Diálogo en tiempos de revolución

Hay quienes vienen hablando del "Centro Político" venezolano y lo presentan cómo un descubrimiento extraordinario y le analisan simplonamente sin tomar en cuenta que estamos en medio de una profunda revolución social y política fuera del marco meramente electorero en que se quedan los análisis sesudos de algunos, lo más grave es que se hacen llamar chavistas. Lamentablemente para estas personas el diálogo es visto cómo una "oportunidad para concertar", así de simple y sencillo, seguro se imaginan que algún día se recibirá la llamada de Lorenzo Mendoza y le dirá a Maduro, "mi pana, ya no estoy en guerra económica, no seguiré robándome los dólares del país y mañana los anaqueles de los abastos estarán llenos de comida", cuesta creerlo pero hay "ingenuidades" que, al menos hacen creer que así piensan. Se supone que entre dos sectores antagónicos, que por su naturaleza y dinámica histórica es imposible que se llegue a ese punto-entregar el poder- sin dar la batalla,, en el caso de la burguesía sobretodo, porque ésta tiene conciencia de clase, esto no es realista ni siquiera pensarlo, a ella hay que derrotarla, lo contrario huele mucho más a tesis que pretenden que la lucha se desvíe, la lucha del pueblo nos referimos, porque la burguesía tiene su conciencia de clase clarita y jamás se suicidará.

Tanto la derecha está clara en esto cómo la dirección de la revolución también, es justamente allí en donde salen las sabiondas apreciaciones de lado y lado y se comienza a plantear lo del "centro político", es decir, algo así cómo un neo pácto de punto fijo o algo parecido y suavizado, o acaso será el comienzo de la colocación de la alfombra de la traición a la revolución otra vez... puede ser.

Pues para desencanto de los que plantean estas tésis, les puedo decir qué en esta revolución los llamados centros solo son una vulgar maniobra de la derecha imperialista para cazar incautos. Los estudiosos del comportamiento sociológico se les olvida nada más y nada menos que estamos en una revolución en donde las contradicciones de clase se exacerban al máximo y los puntos de quiebre marchan hacia la erradicación definitiva de un modelo por otro, es decir, para ser más claro, es imposible que convivan dos modelos totalmente antagónicos sin que, como siempre, la revolución termine traicionada. Podemos decir que hay espacios tácticos, pero la estrategia de ambas partes es una sola: erradicar a la otra.

Solo imaginemos la retoma del poder por parte de la derecha, algunos dirán, pero en Nicaragua funcionó, sin embargo, el caso de Nicaragua y el de Venezuela son distantes... ¿Estaría la derecha en condiciones de aceptar gobernar con los cuadros revoucionarios de la FANB dirigiendo esa institución cómo ocurrió en Nicaragua? ¿Se calaría el imperio una negociación de ese tipo? Pero veamos algo más contundente: La geopolítica actual del imperio y la potencialidad de Venezuela cómo "amenaza inusual" para éste. El peso de Nicaragua en la geopolítica imperial no es igual al de Venezuela, esa realidad hace que el comportamiento sea distinto. En Venezuela vendrían con una dictadura cruenta, una represión feróz, una violencia sin ningún control y en fin, la destrucción de todo vestigio de chavismo en cualquier instancia institucional, más aún en el ejército de Bolívar, el gran subversivo de hoy.

Por eso es que el diálogo hay que verlo en su dimensión exacta; la revolución busca el diálogo para contener los planes violentos de los opositores, allí nos anotamos una gran victoria, la oposición se sienta porque no le queda otra alternativa ante la vertiginosa caída del éxito electoral obtenido con la guerra económica el año 2015. La guerra económica y el bloqueo imperialista, sumada a nuestras fallas, expresadas y señaladas por el presidente Maduro basado en datos del carnet de la patria, le dió una victoria circunstancial a la derecha en el ámbito electoral. Podríamos decir que fue un triunfo electorero de la oposición; a diferencia del chavismo, a nosotros no nos basta con el triunfo electoral en sí, para nosotros es vital el triunfo político revolucionario y eso es lo que no analisan, por ignorancia o interés, los sabiondos analistas que ahora se preocupan tanto por el llamado "centro político".

