Venezuela, de la lucha armada a las guarimbas (I)

De este tema salió un largo trabajo que debo colocar por partes para que el lector tenga la paciencia de leerlo. Debo advertir que, aun tratándose de escenarios distintos y hasta como contrapuestos, es posible hallar similitudes, por aquello que los extremos se unen. La lucha armada, sin dejo de duda y aunque quienes la privilegiaron, no sé si aun lo hacen, les parezca lo que diré muy impertinente, solo produjo el aislamiento de la vanguardia del movimiento popular o el descabezamiento de este y fortalecimiento de aquellos gobiernos postrados ante el FMI y el capitalismo depredador. Le costó años a la izquierda recuperase después de tantos sacrificios inútiles. Hasta arrojó como saldo una "vanguardia", si puede llamar así, que optó por plegarse al proyecto dominante sin tener capacidad siquiera para unirse y definir una política común. Recordemos aquello tan lamentable de las múltiples candidaturas de la izquierda, frente sólo dos de la derecha.

Ahora, por el respaldo que la oposición radical tiene en los medios, nacionales e internacionales, ventaja desproporcionada en las redes sociales y en los grandes capitales y centro de la política, como OTAN y Departamento de Estado, con todo lo que eso comporta, pudiera obtener ventajas, como generar matrices de opinión que les favorezcan e intervenciones con la misma intención, pero también producir en la multitud, por el grado de exageración, las incomodidades, riesgos y hasta siniestros, los mismos efectos deparados a la izquierda en la década del sesenta y subsiguientes.

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Venezuela: prácticas de las década 60 y 70 y las de ahora. Dos marcos referenciales

La primera de las décadas mencionadas en el título se inicia realmente en 1959, con el ascenso de Rómulo Betancourt a la presidencia de Venezuela.

El gobierno de Wolfgang Larrazábal, sustituto de la dictadura, intentó paliar las serias dificultades que confrontaba la población; es la época ya de cuando la población venezolana había abandonado el campo y ciudades marginales para concentrarse en Caracas y otros ciertos enclaves del capitalismo, con lo que también en ellos se concentró la miseria, por programas sociales como el llamado "Plan de Emergencia", invirtiendo fuertes sumas en trabajo de recuperación de espacios de la ciudad para crear empleo sin exigencias técnicas, de baja remuneración y procurar producir un efecto multiplicador de la economía. Pero al ascender Betancourt al poder, se inicia aplicando un plan similar al ya tradicional del FMI, el cual entre otras perlas, incluyó la eliminación inmediata del plan Larrazábal, además una sustancial rebaja de los salarios de los trabajadores y devaluación del signo monetario, hecho este que disparará la inflación. Siendo estos acontecimientos casi inéditos en la historia de la economía venezolana. Aquellas situaciones como contrapuestas dieron motivo para una reacción radicalmente opuesta a la actitud que la mayoría de la gente pobre había asumido frente al gobierno de "Transición de Larrazábal.

Esas decisiones crueles, duras, del nuevo presidente electo se les llamó Ley del hambre y agudizaron las diferencias existentes que a nivel político se reflejaron en el siguiente cuadro:

1.- De un lado estaba en oposición al gobierno, el Partido Comunista de Venezuela (PCV), que había alcanzado una altísima votación en las elecciones recientes y contaba con una sustancial representación parlamentaria. Además, aparte de las medidas económicas, la oposición del PCV fue impuesta por el propio Betancourt, promotor del Pacto de Punto Fijo que excluyó a ese partido de cualquier alianza entre las fuerzas que habían derrocado la dictadura, pese haber sido la vanguardia de aquella hazaña. Fue esa una exigencia externa que Betancourt atendió con prontitud.

2.- También las fuerzas del perezjimenismo o partidarias de la dictadura derrocada, que se mantenían activas, dentro y fuera del ejército, tanto como que no hacía mucho se habían atrevido intentar derrocar al nuevo gobierno mediante un golpe de Estado, dirigido por el general Jesús María Castro León. Golpe repudiado por todas las demás fuerzas, las mismas que habían coincidido en derrocar a Marcos Pérez Jiménez, pues aún las diferencias no se habían explayado lo suficiente. Esas fuerzas pérezjimenistas alcanzaron también una muy importante representación parlamentaria. Por supuesto, las medidas económicas, como a la población toda, afectaron la vida cotidiana de los militares y sus familias.

