La teoría de la dependencia y el problema de la crisis alimentaria en Venezuela

La teoría de la dependencia no hay duda, ella se explica por la histórica división social del trabajo, por la división internacional del trabajo en la que con el surgimiento del capitalismo y las naciones, el colonialismo para el liberalismo del siglo XVI-XIX, las colonias deben asumir un mecanismo basado en el papel de exportador de materias primas, a tono con la teoría clásica de las ventajas comparativas de los países capitalistas-colonialistas, países capitalista, en tanto que estos se especializan en la producción de manufacturas para el comercio internacional. Esta teoría pone en evidencia, las relaciones sociales de poder en la división social del trabajo, la relación de dominante y dominados, la subordinación en lo económico, pero también en el plano político y comercial determinando relaciones comerciales desiguales, dependientes además de no limitar su dominación en el mecanismo económico sino también en la cultura de la dominación sustentada en el engaño ideológico de la política, de la sociedad y la religión.

En América Latina; "La crisis capitalista de los años 30 fue uno de los contextos determinantes para la tesis de la teoría de la dependencia, según la cual el Estado debía asumir el papel principal de regular al Mercado; mientras que en el mundo desarrollado la respuesta a esa crisis se expresó mediante el keynesianismo. En los años 40, el argentino Raúl Prebisch fue quien instaló el debate en la intelectualidad latinoamericana con su idea de centro-periferia que buscaba explicar la modernidad periférica. La CEPAL, ubicada en Santiago de Chile, fue la sede de la teoría al albergar a los intelectuales más destacados de esa época en América Latina (1). Para aquel momento el capitalismo liberal justificaba la intervención del Estado, la regulación del Estado como necesario, para impulsar e incentivar el capital privado, el efecto expansionista del Estado incentivando el crecimiento económico para salvar el capitalismo de la crisis del crecimiento económico.

En el siglo XX y XXI, la teoría de la dependencia se ha renovado, pasado de la dominación colonial a la dominación neocolonial aún con independencia política de los países periféricos, ella viene a ser, "una respuesta teórica elaborada entre los años 60 y 70 por científicos sociales a la situación de estancamiento socio-económico latinoamericano en el siglo XX como una respuesta a la teoría de la industrialización de la CEPAL y a la teoría del desarrollo (2). Asimismo; La Teoría de la Dependencia utiliza la dualidad metrópoli-satélite, (Centro-periferia=contradicción países tradicionales versus modernidad, la nota es mía) para exponer que la economía mundial posee un diseño desigual y perjudicial para los países no desarrollados, a los que se les ha asignado un rol de subordinación de producción de materias primas con bajo valor agregado, en tanto que las decisiones fundamentales y los mayores beneficios se realizan en los países centrales, a los que se ha asignado la producción industrial de alto valor agregado (3).

Más tarde; "La irrupción de intelectuales como Theotonio Dos Santos, Andre Gunder Frank, Ruy Mauro Marini, Celso Furtado, entre otros, le dio un dinamismo profundo a la teoría de la dependencia, marcando claramente la estrategia estatal (Industrialización por sustitución de importaciones o ISI) de los países más industrializados del sub-continente (Argentina, México y Brasil) en la que estos países cerraron sus mercados (fomentando el mercado interno y aplicando altas tasas a las importaciones) y promovieron la construcción de una burocracia que pudiera interactuar con las élites decimonónicas que de paso contribuía a la construcción de una clase media de peso que pudiera fomentar el dinamismo del mismo mercado interno" (4). ¿Qué hizo la burguesía sirviéndose del Estado?, protegerse, a despecho del credo liberal, aplicar el proteccionismo, proteger su producción interna, el mercado interno, pese a sus incapacidades competitivas y productivas, y de esto no escapó, el sistema dependiente del modelo sustitutivo de importación de insumos, materia prima procesada, equipos y maquinaria.

