"El vuelo" de Maduro

"Por allí el presidente Duterte de Filipinas declaró que a él le provocaría agarrar un helicóptero y lanzar desde el helicóptero a los corruptos y a los bandidos que dilapidan los recursos del pueblo. Yo no puedo decir eso, porque violaría la Constitución, pero provoca verdad? Si estuviéramos en las guerras del siglo diecinueve, provocaría fusilar a más de uno compadre"

Nicolás Maduro 29 de Diciembre de 2016

Esta podría ser una triste afirmación de poco rigor, de alguien que conversa en voz alta en un momento de furia. Hasta podríamos pasarla por alto, sino fuera porque fue hecha por el máximo dirigente de nuestro país, en el palacio de gobierno, en transmisión de televisión nacional. Las consecuencias de estas palabras son un cañón directo a la conciencia del pueblo, los dirigentes civiles y militares. Abre las puertas al imaginario colectivo de "lo que podría hacerse en caso de".

La idea del presidente de Filipinas, Duterte, esa de lanzar enemigos desde un avión, no es novedosa, ni es de su fascista autoría.

Entremos rápidamente, en un símil histórico reciente, que no son las guerras del siglo diecinueve, sino las llamadas guerras "no convencionales" del siglo XX: las guerras de las dictaduras militares contra los llamados "subversivos".

Usted podría pensar "ah!, pero el Presidente Maduro no está persiguiendo a la gente de izquierda sino a los corruptos, así que está justificada la acción en caso de que decidiera emprenderla, mueran los corruptos!"

Para contestar a este pensamiento aparentemente razonable de mucha gente que ha apoyado el proceso durante los últimos 17 años, utilizaremos como fuente el libro "EL VUELO", de Horacio Verbitsky, basado en hechos reales ocurridos durante la dictadura de Videla.

Comenzamos diciendo que las fuerzas armadas argentinas durante el gobierno de María Estela de Perón había sistematizado operativos de detención de personas que consideraban opositores al gobierno. Los opositores estaban conformados mayoritariamente por "los montoneros" o "la ultraizquierda". Su gobierno fue la transición a la dictadura militar de Videla que se encargó de barrer en la Argentina de finales de los 70´s con todo vestigio de rebeldía.

Los operativos de detención eran especie de OLP y eran realizados por militares que se movían vestidos de civil en grupos de cuatro o cinco personas. Previamente, acordaban con las fuerzas de seguridad "la liberación de la zona" donde iban a actuar. Atrapaban a las víctimas en la calle, en bares, cines, en sus trabajos, en sus casas o en el lugar donde se encontraran en ese momento y las trasladaban a un centro clandestino de detención donde se los interrogaba bajo tortura.

Las OLP argentinas pre-Videla prepararon a la población para lo que estaba por venir: el "Proceso de Reorganizacion Nacional".

Entre los métodos de "reorganización" estaba secuestrar a opositores, interrogarlos, torturarlos, sedarlos, montarlos en un avión y lanzarlos vivos al mar. Cada miércoles salía un vuelo con entre 15 y 30 "subversivos". La operación duró dos años. Se estiman entre 1.500 y 3.000 muertos por este método.

"OLP" COMO UNA FUERZA JERÁRQUICA GUBERNAMENTAL Y CON ANUENCIA DEL "PUEBLO"

A continuación colocaremos fragmentos del libro El Vuelo, donde aparecen las declaraciones de Adolfo Scilingo, ex capitán de corbeta y uno de los primeros militares que admitió públicamente el terrorismo de Estado en la Argentina:

Adolfo: Que el país estaba en una situación caótica, sí. Pero hoy le digo que de otra forma se podría haber solucionado sin problema. Lo pienso hoy y no había ninguna necesidad de matarlos (refiriéndose a los detenidos que él lanzó al mar desde aviones por órdenes superiores)...No solamente fueron responsables las Fuerzas Armadas sino que gran parte de la población consintió la barbaridad que se estaba haciendo.

Verbitsky: ¿Cómo se expresó ese consentimiento?

Adolfo: Yo no creo que la sociedad actuara por terror. Creo que le reclamó a las Fuerzas Armadas o que avaló lo que hicimos. Algún exceso en los procedimientos, como se hablaba en aquel momento, no era rechazado. Era aceptado. Se alzaron muy pocas voces de repudio. Si la mayoría de la ciudadanía se hubiese manifestado en contra, las cosas hubieran sido distintas. Hoy le digo que fue una barbaridad…Cuando yo hice todo lo que hice estaba convencido de que eran subversivos…En este momento no puedo decir que eran subversivos, eran seres humanos. Estábamos tan convencidos porque nadie cuestionaba, no había opción…era una especie de comunión.

