Chávez y el padre nuestro de cada día

"Yo soy cristiano, esa no es la definición central de lo que soy, pero es parte importante de mi médula,… , creo en cristo el hombre, el revolucionario, el anti-imperialista, el mártir, pero muy lejos del fanatismo…

Reivindico al cristo revolucionario, no al cristo de los burgueses que rezan, como decía Ali Primera, cuando van a bombardear a los niños del Vietnam, de Irak, de Afganistán…

Hugo Chávez

Adorar a un hombre o mujer como un ser celestial omnipotente es un error pues resulta de admitir nuestra "inferioridad" ante otro ser humano, complejo este que sirve de sustento a la dominación y opresión por el "más apto". Nadie, por asombrosa que haya sido su hazaña o sus cualidades individuales, puede ser considerado superior y mucho menos "sobrenatural" pues en el caso de hombres y mujeres que han hecho historia como Bolívar, El Ché y Chávez solo han sido seres humanos normales que producto de cabalgar sobre las circunstancias que acumulaban una conciencia colectiva propicia para sus victorias, se convirtieron en faro de lucha de mucha gente y hoy después de muchos años de su partida física los recordamos y levantamos sus mismas banderas personificándolas en un hombre aunque sus triunfos hayan sido producto de todo un colectivo.

Aferrarse a una idea, a un proyecto de sociedad justa, en paz y en armonía con la naturaleza y vivir para hacerlo realidad es de hombres y mujeres de honor, valor, conciencia humana y profundo amor. Somos chavistas no por Chávez sino por sus ideas, no seguimos al hombre, somos leales a su legado de patria y humanidad que nos dejó al amalgamar milenios de luchas de los pueblos por su liberación y redención y lo convirtió en verbo (acción) no en sustantivo (ideas para los intelectuales).

Eso es para nosotros Chávez y si por ello nos tildan de aduladores, idólatras o herejes que nos importa, preferimos ser criticados por hacer, aunque tengamos que soportar situaciones difíciles mientras hacemos, que ser alabados por dejar pasar por debajo de la mesa la debacle de este modelo de civilización y su fase más depredadora, el imperialismo, a cambio de una aparente paz entre desiguales que solo se alcanza con la opresión del "débil" por "el fuerte" en actitud de sometimiento. Que es sufrir la guerra económica comparado con 300 años de explotación capitalista, más de tres mil del yugo de las castas feudales o más de 15 mil años de esclavitud que hemos vivido desde que se impuso este modelo civilizatorio basado en la supervivencia del más apto, cualidad más primitiva de nuestra especie "civilizada".

Jesús fue verbo que se convirtió en historia viva y hoy dos mil años después seguimos sus ideas de amor al prójimo, de humildad y solidaridad y nadie critica que lo adoremos solo porque una religión a la que "por herencia cultural" pertenecemos lo designó hijo de dios como si el mismo no nos enseñó que todos lo somos, incluso a los de otras religiones que consideran a mahoma, Sai Babá...etcetera, como la reencarnación de su dios que al final es el mismo de todos los que resumimos su significado en amor.

Somos cristianos y chavistas con orgullo y profundo amor por el prójimo por lo que cualquier otra ideología que profese ese legado también es nuestra, no con la ceguera de las ovejas que siguen a su pastor incondicionalmente sino con la conciencia del que ama la vida, a sus semejantes y toda la naturaleza que hace posible su existencia y enfrenta a sus detractores con dignidad, humildad y firmeza. Nuestra oración no es una frase repetitiva aprendida, ni una secuencia de ruegos y alabanzas, nuestras oraciones las damos cada amanecer al levantarnos a impulsar las transformaciones necesarias para alcanzar un mundo con igualdad de condiciones y oportunidades en cada acción, cada frase, cada gesto de amor al prójimo, por ello respetando tu manera de alabar a dios esta es la nuestra y que hoy la definimos como ideología chavista.

Porque Chávez no es un hombre, Chávez es un pueblo, es un sentimiento y una ideología que vive en los chavistas impulsando las mismas ideas cristianas de amar al prójimo como a si mismo, es más, si las circunstancias así lo exigen somos capaces de amar al prójimo más que a nuestras propias vidas y estamos dispuestos a ofrendarlas como Jesús, Bolívar y Chávez lo hicieron por un mundo mejor que hoy llamamos socialismo bolivariano.

Viva Chávez



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Noel Peralta Barreto


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