La inquisición neocolonialista de la OEA…

"No hay peor ciego que el que no quiera ver"

REFRAN POPULAR

"¡Que vaina! camarita… las cosas que se ven y escuchan hoy en día." Me comentó un disgustado Anacleto. "Pensaba que la OEA, a pesar de sus innumerables errores en el pasado, había iniciado el recorrido hacia la dignificación y los principios que debieron tener al iniciar la fundación de ese organismo de integración regional. No podía estar más equivocado. Lo escrito por José Sant Roz en el trino del pajarito no puede ser más elocuente cuando dice que ‘La OEA es el más pútrido burdel de EEUU’. ¿Qué le puedo decir que ya no hayamos discutido sobre el papel jugado por esa ‘alianza regional’ durante su existencia, que no sea el papel inquisitorio tutelado por el país hegemón? Nuevamente, cumpliendo las órdenes de su patrón y violando toda la normativa que lo rige, se convierte en la espada de Damocles para atacar a un país soberano que decidió ser libre, soberano y digno, y no un perrito domesticado y alfombrero al estilo de Kuczynski. Entiendo que países pequeños y necesitados sufran y se inclinen ante las amenazas imperiales por el ingreso de unos dólares, pero de ahí a traicionarse a sí mismos hay una gran distancia, porque lo que hoy acontece abre las puertas para que mañana ellos sean las víctimas de este precedente. ¿Para qué hablar de un doble rasero cuando vemos que es un rasero sencillo impuesto por la dominación imperial del país hegemón? ¿Para qué preguntarnos dónde estaba la OEA cuando los golpes parlamentarios a Lugo en Paraguay, Dilma en Brasil y Zelaya en Honduras? ¿Para qué preguntarnos donde estaba la OEA en los casos de Haití, Méjico, Colombia, Panamá, Chile, El Salvador, y pare de contar? Razón tenía Cuba al decir que ellos jamás volverían a ser miembros de una cofradía cínica como esa."

Nuevamente se consumó un ataque artero contra nuestra patria. Lo más triste es que fue propiciado por países que llamamos hermanos, siguiendo las órdenes de su amo imperial. Nada puede extrañarnos; se nos acabó la capacidad de asombro. Los que hoy se dicen "preocupados por la situación de Venezuela" carecen de moral siquiera para dar la cara al mundo por las atrocidades que sufren sus ciudadanos. Lo peor de todo es que bajan sus cabezas ante quien ni siquiera ha firmado la nombrada Carta Interamericana Democrática: EEUU, pero que se considera con derecho a voz y voto a la hora de agredir a los pueblos que osen salir de su "patio trasero" como bien lo expresara el candidato presidencial francés Juan-Luc Mélenchon.

No nos debe extrañar la actitud de Santos, ya que su país le vendió su dignidad a los EEUU permitiéndole tener las bases gringas en su territorio con convenios que no permiten que los soldados puedan ser procesados en Colombia por crímenes que allá cometan. ¿Qué haría el gobierno colombiano si Venezuela, un país en crisis alimentaria, sanitaria y económica, donde se violan los derechos humanos y se tortura, sometida a una dictadura cruel, en aras de salvaguardar la vida, la seguridad y los bienes de los más de seis millones colombianos legales y los ochocientos mil ilegales que aquí viven, decide pedirle al gobierno colombiano que se haga cargo de ellos y que se los lleve a su país? Si con tan sólo cerrar la frontera Santos pegó el grito al cielo porque no podían con los menos de veinte mil que se fueron voluntariamente.

Además, no pueden justificar su traición a Venezuela con lo de "la crisis política" que se vive en el "país amigo", cuando llevan más de cincuenta años en una cruenta guerra fraticida que obligó a esos millones de colombianos a huir del paramilitarismo y buscar refugio en nuestra patria. Gracias a la ayuda de Venezuela esta guerra parece llegar a su final. Y digo "parece" porque dentro de las FARC-EP existe el temor de la traición de la oligarquía rancia que domina al país, que parece estar fraguando hacer lo mismo que le hicieron a los cinco mil miembros de la Unión Patriótica: asesinarlos. Por eso vemos el retorno de los narcoparamilitares de Uribe a las zonas libres dejadas por las FARC-EP, creando nuevos grupos de desplazados que vienen a dar aquí.