Verbitsky: ¿En qué consistía esa comunión?

Adolfo: Era algo que había que hacerlo. No sé lo que vivirán los verdugos cuando tienen que matar, bajar las cuchillas o en las sillas eléctricas. A nadie le gustaba hacerlo, no era algo agradable. Pero se hacía y se entendía que era la mejor forma, no se discutía. Era algo supremo que se hacía por el país. Un acto supremo. Es muy difícil de entender y de explicar...

Verbitsky: ¿Todos participaron?

Adolfo: Venían rotando de todo el país…Si hubiera sido un grupito, pero no es cierto: fue toda la Armada. Mandaban en comisión a oficiales de todo el país…Los vuelos eran los miércoles. El staff salía cumpliendo órdenes legales y no mataban ni asesinaban, sino que capturaban y entregaban.

Verbitsky: Usted repite una y otra vez que no eran una banda.

Adolfo: Si usted cree que una banda de diez tipos puede llegar a movilizar aviones de Prefectura y de la Armada está un poco equivocado. Era una fuerza armada que se estaba movilizando. La gran diferencia que tenemos es que usted le llama la banda. Yo digo que la Armada actuó como Armada…estábamos cumpliendo órdenes perfectamente dadas a través de la cadena de comando. Toda la Armada sabía lo que se estaba haciendo.

Verbitsky: La mafia de Sicilia también obedecía órdenes de Totó Runa. Cumplir órdenes no califica a una institución.

Adolfo: Pero si usted está dentro de una organización armada, siempre recibe órdenes, cumple órdenes o da órdenes... si se emplearon tantos métodos no convencionales era porque la guerra no era convencional.

VUELOS DE LA MUERTE CON ANUENCIA DE LA IGLESIA

Adolfo: …todos estábamos convencidos que estábamos en una guerra distinta, para la que no estábamos preparados, y se empleaban los elementos que se tenían al alcance… Desde el punto de vista religioso, charlado con capellanes, estaba aceptado.

Verbitsky: ¿Los capellanes aprobaban el método?

Adolfo: Sí. Después de mi primer vuelo, pese a todo lo que le estoy diciendo, me costó a nivel personal aceptarlo. Al regreso, aunque fríamente pensara que estaba bien, interiormente la realidad no era así… Al día siguiente no me sentía muy bien y estuve hablando con el capellán de la Escuela, que le encontró una explicación cristiana al tema. No sé si me reconfortó, pero por lo menos me hizo sentir mejor.

Verbitsky: ¿Cuál fue la explicación cristiana?

Adolfo: Me hablaba de que era una muerte cristiana, porque no sufrían, porque no era traumática, que había que eliminarlos, que la guerra era la guerra, que incluso en la Biblia está prevista la eliminación del yuyo del trigal. Me dio cierto apoyo.

¿ESTA SEGURO QUE LE PROVOCA PRESIDENTE MADURO?

Adolfo: Se los desvestía desmayados y, cuando el comandante del avión daba la orden, en función de donde estaba el avión, se abría la portezuela y se los arrojaba desnudos uno por uno. Esa es la historia. Macabra historia, real, y que nadie puede desmentir. Se hacía desde aviones Skyvan de Prefectura y en aviones Electra de la Armada. En el Skyvan por la portezuela de atrás, que se abre de arriba hacia abajo. Es un gran portón pero sin posiciones intermedias. Está cerrada o está abierta, por lo cual se mantiene en posición de abierta. El suboficial pisaba la puerta, una especie de puerta basculante, para que quedaran 40 centímetros de hueco hacia el vacío. Después empezamos a bajar a los subversivos por ahí.

Esa es una historia real, documentada, verificada. Luego de escuchar los testimonios de víctimas y victimarios, un hombre de la talla del Presidente de Venezuela debería cuidar mucho sus palabras con respecto a este tipo de prácticas. Aquí en Venezuela durante la 4ta República, se realizaron a una escala menor pero igualmente dramática. En nombre de esos muertos seria elegante y ético retractarse y pedir disculpas. De no hacerlo se abren "las compuertas" al fascismo, se alienta a la masa y a los cuerpos armados policiales y militares a ejercer ese tipo de crímenes que definitivamente no son socialistas, ni humanistas.

Que la barbarie de Duterte no nos siga seduciendo.



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Rosa Natalia

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