¿Será que llegamos a un punto crítico que chuco no carga a su hijo y nadie se responsabiliza por daños causados? Esta perversa premonición parece ser el arma sucia conque los traidores de la patria pretenden imponer una matriz de opinión que distorsione la realidad venezolana. Visto el desarrollo de los acontecimientos ¿alguien podría dudar que este sistemático boicot de fascistas contumaz no sea para confundir, manipular y conducir incautos al matadero? Escapados de sus tumbas, de donde nunca debieron salir, los extraños especímenes de la MUD no pierden ocasión para recurrirá a cualquier argucia para generar violencia, pero con tan mala suerte que por más que se tongonee, siempre se les ve el bojote. ¿Y podríamos creer en pillos que engendraron la crisis, y ahora se ofrecen como redentores del país que se repartieron como botín de guerra cuando gobernaron?
"Esto no lo aguanta nadie", fue el slogan del comando de campaña de Luis Herrera Campins que derrotó al candidato adeco Luis Piñerua Ordaz, en aquellos simulacros de comicios que permitían que el bipartidismo adeco-copeyano se peloteara el poder, del mismo modo que José Tadeo Monagas y su hermano Gregorio durante el siglo XIX.
38 años después vuelven los mismos dinosaurios de esa vieja cultura política a querer molestar nuestros oídos con su apestosa y vieja cantaleta que cada vez pierde más audiencia en la calle. También el "esto no lo aguanta nadie", deberemos refregárselo en cara a quienes con ofertas demagógicas lograron asaltar la Asamblea Nacional para dejarnos huérfanos de Poder Legislativo, pues hasta las piedras saben que el Capitolio ahora es un nido de ratas inmundas de cañería. Igualmente decimos que "estos no lo aguanta nadie", porque botamos piedra cuando la Comisión Nacional de Telecomunicaciones no ejerce su autoridad para sancionar de manera ejemplarizante al terrorismo mediático que tanto daño causa en la población. "Esto no lo aguanta nadie", porque también nos angustia seguir esperando que el gobierno se deslastre de corruptos enriquecidos a la sombra del poder, mientras la justicia se lava las manos como Poncio Pilato. "Esto no lo aguanta nadie", porque nos causa arrechera ver enquistados en posiciones de comando a los responsables de la derrota electoral del pasado 6D. Y "esto no lo aguanta nadie", porque resulta inconcebible que todavía los apátridas se paseen como Pedro por su casa, mientras el Pentágono y la CIA planean invadir nuestro territorio para recolonizarnos y saquear las enormes riquezas que yacen en el subsuelo.
Y redondeando el cuento, diremos que si nos tocara escoger entre un Nicolás Maduro que a veces pueda equivocarse, y cualquiera de esos "sabihondo" machimajunche que saben tanto que saben a miasma, concluimos que es mil veces mejor quedarse con el mandatario obrero, así sea agarrando fallo.
Verdad que sobran razones para decir que esto no lo aguanta nadie.