A toda luces; es evidente que la dependencia del modelo de desarrollo en Venezuela está asociada al parasitismo de la burguesía del Estado rentista petrolero, estamos hablando del fracaso del modelo desarrollista privado, del capitalismo dependiente desarrollista, del modelo desarrollista empresarial, de la incapacidad de la burguesía (venezolana) en desarrollar el país, que no ha aportado soluciones independientes, endógenas, soberanas, para explotar el desarrollo en Venezuela, tal cual lo hizo la burguesía en los países desarrollados, por ejemplo en "Venezuela: con sus 31 millones de habitantes cuentan con 916.445 kilómetros cuadrados de territorio y extensas superficies fértiles y cultivables. (…), tenemos 35 millones de hectáreas de tierras con mucho potencial, pero apenas utilizamos 11 millones, explica Antonio Pestana, presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (FEDEAGRO), en entrevista al Deutsche Welle (5). ¿Qué quiere decir en las circunstancias de desabastecimiento de alimentos, de importaciones de alimentos por el Estado?

Seguramente como indica Trompiz, las premisas del fracaso del modelo desarrollista rentista que desalojó el agro, que estimulo el éxodo campesino, que hizo posible el abandono del campo, lo que hoy es consecuencia, la crisis alimentaria debido a que (6) Una abundante renta petrolera que fue desviada hacia el sector financiero –mercantil de la Venezuela agraria por medios lícitos e ilícitos, dando origen a un nuevo proceso de acumulación originaria de capital -que todavía hoy se mantiene- y que determinó el paso de manera pacífica del pre capitalismo agrario al capitalismo rentista-petrolero (sociedad agraria a la sociedad moderna, intentando repetir la teoría de la modernización capitalista, de las etapas del desarrollo capitalista.

Por su parte, la crisis del agro, del problema de la alimentación en el país responde a "Un intervencionismo económico-estatal tendiente a formar capitanes de empresa, apalancado en la siembra del petróleo que ha privatizado la renta petrolera a través de mecanismos como: a) créditos blandos al sector privado; b) empresas públicas que transfieren valor a la empresa privada; c) una moneda sobrevaluada que abarata la importación del equipo-capital; d) una mano de obra cuyo salario se ha cubierto con parte de la renta petrolera; e) un mercado interno protegido por el estado) una inmigración suministradora de mano de obra excedentaria para presionar los salarios hacia la baja; g) el aparato económico del estado puesto a su disposición (de la burguesía parásita) y h) una legislación acorde a las exigencia de la acumulación de capital interna (7). De esta manera descubrió la burguesía que era preferible, importar que producir, servirse de dólares preferenciales, de la renta petrolera para continuar succionando la renta, siendo improductiva y parasitaria.

Entre otros factores que impiden el potenciamiento de la agroindustria, en el siglo XX se tiene: "Un proceso de lucha de clases reducidos a su mínima expresión como producto de la redistribución del excedente petrolero, además de un proceso de estabilidad política con dictaduras y periodos de democracia restringida, favorecedor de la actividad privada, una guerrilla que fue derrotada política, militar e ideológicamente por los políticos de la democracia rentista, y por último; una clase media fomentada por el Estado y formada por la inmigración europea de la segunda postguerra, totalmente identificada con los valores del capitalismo occidental (8). El capitalismo rentista es responsable de la dependencia del desarrollo, la imitación de los valores capitalistas, creer que lo de afuera es mejor que lo de adentro, el complejo colonial de inferioridad.

Pero lo más grave del fracaso del agro del siglo XX lo determina, "Una clase terrateniente cuyas aspiraciones de apoderarse de parte de la renta petrolera fueron sepultadas por el régimen gomecista, Un aparato de justicia lo suficientemente sensibilizado para dar seguridad jurídica a la sacrosanta propiedad privada y al mismo tiempo, para perdonar los pecados de la burguesía criolla en su voracidad por la renta petrolera; un aparato educativo destinado a formar mano de obra y gerentes para la acumulación de capital y reproductor de la sociedad de consumo nacida en latitudes del capitalismo desarrollado y; una iglesia católica prestar a lavarle la conciencia a los empresarios y a prometerle a los explotados la felicidad en el más allá" (9).

Ayer la burguesía tuvo culturalmente todas "las garantías jurídicas" para impulsar el desarrollo que aspiraban, y no lograron resolver el problema alimenticio del país, hoy los productores privados del agro contemplan con satisfacción perversa que el "10 de julio, más de 35.000 personas aprovecharon la reapertura parcial del paso entre ambos países –bloqueado desde agosto de 2015– para comprar en comercios colombianos los bienes básicos que no se consiguen en los venezolanos", a la pregunta ¿porque no los consigue?. Según Antonio Pestana (presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (FEDEAGRO): Las principales causas de la dramática situación que vivimos son la falta de garantías económicas, de seguridad jurídica y de seguridad personal; la escasez de insumos y de personal capacitado; serios problemas de desarrollo tecnológico y de financiamiento; y la falta de competitividad de la producción nacional frente a las importaciones. Férreos controles hacen que el precio de muchos de los bienes esenciales tienda a estar por debajo de los costos de producción. En otras palabras, la producción agraria no es rentable (10).

