Ambientalistas empantuflados y los no ambientalistas

Artículo de análisis sociológico sobre las personas que pretenden salvar el planeta desde un celular o con el control del televisor. También sobre aquellos ciudadanos desconectados de la realidad ambiental.

 

 

Imagen tomada de http://1.bp.blogspot.com/

¿Qué fácil es pretender salvar al planeta, proteger una especie o un ecosistema, con el dedo pulgar o índice? Es decir: con un celular en la mano o con el control del televisor, viendo (no observando) programas de naturaleza o en las redes sociales, limitándose a compartir imágenes o dando me gusta.

…¡Así cualquiera salva el mundo! Algunos pretenden ser héroes ecologistas, sin militar activamente en ninguna organización y sin modificar sus hábitos de vida. Otros se hacen llamar activistas, porque le dan clic a campañas, desde la comodidad y confort de sus casas y con las pantuflas puestas.

No se esfuerzan en nada, poco aportan y cuando van a un evento; por lo general, van a criticar todo, con comentarios como: ¡que si la organización!, ¡que si la comida!, ¡que si los ponentes! etc. Son además los super evaluadores, cuestionando las propuestas o proyectos presentados, con comentarios como: es fantasiosa, es imposible lograrlo y cualquier otro, para destruir o menospreciar los esfuerzos de la gente.

El capitalismo ha inoculado en cada habitante de este mundo, el gérmen de la autodestrucción. Por un lado la indiferencia y la visión mercantilizada de la vida (todo gira en torno al dinero) y por otro lado actitudes negativas, criticonistas, que hacen imposible que podamos unirnos con personas con pensamientos diferentes a los nuestros para activarnos; o ser tolerantes a las opiniones y modos de otros militantes en la misma causa verde.

Estas personas proponen cosas y se van. Practican el ¡hay te lo dejo…ejecútenlo!. Tiempo después destruirán al auditorio; pues fueron unos flojos e irresponsables que no pusieron en práctica, su fabulosa idea. ¡Más nunca les vuelvo a proponer nada! Amenazan; como si el mundo entero tiene que agradecerles su propuesta e inacción.

Finalmente cuando se le pide que asuman algo, o que lideren el asunto propuesto por ellos mismos, y que lo pongan en práctica; se escurren, con las clásicas excusas de: no tengo tiempo, no me compete, yo lo propuse, les toca a otros ejecutarlo o cualquier otra. Según estos comoditos personajes, todo el mundo tendría que ver con su propuesta, siendo además los responsables de ejecutarla… menos ellos.

Es necesario acotar, que los ambientalistas empantuflados, son unos "picos de plata". Son expertos en el arte de la palabra y la manipulación, estrategas en el oficio de disolver organizaciones y enemistar a unos contra otros. Los verás en eventos "sembrando cizaña" persona a persona, contra algo o alguien hasta lograr un grupo de alienados con su propuesta; harán lo necesario para destruir el nacimiento de cualquier esfuerzo común.

Los empantuflados son una especie de Herodes de la organización social. Herodes era el rey de los judíos, que al enterarse que nacería el mesías (Jesús) ordeno asesinar a todos los niños menores de 2 años en Belén y sus alrededores, como una forma de cuidar su reinado.

Los empatuflados hacen lo posible por destruir cualquier esfuerzo colectivo, disuaden a los asistentes, que no vale la pena la organización, y cuestionan todas las personas y organizaciones, destacando solo sus fallas, pero desconociendo totalmente los logros y acciones en pro de construir colectivos.

Mientras tanto, harán lo único que saben hacer: conectarse en las redes a criticar a todos y a todo. Maldecir, vociferar contra los esfuerzos positivos, planes de gobiernos y darle "like" a imágenes tiernas o campañas de grupos de otros países a los cuales dice pertenecer mediante afiliación digital, pues los grupos de Venezuela, según ellos no sirven para nada.

El ambientalista empantuflado, es aquella persona que ciertamente tiene algo o mucho conocimiento sobre el tema ambiental. Es muy soberbio, aunque se comunique de una forma pausada y cargue el disfraz de pacifista, tolerante y demócrata. En el fondo se esconde un pequeño dictador, que no acepta que le lleven la contraria.

Ambientalista, es un nombre genérico utilizado para referirse a todas las personas que simpatizan con el tema ambiental o que militan con los temas de conservación. Se requiere además que la persona se asuma como tal y que medianamente modifique sus hábitos de vida como reciclar, no estar de acuerdo con la caza o el maltrato animal. En fin, este término es un saco donde metemos a todos los que se identifican con alguna causa ecologista, independientemente de su nivel de militancia o participación.