3.- El partido Unión Republicana Democrática (URD), presidido por Jóvito Villalba, si bien formaba parte del Pacto de Punto Fijo y como tal del gobierno de Betancourt, apoyó al gobierno de modo muy crítico y hasta discreto. En cierto modo aquello reflejaba la persistente conducta vacilante y "temerosa" del líder margariteño. Pero también que en el seno de aquel partido, donde militaban y ejercían fuerte liderazgo Luis Miquilena, antiguo miembro del PCV, José Vicente Rangel, el dirigente juvenil Rafael José Ochoa, José "Cheíto" Herrera Oropeza y Fabricio Ojeda, quien había sido presidente de la Junta Patriótica y sus fuerzas juveniles altamente influidas por el espíritu revolucionario, de justicia que predominaba en la época y el tradicional enfrentamiento que ese partido había mantenido con AD antes y después de los tiempos del golpe dado por Betancourt y Pérez Jiménez contra el entonces presidente Isaías Medina Angarita. Por estas razones, URD oficialmente apoyaba al gobierno, pero en la calle sus fuerzas, sobre todo obreras y juveniles, muy fuertes y combativas – URD alcanzó el primer lugar en las elecciones en el ámbito de Caracas y segundo a nivel nacional – estaban en contra de la política oficial y hasta muy especialmente contra el presidente.

Para comprender mejor el asunto, tomemos en cuenta que URD, como el PCV, apoyó la candidatura de Wolfgang Larrázabal que, además de Caldera, enfrento a la de Betancourt.

4.- Las fuerzas estudiantiles, en su gran mayoría, influidas por la izquierda, del PCV, URD y las juveniles del propio partido de gobierno, AD, también estaban en oposición al nuevo estado de cosas. Este universo, incluía no solo al sector universitario, sino al amplísimo de la escuela media. Es digno de estudio esta circunstancia, como este mundo que formaban los estudiantes del bachillerato, asumieron una posición activísima y masiva contra las políticas oficiales. Sin olvidar el rol destacado del mundo universitario, estudiantes, profesores y hasta empleados y trabajadores del mismo. Este hecho revela, en buena medida el alto nivel político que el venezolano de entonces alcanzó.

5.- Aparte de la toma de posición política de la vanguardia, que estaba signada por una fuerte oposición al imperialismo, en el mundo de los trabajadores y empleados, del sector público y privado, se formó una fuerte resistencia y combativa oposición a la "Ley del Hambre" y al gobierno que la había impuesto. La mayoría de los trabajadores organizados y la amplia gama de su dirigencia también formaban parte de quienes se oponían a la política del presidente; es decir del PCV, URD y la izquierda de AD.

6.- El respaldo militar al gobierno era precario. Betancourt siempre había gozado de poco respaldo de los militares y estos se habían ganado para la idea que en lugar de él, estuviese en Miraflores al frente del gobierno un personaje independiente. Aparte de otras, el presidente electo, por toda la historia pasada, gozaba entre otras malas famas, la ser antimilitarista. El perezjimenismo seguía siendo en ese ámbito una fuerza importante como resultado del liderazgo que por años gozó el derrocado dictador. Pero también, las fuerzas restantes, aquellas que se definían democráticas, como URD y las revolucionarias, influidas por el prestigio alcanzado por el PCV en la resistencia a la dictadura y las partidarias de la también prestigiosa "Izquierda de AD". Antes de la caída del dictador, se había producido el alzamiento del coronel Hugo Trejo, lo que habló de la existencia dentro del ejército de factores no sólo democráticos sino con un profundo sentido nacionalista.

Luego del alzamiento del general Jesús María Castro León, del cual hemos hablado, el 26 de junio de 1961, se produjo aquel conocido como el "barcelonazo", porque bue la ciudad de Barcelona el centro de los acontecimientos y particularmente el Cuartel Pedro María Freites. Ese movimiento fue promovido por los miembros de la Cámara Agrícola, quienes venían siendo objetos de persecuciones y allanamientos por parte de los cuerpos policiales del gobierno. Mucha gente de URD, partido que formaba parte del puntofjismo y el en consecuencia del gobierno, participaron en esos hechos. Sobre estos, el Vice Almirante Carlos Larrazábal, Hermano de Wolgfgan Larrázabal, testigo presencial de aquellos hechos, comentó, "En 1959hubo que hacer esfuerzos para contener a la oficialidad joven para que no tumbaran a Rómulo Betancourt, porque el espíritu del 23 de enero no se produjo para instaurar la democracia; eso no es verdad, sino para tumbar el gobierno que no es lo mismo."

