Memorias de un escuálido en decadencia

Carnaval

¡A qué no me conoces! A estas alturas uno no hace esa pregunta ni de vaina, porque ya todo el mundo conoce lo sinvergüenza que somos todos en la oposición. Menos mal que ya terminaron esas fiestas carnestolendas, o como se llame, que a pesar de todo, uno sigue viviendo todo el año, porque con esas caras disfrazadas de demócratas que nos gastamos nosotros, ya el mundo, que es y será una porquería, sabe que nosotros cargamos con esa máscara. Los que se viven estas fechas son los chavistas, que bailan, cantan, sacan comparsas y caravanas, y uno no sabe cómo carajo hacen para vivir con esa cara tan feliz si esto se está cayendo a pedazos. En cambio nosotros, preocupados, porque nos duele que jode este país, enviamos a Luis –Canchunchú- Florido, y a Julio - Matemático- Borges y a William – Zigatoca Negra- Dávila a viajar por todo el primer mundo para que denuncien este bochinche chavista que celebra hasta el día de los muertos.

Este desacato de la Asamblea Nacional nos obligó a reunimos en los aeropuertos internacionales. Siempre nos encontramos en el aeropuerto Charles de Gaulle en Paris, o en Shiphol, en Ámsterdam, o en Frankfurt, eso sí, siempre con esa cara de preocupación por todos los compañeros que sufren cruelmente esta dictadura que no se acaba nunca. Y allí, en los diferentes aeropuertos del mundo, donde ahora tenemos nuestras reuniones, discutimos nuestras ideas para ver cómo carajo sacamos este gobierno de Miraflores y de la cabeza de mucha gente que todavía sigue creyendo en esto. Y por ahora, solo la carta democrática de Almagro salva.

Ahora viene el carnaval de las firmas para reconocer los partidos. Y todavía nosotros estamos discutiendo si recogemos las firmas o si dejamos esa vaina así, pero ni de vaina, parte de nosotros dice que debemos recogerlas porque si no el CNE nos vuelve a joder y nos dejan afuera y adiós partidito que te apagaste. Ya por allí hay unos compañeros que están ofreciendo las firmas de un montón de muertos para que salgamos de una vez de esa vaina, pero por lo visto ahora la cosa es más difícil, porque ya nos descubrieron la vez anterior cuando el referéndum, que pusimos a firmar hasta a la Negra Matea.

El papá de Margot llegó, como siempre arrecho, "porque caí en un hueco en Chacao y estuve a punto de mentarle la madre al alcalde, pero menos mal que me acordé que era nuestro y lo perdoné". Y después se fue al cuarto diciendo: "Cómo carajo harán los chavistas para andar cantando y bailando todo los días, cuando esta vaina está tan jodía". Y le metió un coñazo tan duro a la puerta que un vecino gritó: "Aquí es. Aquí es, desgraciao".

  • Tú lo que quieres es que me coma el tigre.- Me canta Margot



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Roberto Malaver

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

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