 

 

Es caliche mencionar al estado fallido de Méjico, donde el narcotráfico, al igual que en Colombia, tiene más poder que el gobierno. Ya en otro artículo hablé de los muertos y desparecidos reseñados hasta por la mima ONU, así como el asesinato de periodistas sin que la improba OEA se haya pronunciado; o los campesinos ajusticiados y presos en Paraguay por un gobierno de facto, producto de un golpe parlamentario; o de lo ocurrido en Brasil, donde el impulsor del "impeachment" a Dilma lo condenaron a 15 años por ladrón y esperan juicio muchos senadores cómplices así como miembros del gabinete de Temer; o el golpe a Zelaya en Honduras; o cuando sacaron al Presidente de Haití a medianoche para cambiarlo; o de los mapuches en Chile junto a cientos de estudiantes muertos, heridos y/o apresados. ¿Dónde ha estado la preocupación del "Ministerio de las Colonias" en esos casos? Ah, es que ellos no tienen las riquezas minerales, sobre todo petróleo, gas y coltán, que tiene Venezuela.

No voy a hablar de Argentina ni de la solicitud de su Canciller para que Venezuela le pusiera en bandeja la cabeza de Almagro. Ya todo el mundo sabe como es el gobierno de Macri. Pero si voy a mencionar la confabulación de la mediática internacional para crear el odio entre hermanos cuando tergiversan las noticias, callan o inventan otras y publican medias verdades en apoyo a los grupos terroristas que se hacen llamar "partidos políticos". Los Heraldos Negros se encargan de ejecutar el trabajo sucio tal y como hicieran en los casos de Iraq, Libia y Siria cuando lanzan al mundo fotos y reportajes que distan mucho de la realidad de un pueblo que decidió ser libre y digno.

La OEA, en su papel inquisitorio neocolonialista, se hace eco de las denuncias que una oposición apátrida les presenta sin tan siquiera investigar los hechos, sólo por cumplir las órdenes de su amo, el país hegemón. Para la OEA es un "combatiente pacífico y democrático" quien incendia organismos del Estado, hospitales de niños, los centros de salud y educación, el transporte colectivo público, hiere y mata a policías y guardias nacionales y a cuanto civil se oponga a la violencia, mientras sea en Venezuela. Si es en Chile, Argentina, Méjico, Paraguay, Brasil, Honduras, Colombia y demás miembros de la cofradía, son terroristas. Qué vaina, ¿no?

Venezuela ha tomado la decisión histórica de retirarse de la OEA, ya que el golpe de estado, que un grupo de conjurados le dio a la institucionalidad del organismo, el 3 de Abril del corriente, fue la señal a los violentos en mi país de que tenían luz verde para llevar a cabo impunemente los destrozos, los heridos y los muertos que desde entonces se han dado en algunas ciudades. El golpe continuado goza del apoyo de esos países y sobre todo de Almagro, que pasará a la historia como el cipayo mayor, responsable de tanta muerte y desolación.

Venezuela, con OEA o sin ella, seguirá con Nicolás a la cabeza, con su política de paz y de trabajo arduo, con un pueblo heroico que no se rinde, un pueblo de libertadores. Allá los que quieran quedarse en el camino o salir corriendo al ver frustradas sus intenciones. Repetirán una y otra vez que son mayoría, pero el pueblo les sigue recordando: "no volverán jamás a Miraflores… ya conocemos a nuestros verdugos".



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Luis Semprún Jurado

Profesional, productor audiovisual, co-productor y co-moderador del programa radial El Ojo de la Ciudad en Maracaibo, estado Zulia

 luissemp2003@gmail.com      @luissemp

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