http://frankvene.blogspot.com/2016/06/1961-el-barcelonazo-inserruccion-armada.html

En pleno desarrollo de la lucha armada, se produjeron los alzamientos militares de Carúpano y Puerto Cabello, el primero el 04 de mayo del año 1962 y el segundo el 02 de junio del mismo año. Esos dos hechos, que no pudieron ser sincronizados, aparte de los fuertes respaldos que gozaban en todas las fuerzas a lo largo del país, que no pudieron tampoco actuar, hablan del grado de rechazo que había en el ejército contra el gobierno y el de simpatía por sus opositores. Elementos que si se le suman a los antes y después anotados, definen un cuadro favorable para haber desarrollado una política exitosa desde el bando opositor que en buena medida estaba formado por la izquierda.

7.- Como dato curioso, tanto que lo he dejado de último, más de la mitad del partido de gobierno, aquello que se llamaba aún "la izquierda de AD", compuesta por casi toda la militancia juvenil, un buen número del propio CEN, máximo organismo de dirección nacional de aquella agrupación política, quienes después formaron el MIR, todavía bajo el gobierno de Betamcourt, también adversaba y no sólo dentro, sino también en la calle, compartiendo con los manifestantes, la política económica oficial. Centenares de dirigentes sindicales y miles de obreros de AD pasaron a formar parte del recién fundado partido de la izquierda. No sería exagerado afirmar, que con ellos se fue mucho más la mitad del viejo partido blanco.

Para más señas, el grupo empresarial venezolano, también era un reflejo de ese cuadro. Había abundantes empresarios con definida simpatía por las fuerzas que se oponían al gobierno. Particularmente, del lado del partido URD, había una buena parte del sector empresarial, con magnificas relaciones con el resto de ese universo, que no tenían en buena estima, calificación y percepción nacionalista a Betancourt. Puedo anotar como dato significativo que en una Asamblea Nacional de Fedecámaras, realizada en Cumaná, en esos años, siendo el suscrito Secretario Juvenil de AD, en la seccional Cumaná, antes de nacer el MIR, en las instalaciones de la Escuela Normal Pedro Arnal, Domingo Alberto Rangel y otros economistas de la izquierda del partido blanco, fueron ponentes centrales. Ya el nombrado dirigente de AD entonces y luego factor importante de la izquierda venezolana, era suficientemente conocido, como conocida su posición antiimperialista y contraria a la línea Betancourt. Lo que nos da una lectura muy significativa de la coyuntura.

Lo que equivale decir, que de parte del gobierno estaba una porción significativa de AD, los viejos dirigentes llamados "los bueyes cansados", por la avanzada edad de los mismos, una cúpula sindical, de aquel llamado Buró Sindical de AD, con poca influencia en las masas de trabajadores, estas lideradas sustancialmente por el PCV, URD, el perezjimenismo y la misma "izquierda de AD". También algunos empresarios, recordemos que la política de sustitución de importaciones que vinculó más al empresariado nacional con el capital norteamericano todavía no se había puesto en práctica. Igualmente unos pocos militares atrincherados en el Alto Mando, apoyaban al gobierno y el partido COPEI, el cual había ocupado el tercer puesto, por debajo del PCV en las elecciones que hicieron de Betancourt el presidente. Aunque también con el gobierno y, particularmente con el presidente, estaban el Departamento de Estados y la representación del capital gringo que nunca había dejado de mirar a Venezuela como una presa codiciada.

Había entonces un sector empresarial, entre los cuales destacaba Alejandro Hernández, además paisano y amigo de Villalba y otros, a quienes muchos analistas de la izquierda tenían como partidarios de un proyecto nacional e independiente. Pero también había sectores muy retrógrados en el área financiera sobre todo, que temían a Betancourt, pues estaban anclados en aquella vieja historia con cierto fundamento de sus orígenes comunistas.

El intento de golpe de Castro León, el barcelonazo y otras tantas asonadas militares provenientes del perezjimenismo, fracasaron por carecer de apoyo popular. Pues se produjeron apenas Betancourt había ascendido al poder y no se había pintado totalmente el cuadro que intentamos copiar. Pues, tanto como cuando Larrazábal y luego con Betancourt, todo el movimiento popular, el más caudaloso, el comandado por el PCV, URD y la izquierda de AD, estaban por defender el régimen democrático y través de él, hacer posible las aspiraciones populares, aquellas pendientes de cuando se derrocó la dictadura.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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