En Venezuela abundan los ambientalistas empantuflados; es decir no pertenecen a ninguna organización, o se retiraron de ellas, "hartos" por considerar que era pérdida de tiempo y esfuerzos o por pensar, que sus actividades son inútiles. Por lo general son solitarios, ¡pues quien los conoce bien, no los soporta!. Aunque han intentado formar agrupaciones "perfectas" según su lógica. Su soberbia, su imposición permanente a los demás, sus complejos de superioridad hacen que rápidamente pierdan afiliados y amistades.

Son carismáticos, pero la gente a su alrededor saben que son criticadores profesionales; la gente no pasa del saludo o un rato de conversación, un par de chistes tal vez, luego toca calarse que descarguen a alguien, que te hablen mal hasta del perrito callejero de la esquina. Luego te vas pensando que harán lo mismo contigo.

Los empantuflados van a una reunión, pasan todo el rato tratando de imponer sus ideas y si no son aceptadas; entonces se ofuscan y se dedican a torpedear los acuerdos o a destruir a todo el mundo y luego dicen que la organización no sirve y que quienes la integran o dirigen no sirven y que no vale la pena permanecer en ella. Los casos más patológicos, se ofenden o enfurecen, si no son aclamados como una especie de emperadores romanos por sus brillantes y excepcionales ideas;

De esta forma repiten el ciclo una y otra vez, hasta que se dedican a empantuflarse el resto de sus días desde su celular, su computador o armado con el control del televisor en la mano.

Te los conseguirás en las redes, en internet, o aparecerán en alguna reforestación o congreso ambiental en donde ofrezcan certificado de participación y así hasta el próximo evento o efeméride.

Todos sabemos que organizarse y que la vida en sociedad, implica esfuerzos de tolerancia y de mejorarnos constantemente. Además es necesario reconocernos como una criatura más en el universo y nunca sentirnos mejor que los demás. Debemos entender que las organizaciones tienen y tendrán sus fallas y que la idea es trabajar en la superación de las mismas.

El objetivo de las organizaciones verdes, es permanecer juntos y luchar por las causas ecologistas, hasta lograr los resultados planteados. Intenten uds. convencerlos y hagan un esfuerzo de tolerancia para trabajar con ellos. Al final de cuentas el planeta nos necesita a todos. Pero ojo, debes evitar que el individuo destruya al colectivo. Y para esto la única vía es la formación y un fuerte liderazgo grupal y compartido, con objetivos organizacionales muy claros y un alto compromiso de los integrantes.

Los No Ambientalistas:

Muchos venezolanos, no se interesan en los graves problemas ambientales. Aun cuando estos, los afecten directamente. Parecieran no percibir la escasez de agua, la contaminación ambiental creciente, la calidad deficiente de los alimentos, la enorme cantidad de animales en situación de calle, la destrucción e invasión de áreas naturales y parques. En general no perciben la destrucción ambiental.

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Nada logra moverlos, ninguna noticia, hecho o la realidad que los circunda. Nada los sensibiliza. Nada puede activarlos; aun cuando muchos padecen en sus hogares, fincas o empresas la falta de agua potable o deben pagar altas sumas de dinero por un líquido salobre o con sabor a tierra.

Ni la basura que se acumula cerca de su vivienda, ni los malos olores, ni la cantidad de animales (ratas, chiripas, cucarachas) el cual esta favorecida por el cambio climático. Nada los conmueve o preocupa. Todo lo asumen como algo normal. Lo normal: es la norma del mal es nuestras sociedades capitalistas. Es decir toleramos que las cosas funcionen mal, como parte del "orden natural" de las cosas.

Estos seres casi ciegos, casi sordos, que no escuchan, ni atienden a ninguna convocatoria relacionada con el tema ambiental o servicios públicos. Me refiero a los no ambientalistas: aquellas personas cómodas y desconectadas de la realidad planetaria, que siempre te alegan una preocupación o tema económico para no participar en nada.

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Excusas como no tengo tiempo; ¡quien nos va a pagar por eso?, ¡quien nos va a obligar? o comentarios malsanos como los ambientalistas son fanáticos, o locos. También critican cualquier planteamiento ambientalista, diciendo que nos oponemos al "progreso" o a que la gente se gane el dinero "honradamente". En especial defienden actividades ilícitas como la venta de fauna silvestre, el tráfico de madera, alegando que son padres o madres de familia que necesitan llevar el sustento a sus hogares.

