¿Que Te Pasó Caracas? – La Patria Nueva

La semana pasada viajé a Caracas para asistir, en calidad de delegado por Nueva Esparta, al congreso nacional de Marea Socialista, al cual acudí con la actitud de aportar algo a los más jóvenes y traerme a la isla un recuento de las cuestiones más importantes ahí planteadas.

Quiero antes que nada decir que detesto el lenguaje efectista o sensacionalista y no es mi interés dramatizar cuestiones ya de por sí lamentables, ni basarme en ellas para hacer una novela.

Nada más en el centro de Caracas me tocó ver diariamente a muchas personas urgando en la basura para hallar restos de comida. Personas de todas las edades se me acercaron a pedirme limosna, desde niños hasta ancianos y debo confesar que no veía algo así desde que el presidente Chávez abordó, de manera exitosa, aquellos terribles problemas heredados de la cuarta. Todo esto es aún más indignante sabiendo la cantidad de dinero venezolano que muchos "acumuladores" tienen "escondido" en el exterior.

Para nadie es un secreto que el juego en Venezuela parece trancado y que, mientras existen sectores aferrados al poder en un tira y encoje entre ellos, el pueblo venezolano se mantiene girando en un remolino de empobrecimiento económico, cultural y espiritual que nos sumerge más en una crisis cuya solución orgánica no hace sino proyectarse cada vez más y más complicada por los intereses creados por estos mismos sectores. Además, el despertar de los niveles de conciencia social, cultural y colectiva necesarios para generar el terreno propicio para que tales soluciones orgánicas puedan germinar pareciera mantenerse supeditado a diversos factores que no se vislumbran accesibles en la actualidad.

Si tomaramos como cierto aquel decir que afirma que todo lo que no se regenera se degenera, y nos atrevieramos a aceptar aquella otra premisa que dice "recoge lo que siembras", pues entonces esa solución estructural y orgánica, esa aglomeración de sucesos que nos lleven a aquello que muchos venezolanos vislumbramos como el nacimiento de una patria nueva pacífica, civilizada y respetuosa de los prinicipios que hacen al hombre un humano, pues esta pareciera inhibirse a sí misma escapando de nuestro alcance, al menos en los caminos comprensibles para la mayoría de nosotros.

Quiero hacer un paréntesis para decir que, esta patria "nueva", o distinta, existe y el hecho de que su existencia esté, por ahora, limitada al mundo mental de quienes la visualizamos no la hace menos real que el desastre que tenemos en su lugar. Recordemos que todas las creaciones del hombre han pasado primero por ese mundo mental antes de ser traidas a existencia. La pregunta siempre es la misma:

¿Como materializarla?

Obviamente tenemos que construirla, pero el proceso de construcción de lo nuevo requiere destrucción de lo viejo y la regeneración del tejido social, cultural y espiritual no puede darse mientras no terminemos de romper con la espiral de degeneración en la que estamos sumergidos. Los más intelectuales hablaran de ideologías, los espirituales de principios y los de acción de trabajo, pero la patria nueva pareciera requerir de una sustancia extra; de que el hombre se sobreponga por sí mismo sobre sí mismo y se comprenda como único causante, responsable y dueño de su realidad.

Quizás ese sea el hombre nuevo de NUESTRA coyuntura, no lo sé, pero lo que sí sé es que tales procesos no pueden ser fingidos ni obviados. El aprendizaje es necesario y, para que este pueda darse, las experiencias deben vivirse.

Yo, al menos en estas lineas, no tengo nada que decirle a los sectores que viven de tal "tira y encoje". Solo felicitarlos por tal capacidad de "viveza" y "agudo" sentido de supervivencia.

Mi llamado es a quienes aún tienen tiempo de rescatarse a sí mismos de esta debacle. Creo que lo que ví en Caracas fué tan solo la punta de lo que más abajo se está cocinando y, como dice Gibran Jalil, la noche es más oscura antes del amanecer.

La patria nueva es una realidad y la dificultad de construirla quizás es proporcional a su esplendor. Tengamos la capacidad de ver entre lineas, hacernos dignos, asumir la parte de sacrificio que nos toque a cada uno y les aseguro que, más temprano que tarde.



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José Sharif

Comerciante. Master en producción, sonido y grabación, con estudios académicos en armonía clásica, composición contemporánea y Jazz. Fundador de la Nación de Dioses del Sur y FNN. Ha militado en PSUV, Marea Socialista y MDI. Impulsor hoy de Nuevo Proyecto Nacional. Creo en la Unión Suraméricana.

 josegp1983@gmail.com      @JoseSharif

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