¿Garantías económicas? Ayer las tuvieron todas, en todo el siglo XX, no lograron el desarrollo del agro, tuvieron 100 años para desarrollar el agro, instrumentos de reformas agrarias, modelos sustitutivos de importaciones, de integración andina, y ¿qué pasó? Abandono del campo, emigración, agricultura de puerto, importaciones agrícolas hasta desembocar en la escasez de producción agrícola, dependencia económica, dependencia de alimentos, dependencia de insumos y tecnologías, de financiamiento, así como la falta de competitividad de la producción nacional termina por reconocer Antonio Pestana, y eso es hoy en el siglo XXI, en la que burguesía pretende ocultar su fracaso empresarial, el fracaso del desarrollo empresarial en explotar 11 millones de hectáreas de 35 millones del país, de más de 30 millones.

Siguiendo con la explicación del porque hay desabastecimiento de alimentos en el país, seguimos conociendo las explicaciones del señor Pestana, indica: "Exceptuando al fertilizante nitrogenado, en Venezuela no se producen agroquímicos; éstos deberían ser importados. Pero, como tenemos un control de divisas muy severo y los dólares se asignan de manera discrecional, el sector agrario no ha podido honrar sus compromisos con empresas extranjeras; ya se nos percibe como deudores morosos y se nos ha cerrado toda línea de crédito. Ahora dependemos de lo poco que importa el Estado y esas limitaciones hacen que las superficies cosechadas se reduzcan considerablemente" (11). Como vemos los empresarios en todo el siglo XX se dedicaron acumular capital, no desarrollar el agro, menos exportar alimentos, apenas abastecer el consumo interno, no generan divisas, menos empresas agroquímicas para hacer sustentables sus empresas, independientes de la coyuntura internacional, de la sensibilidad de los ingresos en divisas.

Otra causa del desabastecimiento de alimentos en el país responde de acuerdo con Pestana al problema de la dependencia tecnológica de "La empresas privadas que solían importar maquinaria, implementos y repuestos ya no lo hacen. También en ese caso dependemos totalmente de las adquisiciones que haga el Estado. La vida útil del 65 por ciento de nuestros tractores y del 85 por ciento de las cosechadoras ha caducado. Ese grado de obsolescencia y la falta de repuestos llevaron nuestra capacidad para producir al mínimo. Por otro lado, el Gobierno no le ha dado la importancia que se merece la capacitación, la generación de conocimiento y su transferencia" (12). Fíjese la confesión que hace el señor Pestana, hace hincapié en "la dependencia tecnológica", problema que no han logrado superar, producir tractores, cosechadoras, prácticamente le deja al gobierno todos los problemas, hasta "la capacitación, generación de conocimiento (en Universidades y tecnológicos) y transferencia de conocimiento". ¿En verdad, tenemos productores del agro innovadores?. La respuesta es negativa. Cuestionan la regulación y el intervencionismo del Estado, pero cómo lo exigen a gritos, que sus empresas sean financiadas, subsidiadas, etc., discrecionalmente, servirse del Estado de manera encubierta para nada, porque finalmente terminan importando alimentos, lo que se conoce como agricultura de Puerto.

Fuentes consultadas:

1.- https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_la_dependencia (14-07-2016)

2.-Idems.

3.-Idems.

4.-Idems.

5.- Deutsche Welle, "En Venezuela, la producción agraria no es rentable", en Prodavinci, Entrevista Antonio Pestana, presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (FEDEAGRO), 12 de julio, 2016.

6.- Trompiz Valles, Humberto "El fracaso histórico de la burguesía venezolana", Aporrea, 19/09/2012

7.-Idems.

8.-Idems.

9.-Idems.

10.-Entrevista a Antonio pestana, Ob. Cit.

11.-Idems.

12.-Idems.

 

 



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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