Este tipo de personas; representa aproximadamente el 70% de la población venezolana y tienen una visión mercantilizada de la vida, impuesta por el capitalismo. Los problemas son económicos y las soluciones según ellos son económicos. Nada que decir sobre la pérdida de valores, la falta de solidaridad o irresponsabilidad de los particulares y empresas.

Por otro lado, culpan al gobierno de todo, incluso de cosas que suceden dentro de su hogar, como el aumento del consumo eléctrico, el derroche de agua, o los vecinos que botan todos sus desechos a la quebrada más cercana para luego decir que se sienten amenazados por la misma o que el gobierno es culpable del basurero.

Estos individuos independientemente de su ocupación, sus éxitos sociales y los cargos que ocupen, son una carga pesada para el planeta desde el punto de vista ecológico. Solo se dedican a consumir los menguados recursos de la madre tierra; pero nada aportan y con su apatía, sus burlas o críticas, favorecen el sistema o el estado actual de cosas, además del efecto desmotivador sobre otras personas y el mal ejemplo que dan a sus hijos.

Ellos con su actitud, mantienen un sistema basado en la explotación irracional de recursos, para satisfacer deseos consumistas generados por los medios de comunicación y la publicidad-mercadotecnia. Nuestro modelo no está basado en satisfacer necesidades reales (agua potable, energía, alimentos sanos, aire puro, espacios naturales para la recreación y la producción de agua y purificación atmosférica).

Deseos, no son necesidades. El verdadero desarrollo sustentable y el verdadero ecosocialismo buscan satisfacer necesidades humanas primarias y secundarias, sin que implique destruir los bosques para producir alimentos o construir viviendas. Tampoco debemos tolerar como normal (las normas del mal), delitos ambientales, ni justificar acciones negativas contra el ambiente porque la gente necesita comer o trabajar.

Las personas deben ser capacitadas, motivadas, organizadas para producir, sin destruir su hábitat. Se trata de ganar sin dañar. Y las soluciones a los problemas sociales, pasan por una recuperación de los valores sociales elementales: solidaridad, humildad, bondad, ética, humanismo, entre otros.

Soluciones:

Identifica a los empantuflados y si tratan de destruir las organizaciones, utilicen un liderazgo colectivo para neutralizarlos.

El persona a persona puede funcionar con ellos, es necesario muchas reuniones personalizadas para formarlos y motivarlos y hacerles ver sus errores de buena manera, además de incorporarlos a la militancia.

Organiza actividades motivantes para los ciudadanos no ambientalistas de tu comunidad o en las áreas afectadas fuertemente por problemas ambientales: Rallys, cenas, vendimias, exposiciones, foros cortos con certificados, excursiones sencillas, y otras que sean divertidas, cortas y que no requieran mucho esfuerzo por parte de ellos.

Puedes ganarlos creando grupos en las redes sociales y compartiendo información gráfica y chistes para captar su atención, luego vas aumentando el nivel informativo.

El contacto persona a persona es clave para vincular a los no ambientalistas, sin presionarlos, ni prohibirles cosas, como: no comas carne o no compres animales silvestres. Debes tener mucho tacto y utilizar estrategias para generar una reflexión de la persona, sin culpabilizarlo. Se trata de sumar, no de crear enemigos.

El no ambientalista hay que iniciarlo en las actividades, sin forzarlo. Pueden afiliarlo a tu organización como miembro colaborador y ofrecerle algún estimulo como una gorra, franela, por participar en actividades. Luego crearle un curso digital o compartir imágenes. Es un trabajo de largo plazo, individualizado y que requiere grandes dosis de tolerancia. Pero es necesario hacer esta labor para sumar a la mayor parte de ciudadanos venezolanos.

Una lucha sin pueblo es una lucha perdida, antes de empezar a señalar o culpar a los demás, debemos entender que compartimos el país y el planeta, con estas personas y es necesaria su inclusión para lograr cambios

Las pantuflas o pantuflos son un tipo de calzado ligero y suave de uso doméstico. Generalmente tienen suelas finas y flexibles, con dibujos poco profundos para prevenir resbalones en suelos lisos. Hoy día su uso indica distinción o máximo confort.

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José Gregorio Infante

Licenciado en Estudios Ambientales. Abogado. Comunicador Social. Guardaparque

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