no es simplemente la defensa de algo, sino que esta lucha de hoy es una cuestión de vida o de muerte de la sociedad venezolana. Son ellos o somos nosotros los revolucionarios; es el capitalismo o es el socialismo que defendemos nosotros, millones y millones de venezolanos y venezolanas. Así que apostamos con toda la fuerza del alma y del espíritu al proyecto revolucionario que debe aplastar de una vez por todas a esta conjura terrorista que pretende imponer su orgia de muerte y terror.

En su locura irracional, los dementes y asesino de la derecha manifiestan que van en escalada y que pronto derribarán el edificio institucional del Estado venezolano. Desde aquí decimos que por mas escaladas y por mas pataletas en las filas opositoras, por más violencia de un puñado de malandros y encapuchados, pichones de terroristas, no van a acabar con la fuerza indómita de un pueblo que está listo y preparado para defender este proyecto revolucionario. Así pues, los métodos de lucha utilizados por la oposición pueden cambiar o ir en escalada -como ellos dicen- pero el resultado siempre va a ser el mismo: La derrota.

Esa es la verdad. La oposición venezolana es como un verdadero abismo de la degradación política; de allí que su lucha está sustentada en unos pilares muy frágiles. Me refiero a sus pichones de terroristas que no tienen ni ideas, ni argumentos de nada, sólo sirven para destruir, incendiar y asesinar. Precisamente, esas terribles heridas infringidas a la sociedad venezolana y el fuego permanente sobre edificaciones y personas ha llevado a tomar consciencia a todos los venezolanos y venezolanas de que la oposición es perversa, maligna, peligrosa, dañina y destructora, catastrófica, calamitosa, sádica, asesina, violenta terrorista, violadora de los Derechos Humanos y antidemocrática. Por lo que conocemos y hemos visto, eso y mucho mas es la oposición; imagínense ustedes lo que no conocemos. Por ello, las fuerzas revolucionarias deben impedir que esas huestes carroñeras tomen el poder nacional.

Esto hay que decirlo abiertamente y en todos los espacios porque la oposición está haciendo mucho daño con sus barricadas, con sus saqueos y sus incendios. Hay que denunciarlos porque cualquiera que sea el decorado que quieran imponerle, el terrorismo que practica la derecha es una mancha de sangre que tiñe de dolor, de tristeza y frustración el porvenir de la sociedad venezolana. Por eso yo hablo de la gran derrota, porque con toda esta locura de la violencia y el terror, la única perdedora es la oposición, ya que más nunca podrán gobernar este país. Así lleguen ellos a plantearse las mil locuras, jamás podrán gobernar porque una vez que desestabilizaron la sociedad, serán arrasados por el poder originario del pueblo. Hicieron despertar el poder constituyente, ahora prepárense porque lo que viene es constituyente. ¡Escuálidos, ríndanse. Están derrotados!



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Eduardo Marapacuto


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