El centro político es una táctica caza bobos de la burguesía y veamos por qué: En una revolución cómo la nuestra los neutrales están en el cementerio, parafraseando a Lénin. En este orden de ideas, quienes vienen manejando el llamado centro, tongonean y se les ve el bojote cuando lanzan a Henry Falcón como el "ideal" para el llamado centro... ¿Cual centro carajo? ¿Poniendo a Falcón cómo continuador de una revolución? ¡Por dios! Este es un traidor a la revolución ¿Casualidades?

Esos defensores del centro empatan "sus ideas" con el diálogo: Lo bombardean queriendo y no queriendo, le mandan a Maduro su buen coñazo pero no lo nombran, critican al PSUV, que obviamente tiene sus fallas, pero a nivel de comando central es coherente, muestra claridad, aunque en las regiones y localidades falta un mundo, pero nadie puede negar la coherencia nacional del PSUV, pero lo atacan señalándolo cómo intransigente y con posiciones inamovibles, eso es un absurdo, en una revolución hay principios inviolables e innegociables; pero lo hacen, si nombrarlo claro, imaginamos para captar unos cuantos incautos que piensen en una revolución liderada por Falcón... "Cosas veredes mi querido Sancho".

Pues por allí marchan estas dos tesis en la política nacional: el diálogo y los llamados centristas que pretenden recoger de allá y de acá. Pero veamos a fondo este escenario. Ciertamente que hay un poco de gente desencantada, hay heridas profundas en las entrañas del país, eso no es descubrir el agua tibia, pero el verdadero punto de la discusión es ¿Cómo llegar allí y curar las heridas? Pues lo mejor que se le ha ocurrido al presidente Maduro es lo del carnet de la patria, ciertamente que eso no basta, porque la vida continúa y las realidades cambian, sin embargo, ¿Qué ´propuesta concreta tienen los sabiondos del llamado "centro", que no es tal, es la derecha pura, cuidado y si más reaccionario que la derecha abierta misma?, o ¿Es que acaso se presenta nuevamente la "ventanita de la traición" esta vez con la sutileza del centro, algo así cómo Guzman en tiempos de Zamora? pareciera que por allí viene el imperialismo, ojo pelao.

No es casual el ataque internacional a Chávez, a Maduro y cuadros claves de la revolución, no es casual el ataque a la FANB, no es casual muchas casualidades en donde los otrora enemigos ahora comparten panel con lo más reaccionario de la derecha internacional. No puedo presentar pruebas contundentes, no obstante, "por sus obras les conocereis" y aquí quien quiera lavarle la cara a Falcón, un traidor a la revolución, para colocarlo cómo quien es el idóneo para acaparar el llamado centro huele a colocación de alfombra que nos llevara al infierno de la traición otra vez.

Aquí debemos tener claro algo: el diálogo es una medida política extraordinaria de Maduro para neutralizar los planes de violencia de la derecha, desactivarlos, aislarlos y con esa estrategia se aisla los planes imperialistas de agresión contra el país. sabemos que la derecha no le interesa el diálogo, porque a ellos no les interesa el pueblo, le interesa las riquezas del país, apoderarse de éstas y listo... sabemos eso y mucho más. Por esa razón, la revolución y Maduro al frente ha llevado la política con el tino necesario, ahora falta avanzar en el sentido de la politización, o repolitización revolucionaria de la población, además ésta debe ser territorial, palmo a palmo, en el marco de lo que hace la revolución en inversión social, pero el saldo de este proceso debe ser en la elevación de la lucha de lo reivindicativo a lo revolucionario, a lo socialista territorial, para hacer viable el aporte de Chávez al socialismo territorial, una tarea pendiente. ¿Cómo se come esto? Pues con trabajo de formación revolucionaria en la base de los urbanismos, en los corredores de la misión Barrio Nuevo, en todos los espacios pues, para que la cosa no se quede en lo clientelar. Ahora, cómo hacerlo. Pues con gente nuestra, con nuestros cuadros más claros en la base, con mecanismos precisos del partido en el sentido de evitar a toda costa que estas tareas se conviertan en trampolines de oportunistas para ser candidatos a cargos y esas cosas electoreras que aunque importantes, en un arevolución se convierten en secundarios. Allí se abre un enorme frente de diálogo con el país profundo, mientras tanto los camaradas negociadores tendrán que seguir soportando al atajo de locos que se sientan en la mesa de diálogo por parte de la MUD, pero debemos tener algo muy clarito, la tesis del llamado centro huele a foooo derechista y los apologistas del dialogo por el diálogo no tienen ni idea de lo que es profundidad revolucionaria o defienden una tesis burguesa.



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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